El ilustre don Conrado Miranda fue un exjugador y exentrenador salvadoreño muy destacado. Quien falleciera la madrugada de este martes escribió con gallardía y mucho coraje en letras doradas su nombre en los libros del fútbol cuscatleco.
Miranda, vicentino de nacimiento, fue uno de los máximos responsables del desarrollo del deporte rey en El Salvador.
Inició jugando en el FC Pipiles antes de tener los 18 años de edad.
Pero con apenas 16 octubres de vida don Conrado inició su tremenda carrera como futbolista en el Independiente de su natal San Vicente. Apenas un año después fichó con Atlético Marte equipo que él fundó.
Don Conrado Miranda es conocido como "el prócer marciano" por sus aportes al conjunto azul de la capital.
El jugador y entrenador más íntegro en la historia de El Salvador jugó once temporadas en el equipo de Atlético Marte. Cabe recordar que se trató de torneos largos (anuales).
Miranda en su etapa de futbolista ganó tres títulos de Liga Mayor con Atlético Marte (1955, 56 y 57). También uno con Club Deportivo Águila (4-0 al FAS, 1959).
En los "Mustang Azules" jugó a la par de otras leyendas como Armando Chacón, Manuel "Tamalón" Garay, el mexicano Manuel Camacho, el guatemalteco Gabriel Urriola, el tico Ramón Zumbado además de los argentinos Gregorio Bundio y Geronimo Pericullo; por mencionar algunos.
Con los emplumados don Conrado hizo destrozos junto a talentos de la talla de Juan Francisco "Cariota" Barraza, Saúl Molina, Raúl Corcio, Juan Antonio Merlos y el tico Justiniano Jiménez, entre otros.
Don Conrado Miranda fue uno de los primeros salvadoreños en jugar fútbol profesional en Costa Rica. Uno de nuestros primeros legionarios cuscatlecos y algo que hablaba muy bien su calidad como volante central y ser humano. Jugó para CS Uruguay y CS La Libertad en suelo tico.
Fue uno de los pocos jugadores en la historia del país que logró combinar también con el rol de entrenador, así fue como se consagró ganador en el circuito de privilegio.
Con Águila (1960) logró su primer título de título de Liga Mayor ya solo como director técnico. También como repitió con el equipo oriental para los años 1975 y 1976.
Llevó en 1989 a la gran final al extinto Cojutepeque y también a semifinales al Roble de Ilobasco en los años 1993 y 1994.
Su historia con Selección Nacional también fue por demás impresionante. Esta será abordada en otro artículo acá, en CANCHA.