Virgilio González, de 62 años, murió a los pocos minutos de recibir un disparo de arma de fuego en el rostro, cuando intentó ayudar a uno de sus hijos, a quien delincuentes asaltaron en su propia casa, según fuentes policiales de la villa de San Cristóbal, en el departamento de Cuscatlán.
Este crimen ocurrió a la 1:15 de la tarde del pasado miércoles, en el caserío El Izote, del cantón Santanita, del referido municipio.
De acuerdo con versiones policiales, el miércoles al filo del mediodía, uno de los hijos de Virgilio fue a la ciudad de Cojutepeque, a retirar una considerable cantidad de dinero de un banco local.
Después de que le entregaran el dinero en efectivo, el hombre abordó uno de los camiones que transportan pasajeros desde Cojutepeque hasta el cantón Santanita.
Sin que nadie los tomara como sospechosos, de dos a tres hombres a bordo de un automóvil siguieron al vehículo donde se transportaban varios habitantes de caseríos pertenecientes a Santanita, un cantón con alta presencia de pandilleros de la Mara Salvatrucha (MS-13).
Forcejeo por $1,700
A los pocos minutos de que el hijo de Virgilio se bajó del camión y se metió a su vivienda, dos hombres irrumpieron en la vivienda y amenazaron con matar a cualquiera de los habitantes si no les entregaban el dinero que momentos antes habían retirado del banco.
Sin embargo, los delincuentes no contaban con que el hijo de Virgilio, quien trabaja como vigilante privado en un supermercado de un municipio del departamento de Cuscatlán, les pondría resistencia.
Vecinos del lugar afirmaron que dentro del inmueble se originó una fuerte balacera, sin embargo, las fuentes policiales dijeron desconocer eso. “Sabemos que hubo un forcejeo y que no lograron llevarse el dinero, que era el objetivo del asalto, pero desconocemos si hubo intercambio de disparos”, afirmó una fuente policial.
La versión policial indica que Virgilio no estaba bien de salud pero que al ver en peligro a su familia, intentó defenderla, pero uno de los asaltantes le asestó un disparo en el rostro.
Vecinos del caserío El Izote dijeron que, aparentemente, Virgilio padecía de presión arterial y otras enfermedades y que a raíz de eso se había mudado del caserío El Copinol a El Izote con el resto de su familia.
En cuanto los ladrones vieron a Virgilio tendido en el piso, decidieron escapar sin el botín, afirmaron policías y soldados.
A pesar de que el sexagenario fue trasladado de inmediato a un hospital de Cojutepeque, cuando llegaron, los médicos les dijeron que ya había muerto y que no se podía hacer nada por él.
Presencia de pandillas en el cantón Santanita
Aunque las fuentes policiales aseguran que aún no se puede afirmar que miembros de pandillas locales podrían estar vinculados al intento de robo y homicidio, aseguraron que en el cantón Santanita hay presencia de pandilleros y que es casi imposible que dos o tres delincuentes comunes se atrevan a cometer un asalto en un lugar con fuerte presencia pandilleril.
A algunos policías les parece sospechoso que el asalto, con el consecuente homicidio, se haya registrado a pocos días de que al menos tres pandilleros hubiesen recuperado su libertad.
Los agentes indicaron que al menos tres pandilleros conocidos como el Smailyn, el Gánster y el Burro, fueron puestos en libertad recientemente y han vuelto al cantón.