La selección de El Salvador volverá hoy al campo de la Copa Oro para romper tres grandes mufas de su historia: romper con 14 años de paternidad frente a su similar de Trinidad y Tobago, ganar su segundo partido en una misma edición del torneo y lograr la clasificación para cuartos de final antes de la última fecha de la fase de grupos.
En las vísperas de salir a buscar una victoria de tintes históricos y un importante refuerzo anímico para el proceso del seleccionador Hugo Pérez, el campamento salvadoreño de Frisco, Texas, se vio envuelto desde tempranas horas por la incertidumbre que provoca una nueva medida gubernamental para evitar las concentraciones masivas de gente. Una noticia que no solo afecta el futuro de la Selección, sino que además atentó con distraer la concentración de los jugadores.
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Sobre el final del día, la octogonal no distrajo al grupo lo suficiente como para dejar de pensar en una Trinidad y Tobago a la que ya vieron el sábado cómo le arrancó un empate en la noche inaugural a la siempre favorita México. Un 0-0 que, según el timonel salvadoreño, no exime al rival de la responsabilidad de buscar la victoria tanto como al combinado cuscatleco.
“Trinidad jugó así porque respeta bastante a México, y no es que sea malo. México tiene un equipo sólido, es una potencia en el área y Trinidad salió a que no lo golearan y sacar un empate. Contra nosotros no sé si tienen ese respeto. Para mí lo importante es lo que nosotros hagamos, tratamos de hacer las cosas bien y sacar el resultado que necesitamos para clasificar”, dijo Pérez.
Negó también que los primeros resultados del grupo generen exceso de confianza en una Selección que lidera provisionalmente la clasificación: “Pienso que Trinidad va a salir a jugar diferente porque ellos también necesitan un resultado positivo. Me extrañaría si salieran defensivos. Los hemos visto y tienen jugadores capaces. Contra México no lo demostraron porque su orden táctico era defender. Creo que no podemos tener exceso de confianza porque no hemos hecho nada, básicamente, solo hemos ganado un partido. Todavía falta el de mañana y el del domingo”.
No se toca
El equipo que ganó el domingo ante Guatemala, decantando sobre los últimos diez minutos un partido dominante a su favor pero con errática definición, es el que podría alinear otra vez hoy en el Toyota Stadium de Frisco, salvo excepciones.
El tridente que conformaron Joshua Pérez, Jairo Henríquez y Juan Carlos Portillo podría sufrir alguna modificación en vista del efecto que tuvieron en el cuadro las entradas en sustitución del mediapunta Walmer Martínez y del extremo Joaquín Rivas, cómplices en la generación del 2-0.
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También ingresó Marvin Márquez, delantero centro que debutó ese día como absoluto con asistencia para el 1-0, arrancando como titular como referencia en la punta del ataque. Esto podría desplazar a Jairo Henríquez a la izquierda a perfil cambiado y en lugar de “Cabrita” Portillo, que no sobresalió.
La baja confirmada de David Rugamas, debido a un proceso gripal del que pocos detalles ha dado el seleccionador, hace que la opción del centro de la delantera se abra a muchas posibilidades, incluso la del “falso 9” que se vio con Henríquez en el partido anterior.
El resto del equipo podría repetir desde la titularidad para tratar de sostener el rendimiento que ha tenido la Selección en la era Pérez.
