De vacaciones al podio mundial, la increíble historia de Ivonne Nóchez
Ivonne Nóchez, campeona mundial de patinaje, es una joven que ha puesto a El Salvador en lo más alto con talento, sacrificio y orgullo nacional.
Por
Lissette Figueroa
Publicado el 18 de septiembre de 2025
Ivonne Nóchez, de 21 años, ha transformado el patinaje salvadoreño con títulos mundiales y continentales. Desde 2021 acumula podios internacionales, incluido un histórico doble oro en los Juegos Mundiales 2025. Su disciplina y sacrificios, como entrenar desde los 14 años en Colombia lejos de su familia, reflejan su compromiso con el deporte y con El Salvador. Reconocida por su madurez y constancia, combina juventud con experiencia, y su legado inspira a nuevas generaciones. Su historia es de esfuerzo, orgullo y sueños que siguen creciendo.
A sus 21 años, Ivonne Nóchez ya es una joven que se ha ganado un lugar de honor dentro del deporte salvadoreño. Dos veces campeona mundial de patinaje, referente indiscutible de la nueva generación de atletas y símbolo de disciplina, su historia combina talento, sacrificio y un profundo amor por su familia y por El Salvador.
A tan corta edad, sus logros son de alto nivel internacional y, para buena parte de los amantes del deporte del país, entra en la discusión como, quizá, una de las deportistas más importantes en la rama femenina en la historia de la nación.
En elsalvador.com platicamos con ella y hacemos un repaso por la trayectoria de aquella niña inquieta que su padre y su abuela llevaron al Polideportivo, hasta la mujer que hoy coloca al país en el mapa del patinaje mundial.
Conocé a Ivonne Nóchez la chica que ha cambiado la historia del patinaje en El Salvador. Vídeo/ Michelle Parada
2021 y 2022: los primeros destellos
El camino de Ivonne en la élite mundial comenzó en 2021, cuando conquistó un bronce en los Juegos Panamericanos Junior de Cali-Valle en los 200 metros meta contra meta. Aquel podio fue la confirmación de que había dejado atrás las divisiones infantiles y juveniles para dar un salto al nivel Sub-23.
La gran explosión llegó en 2022, un año que quedó marcado en la memoria: Ivonne se convirtió en tricampeona mundial juvenil, con tres oros en las pruebas de los 200 metros meta contra meta, la vuelta al circuito y los 100 metros carriles en los Juegos Mundiales que se realizaron en Buenos Aires, Argentina.
2023: la consolidación
El 2023 fue el año en el que Ivonne se confirmó como atleta de calibre internacional. Compitió frente a potencias como Colombia y sumó roce internacional en los Panamericanos de Santiago, donde ganó plata.
En ese año también participó en los Juegos Centroamericanos y del Caribe que se celebraron en San Salvador, la capital de su país natal. Aquí se colgó una medalla de plata y tres de bronce.
Además, fue reconocida con la Espiga Dorada como máxima estrella femenina del deporte nacional y se graduó en la Fundación Educando a un Salvadoreño (FESA). Ese año marcó el inicio de una Ivonne más madura, enfocada en avanzar dentro del alto rendimiento.

2024: salto a la élite absoluta
El año siguiente trajo otro premio al esfuerzo. En Italia, durante los World Skate Games, Ivonne ganó su primer oro en categoría mayor, en los 100 metros carriles. La imagen de la salvadoreña en el podio, recibiendo la sudadera de campeona mundial mientras sonaba el himno nacional, quedó como una estampa inolvidable para el país.
También brilló en el Campeonato Panamericano en Ibagué, Colombia, donde se proclamó campeona continental en los 100 metros y sumó dos platas más. “El 2024 también fue muy importante porque gané mi primer oro mundial en mayores en un campeonato del mundo. Fue un año súper súper competitivo y también súper bueno para mí”, recuerda.
En un deporte dominado por Colombia, Italia o Corea del Sur, ver la bandera salvadoreña ondear en lo más alto fue un mensaje claro: Ivonne estaba lista para competir con las mejores del planeta.
2025: el año histórico
Si 2024 la consagró, el 2025 la hizo eterna. En los Juegos Mundiales, en China, Ivonne se convirtió en la primera salvadoreña en ganar dos oros en una misma edición.
Las preseas llegaron en las pruebas de 200 metros meta contra meta y 100 metros carriles, dos estilos distintos que exigieron lo mejor de ella. “El oro más difícil fue el de los 200 metros, porque no soy tan de resistencia, yo soy más explosiva. Para mí fue un reto enorme”, confiesa.
Luego de China, Ivonne conquistó la medalla de plata en la prueba de 200 metros meta contra meta en los Juegos Panamericanos Junior Asunción 2025, al registrar un tiempo de 18.936 segundos. Con esta actuación, la atleta de 21 años sumó la primera presea plateada para El Salvador en la justa continental juvenil.

Al preguntarle cómo se sintió al ser la primera mujer salvadoreña en ganar dos medallas de oro en los Juegos Mundiales, confiesa que está muy orgullosa, muy contenta. “Creo que estoy iniciando mi carrera deportiva al más alto nivel durante estos últimos años, entonces creo que me sentí bastante feliz de obtener estos logros bastante importantes para el país”, afirma con alegría.
Estos triunfos en agosto de 2025 no solo la consolidaron como una de las mejores del mundo, sino que escribió una página inédita en la historia del deporte salvadoreño.
En el futuro, le esperan los Juegos Centroamericanos Guatemala 2025 en octubre, el Campeonato Centroamericano y Juegos Bolivarianos. Por ello, los últimos meses han sido de mucha preparación.
Sus primeros pasos
Ivonne comenzó a patinar desde muy pequeña, casi por casualidad. Su padre, durante unas vacaciones, la llevó al Polideportivo y al ver a otras niñas sobre ruedas decidió inscribirla, pensando también en canalizar la energía de su hija inquieta. Ella aceptó encantada y, mientras duraron sus vacaciones, fue él quien la acompañó a los entrenamientos.
Después, su abuela tomó el relevo y no faltó a ninguna práctica. Con el tiempo, las primeras victorias despertaron en Ivonne una motivación especial: el gusto por ganar. Desde entonces, el patinaje se convirtió en parte esencial de su vida.
Cada oro, cada podio, lo dedica a quienes han estado desde el inicio: su familia. Sus padres, sus hermanos y, sobre todo, su abuela, la mujer que la llevó incansablemente a los entrenamientos cuando era una niña. “Ellos son mis pilares importantes”, reconoce.

Sin embargo, el éxito también requiere cambios. Desde los 14 años entrena en Colombia, donde ha podido hacerlo en un alto nivel. “Gracias a Dios, desde los 14 años he podido entrenar en Colombia. No es fácil, porque físicamente a veces el cuerpo no aguanta, pero esos son los sacrificios que un deportista debe hacer”, cuenta.
Con esta oportunidad, también ha tenido que estar lejos de su familia. “Me pierdo cumpleaños, reuniones, momentos con amigos… pero son sacrificios que valen la pena porque uno lucha por algo que va a seguir dando resultados”.
Entre lo que más extraña de su país también está la playa salvadoreña. “En Cali no hay playa, y yo sueño con la playa de El Salvador”, dice entre risas. Al hablar de su país también admite que representar a El Salvador la hace sentir muy orgullosa. “Todas las personas que me apoyan me hacen sentir que formo parte de ese país tan pequeño pero de un corazón grande”, afirma con un sonrisa.
Una joven como cualquier otra
A pesar de su madurez deportiva, Ivonne sigue siendo una joven que disfruta de lo simple: salir con amigos, ver series, grabar TikToks. Le gusta también practicar otros deportes como el ciclismo, y seguir otros deportes como la gimnasia, el atletismo y el levantamiento de pesas.
Cuando se le pregunta por el futuro después del retiro, lo admite con calma: “No lo he pensado, pero tal vez podría ayudar como entrenadora. Mi experiencia puede servir a otros”.
Inspiración para una generación
Ivonne reconoce que su historia inspira a las nuevas generaciones: “Lo que he logrado siento que motiva a los deportistas pequeños. Mi consejo es que sean disciplinados, constantes y que no por un obstáculo dentro del camino se vayan a rendir, sino que sigan luchando por lo que quieren lograr”.
Hoy, en pleno apogeo de su carrera, combina juventud con experiencia. Ha vencido a rivales fuertes y sabe lo que es ganar por una milésima de segundo. Su presente es brillante y su futuro todavía más prometedor.
Con apenas 21 años, Ivonne Nóchez ya cambió la historia del deporte salvadoreño. Lo que viene —Centroamericanos, Bolivarianos y más Mundiales— podrá ser una oportunidad para reforzar un legado que apenas comienza.
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