El Salvador busca romper su mala racha ante Surinam: una rivalidad que cambió con el tiempo
La Selecta nunca había tenido problemas ante Surinam, pero en los últimos años la historia dio un giro inesperado. Este 2025, el combinado surinamés presume dominio y pone a prueba la memoria ganadora de la Azul y Blanco.
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elsalvador.com
Publicado el 13 de noviembre de 2025
El Salvador enfrenta a Surinam con la misión de romper una racha negativa en los últimos enfrentamientos. Aunque históricamente la Selecta dominó la serie, con victorias contundentes en los años 70, 80 y 2000, los tiempos han cambiado: Surinam no ha perdido en los dos últimos choques y llega fortalecido por jugadores formados en Europa. El Salvador, que no vence a este rival desde 2011, busca revancha y mantener vivas sus opciones mundialistas. El partido en Paramaribo será más que un duelo eliminatorio: una oportunidad para recuperar orgullo y cerrar el año con esperanza rumbo a 2026.
Durante décadas, El Salvador fue amo y señor de sus duelos ante Surinam. Sin embargo, en los últimos tiempos, la historia ha cambiado drásticamente. Lo que antes era un rival “accesible” en las Eliminatorias Mundialistas, hoy se ha convertido en una verdadera piedra en el zapato para la Selecta, que no ha podido vencer a los surinameses en sus dos más recientes enfrentamientos rumbo al Mundial 2026.
Surinam, una nación pequeña del norte de Sudamérica y antigua colonia neerlandesa, vive un renacer futbolístico gracias a la repatriación de jugadores nacidos o formados en Países Bajos, lo que ha elevado considerablemente su nivel competitivo. Mientras tanto, El Salvador atraviesa un proceso de reconstrucción, intentando recuperar el rumbo en medio de una eliminatoria complicada.
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Un historial que comenzó con dominio azul y blanco

El primer encuentro oficial entre ambos se remonta a 1968, cuando la Selecta goleó 6-0 a Surinam, con tantos de Joel Estrada (2), Víctor Manuel Azúcar (2), Juan Francisco “Cariota” Barraza y Juan Ramón “Mon” Martínez. Era la época dorada del fútbol salvadoreño, cuando los nuestros imponían respeto en la región.
Sin embargo, ese mismo año llegaría el primer revés. En Paramaribo, los locales sorprendieron con un 4-1 en las Eliminatorias rumbo a México 1970. Los goles de Schal, Oosthuizen y Lagadeu (2) fueron un golpe de realidad, aunque la Selecta logró reponerse en duelos posteriores.
En 1977, El Salvador volvió a imponerse con apuros (3-2), con goles de Jorge “Mágico” González y un doblete de Mario Helmer Rosas. Años después, en 1985, los nuestros recuperaron su contundencia: dos victorias consecutivas por 3-0, con nombres legendarios como Mauricio “Tuco” Alfaro, Wilber Huezo y Luis Baltazar “Pelé” Ramírez Zapata.
De la tranquilidad al tropiezo moderno
Durante los años 2000, la supremacía cuscatleca se mantuvo. En 2008, El Salvador ganó 2-0 y luego 3-0 en el Cuscatlán, con goles de Rodolfo Zelaya y Eliseo Quintanilla. En 2011, otra victoria 3-1 en Paramaribo con doblete de Léster Blanco y tanto de Edwin Sánchez.
La última alegría en la serie llegó también en 2011, rumbo a Brasil 2014, con un 4-0 que tuvo a Osael Romero y Rafael Burgos como protagonistas. Desde entonces, la historia cambió.
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El cambio de era: Surinam toma ventaja

Pasaron 14 años para que Surinam volviera a enfrentarse a El Salvador, pero esta vez con otra cara. En junio de 2025, ambos empataron 1-1 en el Cuscatlán; Brayan Gil anotó para la Selecta, pero el dominio fue visitante.
Tres meses después, en septiembre, llegó el golpe más duro: Surinam venció 2-1 en San Salvador, con goles de Radinio Balker y Dhoraso Klas. Era la primera vez que los surinameses ganaban en suelo salvadoreño.
Un duelo con cuentas pendientes
Este 13 de noviembre, en Paramaribo, la Selecta buscará revertir la tendencia y romper una racha de tres partidos sin ganar ante Surinam. Aunque en el ranking FIFA El Salvador (puesto 94) sigue por encima del rival (126), las sensaciones dentro de la cancha han sido distintas.
El técnico Hernán “Bolillo” Gómez y sus dirigidos saben que el margen de error es mínimo. Una victoria en territorio surinamés no solo serviría para mejorar el historial, sino también para mantener vivas las esperanzas en la ruta hacia el Mundial 2026.
Porque esta vez, más que una simple estadística, el enfrentamiento entre El Salvador y Surinam será una prueba de orgullo, memoria y carácter.
Con reporteo de El Diario de Hoy
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