La semita salvadoreña llegó a China: productos nostálgicos conquistan nichos globales
La semita llegó a China con empaque en mandarín, sorprendiendo al mercado asiático y mostrando el valor de exportar productos nostálgicos salvadoreños.
Por
Evelyn Alas
Publicado el 06 de diciembre de 2025
La semita llegó a China con empaque en mandarín, sorprendiendo al mercado asiático y mostrando el valor de exportar productos nostálgicos salvadoreños.
La escena es real y poco común: una semita salvadoreña —ese pan dulce tradicional que todos conocemos— fue exhibida en una feria internacional en China. Empacada en bolsa con letras en mandarín, este producto local atrajo la atención de un público inesperado, demostrando que los sabores nostálgicos de El Salvador también pueden generar interés en mercados tan lejanos como Asia.
La apuesta por nichos y valor cultural
Según la presidenta de Corporación de Exportadores de El Salvador (COEXPORT), Silvia Cuéllar, esta experiencia forma parte de una estrategia clara: apostar por nichos específicos que valoran la identidad cultural de los productos salvadoreños. “Hay que entender que no se trata de competir en volumen, sino de conectar emocionalmente con públicos que buscan autenticidad”, explicó Cuéllar en entrevistas recientes.
Estos nichos pueden incluir comunidades latinoamericanas en el extranjero, consumidores interesados en gastronomía internacional o incluso coleccionistas de experiencias culinarias. Para Cuéllar, los productos nostálgicos —como la semita, los dulces típicos, o los cafés de origen— tienen cabida si se presentan con calidad, empaque adecuado y visión de mercado.

De la tradición al empaque global
El caso de la semita con empaque en mandarín simboliza más que una curiosidad comercial: refleja cómo los emprendedores salvadoreños pueden transformar productos tradicionales en ofertas exportables. Adaptar etiquetas, cumplir normas internacionales y entender los gustos del consumidor meta son claves para lograrlo.
Coexport ha participado activamente en ferias internacionales en Asia y Europa, llevando productos salvadoreños a vitrinas donde antes no se imaginaban. La feria en China es prueba de ello. “Muchos no lo creerían, pero: la semita estuvo en China. Fue comparada, comentada y, aunque no es para todos, sí llamó la atención en su nicho”, compartió Cuéllar.
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¿Qué pueden aprender los emprendedores salvadoreños?
Este caso deja lecciones valiosas para quienes quieren llevar sus productos más allá de las fronteras:
- Identificá un nicho: No necesitás un producto masivo, sino uno auténtico que tenga valor cultural o emocional.
- Prepará tu presentación: Un buen empaque, con idioma adecuado y diseño atractivo, puede marcar la diferencia.
- Buscá acompañamiento: Coexport ofrece asesoría, redes y participación en ferias para abrir puertas a nuevos mercados.
- Invertí en calidad y cumplimiento: El producto debe mantener estándares altos y cumplir normativas internacionales.
Más que nostalgia, una oportunidad global
Exportar productos nostálgicos no es una moda pasajera, sino una estrategia sólida cuando se ejecuta con visión y profesionalismo. La semita en China es solo un ejemplo de cómo lo local puede convertirse en global si se apunta con inteligencia al nicho correcto.
Como señala Silvia Cuéllar, “la diversificación de mercados y productos no es solo un objetivo institucional, es una vía real para que emprendedores salvadoreños crezcan, innoven y lleven su identidad al mundo”.
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