OPINIÓN: “Cinco razones para otro fracaso de la Selecta”

El Salvador se quedó afuera de la Copa Oro muy temprano y cuando más expectativas había. Los errores repetidos de la dirigencia, más allá de fallas de jugadores y técnico

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"Chicho" Orellana (Der.), de El Salvador, en lucha con el jamaiquino Dever Orgill. Foto EDH / AFP

Por Gustavo Flores | Twitter: @Gusflores21

2019-06-30 8:04:03

Pasadas las pulsaciones a mil, los enojos se van enfriando y el análisis reflexivo indica que la debacle de El Salvador en Copa Oro no tiene un solo responsable. Individualizar el fracaso en una sola persona sería, además de injusto, errado. Es cierto que Darwin Cerén falló en el segundo gol catracho y se puede discutir hasta el hartazgo el planteamiento de

De los Cobos, pero detenernos en esto sería tapar el bosque con el árbol. La temprana eliminación fue consecuencia de la suma de varios factores. El problema en el fútbol salvadoreño es estructural y va más allá de esos cuatro goles catrachos que dolieron como dagas y le privaron a El Salvador de una actuación destacada cuando más escenarios a favor tenía. Del sueño a la pesadilla tardamos solo 90 minutos. Si hay seriedad, un partido no puede definir un proceso.

1. Equilibrio
Ni los mejores invictos o impasables cuando se gana ni los peores del mundo cuando se pierde feo contra Honduras. El arco sin goles ante Curazao y Jamaica era una realidad. También lo fueron los triunfos ante los hoy “no tan débiles” Haití o Curazao. El cachetazo de Honduras nos devolvió a una realidad que tiene a El Salvador lejos de otras selecciones del área, que falla en partidos oficiales y que tiene que ver con las improvisaciones dirigenciales.

2- Responsables
En primer lugar, los dirigentes de la Federación de Fútbol. Ellos son los encargados de realizar un proyecto serio y con planificación en todas y cada una de las selecciones.
Si hablamos de menores, los “parches” son moneda corriente en estos combinados nacionales. De muestra, el último Sub 20. Antes de la eliminatoria, Hugo Carrillo presentó como entrenador de este equipo a Carlos De los Cobos. El “pequeño detalle” fue el técnico mexicano tenía que dirigir a la mayor en Liga de Naciones y las fechas se superponían. Terminó dirigiendo Góchez, el Mundial Sub 20 de Polonia quedó lejos y hasta De los Cobos habló: “una Selección formada, como decimos, al cuarto para las doce, porque no se tenía una selección definida”… Algo parecido sucede con la Preolímpica, la Selección Sub 23 que jugará una serie de ida y vuelta contra Panamá el 17 y el 21 de julio próximos. Se designó a Guillermo Rivera como entrenador de un grupo con talentosos jugadores. Pero la designación de “Memo” llegó varios meses después de los inicios de los trabajos en Panamá y en el resto de las selecciones del área. De muestra, el ejemplo del vecino Guatemala, que jugó el prestigioso torneo “Esperanzas de Toulon” en Francia. ¿El Salvador? Se fogueará contra Cuba. El femenino o playa transitaron un camino parecido.

3- Proyecto serio
Es lo que se carece en Fesfut en cuanto selecciones. Las figuras de un Director Deportivo y un Coordinador de Selecciones, para la planificación estratégica se hacen cada vez más imperiosas. La interrupción de procesos por las urgencias de corto plazo han sido constantes.
Quizás el caso testigo fue el del colombiano Eduardo Lara. Especialista en menores, había llegado al país para tomar las riendas de “Coordinador de Selecciones juveniles” en octubre de 2015. Un acierto, sin dudas. Pero duró nada. En poco tiempo, su lugar cambió y pasó a ser el entrenador de la Sub-20. Un año después ya era el entrenador de la Selección mayor. ¿Cómo terminó? Despedido por “falta de recursos y patrocinadores” por los mismos dirigentes que tiempo después se dieron el lujo de rechazar los $475 mil que le entregaba el gobierno de El Salvador a través del Indes.

4- Juego fatal
El Salvador, claro, quedó eliminado tras unos pésimos treinta minutos finales contra Honduras donde se vino abajo todo lo bueno hecho anteriormente. No tuvo respuestas futbolísticas ni anímicas (ver punto 5) tras el primer gol recibido. Y aunque había arrancado mejor el segundo tiempo (Bonilla falló una chance inmejorable), después del 58’ todo fue desesperación, descontrol, desorden. Los jugadores perdieron la brújula y buscaron atacar solo con empuje y sin ideas. Y atrás fueron vulnerables y frágiles ante la potencia hondureña. Sin armado de juego ni volumen de ataque, cada contra catracha era medio gol. Así llegaron el error de Darwin en el segundo, el quedo de Mancía en el tercero y el desacople general en el cuarto. Se podrá discutir hasta el hartazgo el esquema de De los Cobos y su cuerpo técnico (que carece de asistentes de experiencia y de trayectoria internacional) pero el DTfue fiel a su idea de esperar y falló en los cambios, sobre todo con la salida de Oscar y Orellana. Todo el orden mostrado en dos partidos y medio se botó en el peor segundo tiempo de la Azul en muchos años.

5- Personalidad y ausencia
El primer gol de Jorge Álvarez en la selección hondureña fue un golpe de nocaut para la Selecta que se desplomó cuando todavía quedaban 30 minutos por delante. El primer gol recibido en la Copa Oro trastocó anímicamente a un plantel que se desmoronó como un castillo de naipes ante el primer soplido. El resultado fueron otros tres goles más ante el desorden generalizado. Asimilar los golpes también es tarea de equipo. Trabajar en fortalecer la mentalidad y recuperar la autoestima también es una asignatura pendiente en el fútbol salvadoreño. A la Selecta, hay que decirlo, le faltó en Copa Oro el jugador más desequilibrante que tiene hoy el fútbol salvadoreño como es Dennis Pineda. Una lesión lo marginó y la polémica sobre si llegaba o no en óptimas condiciones a este torneo quedará abierta. Lo cierto es que un jugador de su talento le puede dar el plus de calidad a una selección que lo necesitó como nunca. El problema es estructural. Los fracasos de la Mayor, los Sub 17 y Sub 20 masculinos, el femenino y playa en Premundiales es constante. ¿Se equivocó Darwin en el gol? Si ¿El planteamiento de De los Cobos es defensivo? También, aunque eso no sea necesariamente algo mal. Pero el problema va mucho más allá de los últimos 30’ contra Honduras.