Especialista responsabiliza a ministro Alabí de muertes de médicos y exige su renuncia

“Quiero públicamente responsabilizar al doctor Alabí por esas muertes. Si usted entiende que usted fue el causal de esas muertes, debería de renunciar mañana”, afirmó el doctor Eduardo Lovo, reconocido neurocirujano oncólogo.

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Personal del hospital Primero de Mayo llegó al hospital Amatepec, el domingo pasado, para rendir un homenaje póstumo a al enfermera Vilma de Chacón. Foto EDH / René Quintanilla

Por Roberto Alas/ Nancy Hernández/ Evelyn Chacón

2020-07-21 10:45:33

La forma de manejar la pandemia por COVID-19, los constantes enfrentamientos entre el Órgano Ejecutivo contra los poderes Legislativo y Judicial, así como la falta de equipamiento adecuado para los trabajadores de primera línea que atienden a los pacientes, ha pasado una factura mortal y de contagio masivo entre el personal sanitario.

El mal manejo de la pandemia, llevó al reconocido neurocirujano oncólogo, Eduardo Lovo, a responsabilizar al ministro de Salud, Francisco Alabí, de las muertes en el personal de primera línea y ser partícipe en actos de corrupción, por lo que le exigió renunciar.

De acuerdo con el especialista, es una cadena de factores los que llevan a responsabilizar al ministro Alabí en la muerte del personal médico, en la entrega de equipo que no es de uso médico y en la falta de transparencia al otorgar contratos a personas cercanas al Gobierno.

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No se tiene un listado oficial del personal médico que ha muerto por COVID-19 y ni el personal contagiado, expresó Lovo. Más grave, según dijo, es que “el mismo ministro, en una entrevista en particular, hace mención en que esa lista está incompleta, que es más grande de lo que calculamos, pero que no la quiere dar a conocer todavía”.

Eso llama la atención porque “no es normal y lleva a decir ‘por qué’”, y eso no se ve en los otros países vecinos. La letalidad en muerte de doctores anda en 9 %, una cifra mucho más alta de lo que se vio en Italia, New York, lamentó Lovo.

Después de denuncias del personal del hospital General del ISSS por falta de equipo de protección, el ministro Alabí hizo el pasado 5 de junio un acto simbólico de entrega de equipo incluyendo mascarillas no certificadas KN95. Foto EDH / Archivo

Pare ello, se debe buscar la respuesta tiempo atrás con la construcción del Hospital El Salvador (Cifco), porque lo que se necesitaba era tener un nosocomio donde se recluyera la mayoría de casos COVID-19; pero dado a que no se hizo, mandaron a los pacientes a saturar la red de Salud de hospitales públicos, “fue infectar al sistema de Salud completo”, expresó.

Lovo también lamentó que al personal médico no se le haya dotado del Equipo de Protección Personal (EPP) con el cual se pudiera evitar o reducir el número de contagios en el personal de primera línea, y se refirió al equipo de bioseguridad que se compró a China Popular.

“En principio se tiene un problema triple: tenés a un ministro que está confesando un delito de contrabando porque está rotulando una cosa que no es así. El segundo: tú le vas a creer a un doctor que te dice eso y que tú sabes que tienes sospechas serias de que ha alterado las pruebas o que por lo menos ha consentido la alteración de las pruebas estadísticas de la infección que ha manejado sin transparencia alguna los detalles de las comprar, nadie le va a creer”, dijo Lovo.

El tercer punto es que ningún médico le va a creer, ya que la empresa que vendió las mascarillas se prestó a un acto no ético, sobre la calidad de mascarillas que le están dando para trabajar. “Al final, la calidad de esas mascarillas no son garantizables”, lamentó.

“El presidente es un ente político y como es político le importan poco las personas, pero usted hizo un juramento hipocrático, usted fue y es médico, por favor recapacite y renuncie mañana y destape la corrupción”

Eduardo Lovo, neurocirujano oncólogo

Esos aspectos, más los conflictos de interés al haber autoriza la compra de un lote de 26,000 pares de botas a un familiar suyo, llevar al doctor Eduardo Lovo a pedir su renuncia inmediata.

“Él tiene que entender, que lo que acabo de explicar es la posibilidad más alta por qué hay tantos médicos muertos, sino que las dé él. La diferencia es que yo tengo la evidencia que me respalda con las publicación de los periódicos a lo largo de esta pandemia”, dijo.

El desastre del manejo de la pandemia, consideró el doctor Lovo, hará pagar “los platos rotos al doctor Alabí por la falta de transparencia. Tiene que destapar lo que ha pasado”, insistió.

“En Salud, si tú no eres transparente no está hablando con rectitud con el paciente, se va a morir”, valoró el neurocirujano.

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Pero lejos de que el Sistema de Salud esté por contener la pandemia, los casos de pacientes graves y críticos sigue al alza (924 y 427 respectivamente), la curva de infectados sigue creciendo y atrasando aún más las fases de la reapertura económica. La segunda fase, que entraría en vigencia ayer, fue suspendida por el alto riesgo de contagios; de hecho, los especialistas creen que ya se está en la fase cuatro.

Mientras, luego de una cuarentena de más de 80 días, Salud aún está pidiendo 15 días más de confinamiento estricto sin tomar en cuenta la opinión del gremio médico que exige la búsqueda de contagios se haga de forma focalizada. A la pandemia se le ganará en las comunidades, no en los hospitales, han dicho los médicos.

El combate contra el COVID-19 prácticamente ha girado sobre varios ejes, los cuales, hasta el momento, su falta de solución continúa exponiendo al trabajador sanitario y causando más muertes entre el personal médico y a la población.

Todos esos señalamientos han hecho neurocirujano oncólogo que el doctor Eduardo Lovo, encarar públicamente al ministro de Salud, Francisco Alabí, y decir: “Quiero públicamente responsabilizar al doctor Alabí por esas muertes. Si usted entiende que usted fue el causal de esas muertes, debería de renunciar mañana (…) a parte de renunciar, debería de destapar toda la corrupción de la cual usted ha sido partícipe”.

Cerca de 80 trabajadores de la salud han fallecido por COVID-19, según Colegio Médico

Sin embargo, esa exigencia no va con el ministro Alabí, quien ayer aseguró en la entrevista de Canal 21 que “nunca ha sido una opción llegar a pensar en renunciar, estoy concentrado en salir adelante en la pandemia (alguno medios) se han prestado para generar información amarillista”.

Cerca de 80 trabajadores de la salud han fallecido, según el Colegio Médico. Foto Cortesía

El Colegio Médico y diferentes sindicatos, asociaciones y movimientos relacionados con trabajadores de la salud, estiman que 80 empleados han fallecido a causa del COVID-19, en un lapso de dos meses. Se estima que El Salvador tiene la tasa más alta de médicos fallecidos por COVID-19 en la región centroamericana, según Human Right Watch.
La mayoría de esas asociaciones coinciden en señalar que la falta de equipo de bioseguridad, el desorden e improvisación en el manejo de la pandemia, la sobrecarga laboral y la falta de pruebas para el personal de sanidad son factores que han provocado que el personal de primera línea se infecte del nuevo virus.

Las agrupaciones afines al gobierno señalan como culpable a las decisiones y regulaciones que provienen desde el Legislativo y la Corte Suprema de Justicia; además, apoyan la cuarentena estricta y régimen de excepción que promueve el presidente Nayib Bukele.

1. Sobre la cuarentena

El doctor Francisco Alabí ha dicho públicamente que “su mayor interés es la salud de la población salvadoreña y la cuarentena total es la mejor forma de controlar la subida en contagios de coronavirus” (Debate con Nacho/16 de julio).

“Manejar una pandemia supone muchas dificultades, no es que el Ministerio no quiera brindar la información (Sobre el personal contagiado) es una situación compleja”

Francisco Alabí, ministro de Salud

Actualmente, el comportamiento de casos va al alza y la cantidad de contagios ha obligado al personal de sanidad a atender a pacientes en pasillos y parqueos, suministrando oxígeno a pacientes acostados en una incómoda silla, el suelo y en algunos casos los familiares de los pacientes les han llevado colchonetas.

Sobre la cuarentena para bajar casos, el doctor Jorge Panameño, infectólogo de mucho prestigio ha opinado, a través de Twiter que: “Abrir una segunda fase en las condiciones actuales porque no aprobaron una ley es genocidio, ya que persisten las condiciones del sistema de salud y no se ha implementado un verdadero combate a la pandemia” (19 de julio).

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Y respecto a ese forcejeo, entre el poder Ejecutivo y el Legislativo, por cómo aplicar la cuarentena, el también prestigioso infectólogo Iván Solano Leiva, expone a través de Twitter: “Creemos que lo que debe hacerse en estos momentos es apoyar una cuarentena focalizada, así como una reapertura económica focalizada. Desafortunadamente Ud. con su grupo de Asesores No Médicos están haciendo todo lo contrario, lo cual impactará en la salud del pueblo salvadoreño; quienes somos los que estamos poniendo los enfermos y los muertos, incluidos el Personal de Primera Línea de combate a la COVID19 (…)”.

2. Luto en el gremio de salud

El domingo pasado, Manuel Chacón llegó a las afueras del hospital Amatepec, del Instituto Salvadoreño del Seguro Social, para recibir el cadáver de su hermana, Vilma de Chacón, una apreciada enfermera del hospital Primero de Mayo. Junto al doliente, un grupo de profesionales de salud rindió un homenaje de despedida a la enfermera, quien falleció a causa del COVID-19.

Un pariente de la enfermera Vilma Chacón, fallecida por COVID-19, le recriminó al director del hospital Primero de Mayo el no hacerles la prueba a tiempo al personal. Foto EDH/ René Quitanilla

“Lamentablemente se contaminó en el hospital y el director de ese hospital no tuvo la capacidad ni el corazón de mandarle hacer la prueba al personal”, cuestionó Manuel Chacón, el domingo pasado.

La supervisora Carolina de Escobar, quien también asistió al homenaje póstumo, dijo: “Es muy doloroso ver que una compañera de uno se nos va y que en cualquier momento nos puede tocar a nosotras”.

El presidente del Colegio Médico, Milton Brizuela, ha explicado que la falta de equipo necesario y de calidad es una de las principales causas de los contagios entre médicos, enfermeras y demás trabajadores de salud, puesto que no reciben el equipo adecuado ni la cantidad que necesitan y muchas veces no está ni certificado.

“Hemos escuchado que existen insumos en las bodegas del Ministerio de Salud y que no se están entregando, eso puede ser hasta delito, no podemos seguir exponiendo al personal de salud, son vidas valiosas”

Milton Brizuela, presidente del Colegio Médico

“Hemos escuchado que existen insumos en las bodegas del Ministerio de Salud y que no se están entregando, eso puede ser hasta delito, no podemos seguir exponiendo al personal de salud, son vidas valiosas. (…) Algunos implementos no tienen la certificación adecuada es irresponsable entregar esos insumos al personal de salud. Sería bueno que las autoridades expliquen sobre la certificación de esos insumos”, dijo Brizuela.

A inicios de julio, el doctor Carlos Alexander Ortega Pérez , investigador y encargado de la Sección de Virología de la Facultad de Medicina de la Universidad de El Salvador (UES), ha explicado que los médicos y enfermeras están con frecuencia en contacto muy cercano, prolongado y repetitivo con pacientes que están altamente infectados, muy posiblemente con cepas mutantes virulentas del virus, que son las que están más relacionados con los cuadros clínicos graves, esto provoca que, a pesar que el profesional tenga un sistema inmune en adecuado estado y sea una persona saludable, tenga grandes dificultades para combatir esa gran carga viral recibida.

“Este vínculo entre la alta exposición y el contagio del personal de Salud se ve fuertemente potenciado por la injustificada falta de acceso a equipamiento de protección de bioseguridad suficiente y adecuado, exponiendo y arriesgando aún más al personal, situación que con seguridad está provocando enfermedad y muerte del personal de Salud” ha explicado Ortega Pérez.

El ministro de Salud no se ha arriesgado a dar un dato oficial sobre la cantidad de decesos del personal de primera línea del sistema de salud. Ante la insistencia de la prensa ha respondido: “Manejar una pandemia supone muchas dificultades, no es que el Ministerio no quiera brindar la información (Sobre el personal contagiado) es una situación compleja, la información cambia constantemente, estamos haciendo lo necesario para brindar el informe”, declaró ayer en la entrevista de Canal 21.

3. Demanda de pruebas para el personal de Salud

El pasado 3 de julio, el ministro de Salud, Francisco Alabi, ha afirmado, en una entrevista de televisión en TCS, que “la prueba (de laboratorio) no va a cambiar el manejo del paciente; la prueba es solo un confirmatorio si tiene el virus o no; porque no hay tratamiento para COVID (…) lo que se da un tratamiento sintomatológico. La prueba es importante porque nos va dando una orientación de país como se va desarrollando el virus”.

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Y a pesar de esa afirmación, el personal de Salud se quejaba ese mismo día de la falta del examen.

El Sindicato de Trabajadores de la Salud (Sitrasalud) y el gremio médico denunció que el Ministerio de Salud había dejado de hacer pruebas para detectar el COVID-19 a los trabajadores que atienden en primera línea la pandemia.

La secretaria general de Sitrasalud, Silvia Navarrete, expresó que la falta de pruebas hacia el personal de Salud era a nivel nacional, ya que han consultado en las distintas regionales y les han dicho “que no hay” para tomarles muestras.

“Nos han dicho que no hay pruebas, que se han agotado. ¿Cómo se pudieron haber agotado de la noche a la mañana?”, se preguntó la sindicalista al denunciar la desprotección en la que se encuentran los trabajadores a nivel nacional

4. Equipo de bioseguridad para el personal de Salud

El equipamiento de seguridad al personal que está en primera línea ha mantenido enfrentados al gremio médico y al Gobierno. Las denuncias por un mejor equipo de bioseguridad se hizo antes que la cuarentena que impuso el Gobierno cumpliera los 30 días.

Los médicos han exigido a las autoridades que se efectúen “a tiempo” pruebas a todo el personal médico, así como la entrega de equipo de bioseguridad para enfrentar la pandemia. Foto / AFP

“Nosotros queremos manifestar que no estamos reacias a recibir pacientes COVID-19. Estamos con la total disponibilidad. Estamos hablando para que se nos den los insumos básicos, el equipo de protección personal que ha sido asignado por la OMS. Nosotros queremos apoyar y ayudar”, Ana Campos, una enfermera auxiliar del Hospital Amatepec del ISSS, el pasado 6 de abril.

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La misma denuncia han ido haciendo los médicos del Hospital Rosales, Zacamil y otros.

5. Denuncias de corrupción contra Alabí

Cuándo Lovo señala que Alabí es parte de la corrupción lo sostiene por el supuesto conflicto de interés al autorizar la compra de un lote de 26,000 pares de botas de hule para el uso de los médicos a una empresa propiedad de un familiar suyo.

El valor de la compra de botas asciende a $225,000, pero lo hizo a la empresa Autodo, propiedad de la esposa del tío del ministro de Salud (tía política).

Además, están las compras que Salud hizo a varios los funcionarios del gabinete de Nayib Bukele involucrados en negocios con el Estado o denunciados ante el TEG por presunta corrupción. Otros son el ex presidente del Fonaes, Jorge Aguilar, cuya empresa familiar vendió máscaras protectoras al ministerio de Salud, también ha sido denunciado públicamente el diputado Gustavo Escalante porque una empresa, – Grupo GME Inversiones, según el diario digital El Faro – propiedad de él y su hermano Manuel José, vendió $344,000 en mascarillas, también a Salud, cuando la cartera era dirigida por Ana Orellana Bendek.

6. En tela de juicio la calidad del material que Salud entrega a los profesionales de salud

A parte de las denuncias de médicos y enfermeras sobre el inadecuado y tardía entrega de equipo de bioseguridad, también está entre dicho la calidad de los insumos.

La semana pasado, el ministerio de Salud entregó a médicos de diferentes hospitales a nivel nacional, mascarillas de hule y con filtros de tela, lo que provoca molestias en su utilización. Eso llevó a muchos de los que trabajan en la primera línea de la pandemia a comprar sus propias mascarillas.

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Ese problema también fue denunciado la semana pasado por el doctor Ricardo Minero, quien increpó a las autoridades de la autónoma a dotarles de los materiales.

El ministro de Salud dijo ayer que “todos los equipos de protección que se adquieren tienen certificados que avalan el uso. Las mascarillas plásticas son para el personal que se encuentra fuera de las áreas hospitalarias”.

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