Gabriela Huezo convierte la cultura salvadoreña en una ventaja global
Gabriela Huezo, estratega salvadoreña radicada en Los Ángeles, lidera una nueva era de marketing con propósito, cultura y comunidad desde su propia agencia.
Por
Betty Carranza
Publicado el 16 de diciembre de 2025
Gabriela Huezo es una estratega salvadoreña radicada en Los Ángeles que lidera campañas de marketing con un enfoque humano, cultural y con propósito. Fundadora de la agencia HausOfDuke, dejó su trabajo soñado en MAC Cosmetics El Salvador en 2018 para iniciar desde cero en Estados Unidos. Hoy, trabaja con marcas globales como IKEA, Pantene y Prime Video, integrando comunidad, identidad y storytelling. Su visión se basa en construir conexión real, no solo notoriedad. Además, impulsa proyectos como un pódcast sobre salud mental y emprendimiento femenino. Su historia demuestra que lo salvadoreño puede ser también una ventaja competitiva global.
Gabriela Huezo, salvadoreña radicada en Estados Unidos, no solo lidera una agencia creativa en Los Ángeles; está redefiniendo el marketing desde una perspectiva profundamente humana y cultural. Su historia comienza en una colonia salvadoreña, donde la vida comunitaria, los juegos en la calle y las coreografías en los recreos sembraron una sensibilidad que hoy es su herramienta más poderosa. "Lo que más atesoro de mi infancia salvadoreña es que me dio un entendimiento profundo de comunidad, creatividad y colaboración", afirma.
Esa forma de entender las relaciones humanas la llevó a construir una metodología propia: un marketing que se basa en el propósito, la representación y la autenticidad. En lugar de enfocarse sólo en impresiones o likes, Gabriela habla de community KPIs: indicadores como confianza, resonancia emocional y sentido de pertenencia. Para ella, “la comunidad es una fuerza económica, no una estrategia de moda”.
Un salto sin red y con mucha convicción
En 2018, dejó atrás su trabajo soñado en MAC Cosmetics El Salvador, donde había creado un puesto exclusivo para ella y liderado proyectos regionales innovadores. Lo hizo sin un plan definido, pero con absoluta convicción. Fundó su agencia HausOfDuke en Los Ángeles y comenzó desde cero, sin red de contactos, sin familia cercana y con la certeza de que su voz como mujer salvadoreña tenía algo único que ofrecer.

Sus primeros pasos en Estados Unidos estuvieron marcados por la reinvención. "Pasé de conocer perfectamente mi entorno a estar en un lugar donde no sabía nada ni a nadie. Pero tuve claro que si yo no creaba el espacio que imaginaba, nadie más lo iba a hacer por mí". Su primer trabajo fue en un pódcast estadounidense, y desde el inicio destacó por su enfoque de aportar más valor del que se esperaba.
Identidad como estrategia
Gabriela no ha escondido su identidad para adaptarse al mercado estadounidense; la ha convertido en su sello. "Mi identidad cultural es mi mayor ventaja competitiva", sostiene. Ser salvadoreña, latina e inmigrante le ha permitido interpretar códigos culturales que otros no ven y crear puentes reales entre marcas globales y comunidades diversas.
Su trabajo con marcas como IKEA, Pantene, Nickelodeon, Palmolive, JCPenney y Prime Video no solo responde a briefs comerciales, sino que propone narrativas que celebran lo cotidiano y lo identitario. En una propuesta para IKEA, imaginó a una abuela cocinando mientras los nietos colocaban la mesa con productos de la marca. "Es mostrar cómo una marca global puede integrarse con respeto en nuestros rituales familiares sin borrar nuestra esencia cultural".
Creatividad con propósito
Las campañas que lidera Gabriela no solo buscan notoriedad. Su meta es construir conversaciones, representar realidades y dejar huella emocional. En una acción con Prime Video para el estreno de la película Cinderella, organizó una activación con microinfluencers de TikTok que demostró el poder de las comunidades pequeñas pero comprometidas. Otro de sus logros fue lograr una campaña con Pantene sin hacer pagos directos a creadores, gracias a relaciones genuinas basadas en valores compartidos.

El impacto social también ha estado presente en su paso como directora de marketing en Riqueza, una plataforma de educación financiera para mujeres y comunidades de color. Ahí ayudó a desmitificar ideas heredadas sobre el dinero y acercó temas complejos a una audiencia joven y diversa.
Una voz que abre caminos
Gabriela es consciente de que, como mujer latina en la industria creativa estadounidense, su presencia también es una forma de resistencia. "Llegar sin apellidos conocidos, sin red de contactos, y abrirte camino es el doble de desafiante, pero también el doble de gratificante", asegura. En ese desafío encontró la razón para emprender y para liderar desde la claridad, la coherencia y el compromiso.
Su agilidad para conectar lo estratégico con lo humano le ha valido reconocimiento en marcas de consumo masivo, entretenimiento y belleza. Y todo lo ha hecho con una estructura colaborativa que prioriza el talento de personas latinas y diversas.
Raíces que guían
Aunque vive en Los Ángeles, Gabriela mantiene viva su esencia salvadoreña de forma intencional. Desde su adoración por la horchata hasta la práctica de la sobremesa con sus amigos —esa costumbre tan nuestra de quedarse conversando en la mesa luego de comer—, cada detalle es una forma de reafirmar su identidad. "Ser salvadoreña no es solo parte de mi historia personal; es parte del valor estratégico que aporto a esta industria".
Esa misma filosofía la lleva a compartir su cultura con quienes la rodean. Ha llevado pupusas y cebada a su círculo más cercano, y celebra que incluso viajen a conocer su tierra. En sus palabras, "la cultura es una forma de hacer comunidad, de mantenernos cerca a pesar de la distancia".
Un futuro que empieza con historias
En 2026, Gabriela lanzará su pódcast Historias que nos contamos, un espacio para hablar de salud mental, emprendimiento y las narrativas que moldean nuestras decisiones. Será un proyecto que combine su sensibilidad como creativa y su pasión por acompañar a otras mujeres centroamericanas en sus procesos. La iniciativa ya fue reconocida con el Mental State Creative Grant, lo que valida su profundidad y potencial.

“Este pódcast es el recurso que yo no tuve cuando decidí emprender. Es una plataforma para que otras mujeres no tengan que empezar desde cero como me tocó a mí”, afirma. También sueña con dar clases en El Salvador, construir una red de acompañamiento para emprendedoras y crear un hub creativo que conecte Centroamérica con el mundo.
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Con cada paso, Gabriela Huezo está demostrando que es posible triunfar sin renunciar a quién sos. Su historia es la prueba viva de que una mirada salvadoreña, sensible y estratégica, puede transformar industrias, inspirar nuevas generaciones y abrir un lugar en la mesa global donde antes no había silla.
Tiro al Plato
¿Una palabra que te defina como emprendedora?
Valiente.
¿Tu mayor aprendizaje en estos años fuera de El Salvador?
El pasado ya pasó. El futuro aún no. Vivir el presente es la mejor forma de honrar la vida y encontrar la verdadera felicidad.
¿Una comida salvadoreña que nunca falta en tu mesa o en tu corazón?
Horchata y galletas Chiky.
¿Una frase o consejo que te repetís cuando todo se pone difícil?
Todo lo que tengo, me lo gané. Y todo lo que está por venir, me lo merezco.
¿Campaña favorita que hayas dirigido?
El relanzamiento de Preciosa con L’Occitane El Salvador.
¿Un hábito que te mantiene enfocada y con los pies en la tierra?
Decir tres cosas que agradezco del día antes de dormir. El universo no se puede resistir a la gratitud.
¿Una mujer salvadoreña que te inspire?
Mi mamá.
¿Qué le dirías hoy a la Gabriela que recién empezaba en MAC en El Salvador?
Tu sueño ya viene en camino… porque, sin darte cuenta, ya lo estás viviendo.
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