El Salvador regresó 17 años después en el nado sincronizado de los Panamericanos

Grecia Mendoza y Maria Fernanda Cruz contaron su primera experiencia durante los Juegos de Lima 2019

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Maria Fernanda Cruz y Grecia Mendoza, previo a su participación en los Juegos de Lima 2019. Cortesía COES

Por Varinia Escalante | Twitter: @VSkalanT Enviada especial a Lima, Perú

2019-08-08 2:44:10

Con 17 años, la experiencia adquirida en unos Panamericanos jamás la borrarán. Estar con la élite de este nivel, en la natación artística, ha valido la pena para las salvadoreñas Grecia Mendoza y María Fernanda Cruz. Si bien pagaron su derecho de piso y tuvieron una actuación discreta, las cuscatlecas terminaron complacidas y satisfechas de su trabajo. Su entrenadora Jenny Véliz lo certifica.

Las chicas, quienes estudian el segundo año de bachillerato en Fesa, hablaron de su participación en los Juegos: “Nos sentimos muy orgullosas de poder representar a El Salvador en una competencia de alto nivel y que después de tanto tiempo pueda regresar la natación artística (por el país)”, afirmó Cruz.

Su compañera Mendoza secundó: “Contenta de representar a El Salvador en Panamericanos, después de tanto tiempo, y satisfechas con los resultados”. Las nadadoras, sin embargo, están conscientes de en qué deben mejorar: “La rutina técnica, la altura para los elementos y la fuerza en cada movimiento”, dijo Cruz.

El duo salvadoreño en el nado sincronizado panamericano. Cortesía COES

Además, la valoración de las salvadoreñas sobre los puestos en que quedaron en sus pruebas (11 y 10) es “satisfactoria, porque se logró quedar en el top 10 en el Dueto Libre, algo que no se había podido conseguir en los anteriores Juegos Panamericanos, ya que se quedaba en último lugar”, según Mendoza, con nueve años de práctica en esta disciplina.

Las nadadoras saben que portar el azul y blanco “es una gran responsabilidad y orgullo”, y esperan ser un “ejemplo para las generaciones que vienen”, sostuvo Fernanda, quien lleva ocho años en este deporte de las aguas.

Este dúo, que acepta que el nivel Panamericano es “fuerte, pero no imposible” de igualar, cuenta que lo más bonito es “vivir el ambiente pleno de los Juegos y el ver cómo cada deportista está centrado en su competencia”, así como también “ver la experiencia que tienen las otras deportistas y aplicarla a los entrenamientos”.

María Fernanda y Grecia son amigas, y eso las ayuda en el agua. “Se ha forjado la comunicación, llevamos cinco años como dueto, y eso nos facilita bastante a la hora de aprender y entendernos”, explica Cruz, y Mendoza completa: “Se siente bien, porque cuando una está mal la otra la está apoyado y viceversa”.