La historia de Moisés Martínez, el nuevo talento del básquet sobre silla de ruedas de El Salvador

Sufre de mielomeningocele (espina bífida) de nacimiento pero es una de las grandes promesas del deporte nacional.

Moisés Martínez es un joven al que un padecimiento congénito lo mantiene a una silla de ruedas, pero a corta edad decidió que ello no sería un límite para destacar en el deporte que lo cuativó. Ahora, a sus 20 años, busca un lugar en la Selección Mayor de Básquetbol en silla de ruedas.

Por Flores, Gustavo / Twitter: @Gusflores21

2019-04-15 8:52:47

Moisés pide el balón una y otra vez. Y pelea cada rebote. A pesar de ser uno de los más chicos en la selección salvadoreña, su intensidad y destreza se destaca en cada entrenamiento. Y también así se gana el respeto de los mayores.

Moisés Martínez busca su lugar en la selección mayor de baloncesto en silla de ruedas. Por eso, busca ‘fajarse’ en cada entrenamiento. Y evidencia un progreso generalizado cuando desde los ocho años conoció este deportes y decidió elegirlo. Antes había probado con la vela y la natación pero el básquet fue el juego que más lo entusiasmó. Por lejos.

Eramos bastantes niños y nos invitaron a ver como se desenvolvía este deporte. Había un torneo nacional y llegamos al gimnasio. A mi me gustó desde el principio, así que le solicité permiso para entrenar”. Más de diez años después lo sigue practicando con la misma pasión que aquel primer día.

Moisés en el gimnasio Adolfo Pineda para entrenar con la Selección mayor.

Moisés tiene mielomeningocele (espina bífida) de nacimiento. Se puede explicar como una malformación congénita en la columna vertebral. Esto le impide caminar con normalidad en su vida diaria. Pero, está claro, la mielomeningocele nunca lo pudo detener.

Un luchador

Cuando camino, la espalda se me duerme, me tengo que sentar para relajar un poco y entonces recién puedo volver a seguir caminando

Moisés Martínez, jugador bkb

“Cuando camino, la espalda se me duerme, me tengo que sentar para relajar un poco y entonces recién puedo volver a seguir caminando”, detalla Moisés, sin ningún asomo de lamento.

Su vida pasa hoy en gran parte por el baloncesto. Lo practica todos los días en la Villa Centroamericana, donde vive, y también en el gimnasio Adolfo Pineda, donde se entrena tres días a la semana con el seleccionado mayor.

Tiene en el estudio su otra prioridad, con el bachillerato que continúa en la Villa C.A. “Me gustaría llegar a ser alguien en la vida y así continuar con mis estudios hasta donde Dios me lo permita y llevar el deporte a la par”, afirma. A sus 20 años tiene claras sus prioridades y apunta a una carrera universitaria:“Inglés y computación. Esos son mis dos objetivos. El otro año empiezo la universidad”, se ilusiona.

Moisés empezó a los 8 años con la práctica del básquetbol

El deporte, su otro sostén, es vital:“Me gustar mucho entrenar, lo hago todos los días, la adrenalina que se siente es única, me gusta el juego, el contacto con los otros jugadores, las caídas…

-¿Las caídas?
-Sí (risas), es de lo más emocionante que tiene el básquet en silla de ruedas.

Gustos aparte, a la hora de elegir sus jugadores favoritos no falla: Stpehn Curry y LeBron James, figuras estelares de la NBA son sus favoritos. Y cada vez que puede, los sintoniza en la tele de la Villa.

Tras haber quedado impactado con el deporte cuando lo vio por primera vez, se inició un proceso que hasta hoy no se detuvo. “Le pregunté al profe Juan (García, el presidente de la Asociación Salvadoreña del Deporte sobre Sillas de Ruedas, ASADESIR) que me gustaba mucho lo que había visto en el gimnasio. Me dijo ‘venite que estamos disponible para que entrenes lunes, miércoles y viernes’. Ahí fui, entonces”.

Con la Selección juvenil cuando les entregaron el pabellón nacional. / Foto cortesía Juan García (Asadesir)

Ya no paró y con el apoyo de sus papás tuvo la oportunidad de ir progesando. “Empecé a jugar a los 8 años, fui creciendo y como me vieron los avances, me convocaron a la Selección juvenil a los 17 años. Así fue como me integré a los distintos seleccionados. Fui a jugar a Brasil, fue una experiencia muy grande. Y ahora vamos avanzando en los entrenamientos y estamos queriendo entrar a la selección mayor y ser parte de los titulares”.

Dedicatoria a sus padres

“Me ayudaron desde niño y gracias a ellos, pude llevar el deporte y los estudios a la par”

Moisés Martínez, jugador bkb

De la Comunidad Adesco Roma fue a vivir a la Villa Centroamericana como parte del programa de Asadesir. “Moisés se entrena y estudia en la Villa. Es un atleta muy activo, muy dinámico, en síntesis, un muy buen atleta con gran futuro. Como todo joven se trabaja en la disciplina pero técnicamente ha mejorado muchísimo”, explica su entrenador Guillermo Ascencio.

Moisés se va a entrenar pero antes pide agradecer a la Asociación Salvadoreña de deporte en silla de ruedas y a sus papás, Lorena Carolina Gómez y José Roberto Martínez Valle. “Me ayudaron desde niño y gracias a ellos, pude llevar el deporte y los estudios a la par”, dice con orgullo de hijo. Y se va a hacer lo que más le gusta: tirar al aro y jugar básquetbol.

Con la Selección en busca del boleto a Lima.

Fogueos para la Selecta mayor

Guillermo Ascencio, licenciado en ciencias de la educación con especialidd en educación física, deporte y recreación, tiene un año de ser el entrenador de las Selecciones de baloncesto en silla de ruedas. “Vemos la masificación, la iniciación, la juvenil, femenina y mayores”. Tras destacar los progresos de Moisés Martínez y su idea de convocarlo para la Selección mayor, también confirma fogueos de nivel para este año.

Con sus compañeros de selección mayor, antes de un entreno.

“Hay unos amistosos programados en la segunda semana de julio, contra Nicaragua y Guatemala. El objetivo es ver los avances que tuvimos en los entrenos para revalidar el puesto que teníamos de ser los mejores en Centroamérica”. Los amistosos serán en Santa Tecla y serán el punto de partida de la preparación de este equipo rumbo a los Juegos Juegos Deportivos Centroamericanos Santa Tecla 2021.