El primer juego de la Selecta en los mundiales fue ante Bélgica, un rival durísimo. Los belgas, liderados por Johan Devrindt, eran un equipo tan compacto y eficaz que apartó en las Eliminatorias de la UEFA a selecciones con gran riqueza histórica como la España de Amancio y la mismísima Yugoslavia del gran Dragan Džaji??. Una barbaridad. Habiendo explicado a grandes rasgos los méritos previos del conjunto dirigido por Raymond Goethals, es hora de adentrarnos en el encuentro debut de El Salvador en los mundiales.
En el Estadio Azteca, ante casi 100,000 personas, las selecciones de El Salvador y Bélgica chocaron en un día con baja nubosidad y perfecto para disputar el mejor balompié. El Himno Nacional sonó con particular rapidez dado a su extensión de coro, y los equipos se formaron uno tras otro en diagonal para ese momento especial de los actos protocolarios. En una tribuna lejana asomaban unos cientos de salvadoreños apiñados para alentar a la Azul y Blanco, de ahí mismo emergió la Bandera Nacional y con la trascendente inscripción de: “Dios Unión Libertad”.
Tras el pitazo inicial del árbitro rumano Andrei Radulescu el conjunto de Bélgica sacó desde el centro y no tardó mucho en llegar al área defendida por “Ninón” Osorio y “Chamba” Mariona. El primer córner para Bélgica llegó apenas al primer minuto de juego; el “Indio” Vásquez no quiso reventarla y trató de jugar con “Araña” Magaña quien atrapó el balón en su área lo más rápido que pudo ante el asedio peligroso de Paul Van Himst; el belga estuvo a punto de puntear la delicada devolución del “Indio” adelante del manchón de penal. La Selecta, con un 4-3-3 inicial, fue un manojo de nervios en los primeros minutos de juego.
La Selecta no estaba fina al momento de atacar en los primeros minutos, malos pases en terreno belga y la falta de sociedades hacía que Salvador Flamenco y Ernesto Aparicio desaparecieran entre los centrales y los contenciones belgas. Los europeos tocaban rápido el balón y hallaban circuitos por el medio y poco menos por los costados. La Selecta se veía mejor por las orillas con arribos de “Pipo” y Mauricio Manzano, pero por el centro se le veía con muy poca elaboración de juego.
El 1-0 llegó a los 12 minutos por intermedio de Winfried Van Moer. En pelota quieta el susodicho volante belga no fue perseguido por “Mon” Martínez, tiró una pared por el centro con Wilfried Puis, este le devolvió el balón y Van Moer disparó con mucha comodidad ante la presión aún lejana del “Indio” Vásquez. El trallazo, arrojado desde unos 35 metros superó la marca del volante y luego de “Ninón” Osorio, quien intentó desviar el balón girando su cabeza, pero el esférico le superaría y también a Magaña, quien fue sorprendido por el único bote que dio del balón. Nuestro portero intentó llegar con su mano derecha, pero la pelota dobló su resistencia y se escondió en el rincón bajo derecho de su portería.
La Selecta intentó siempre cerca de la línea de cal enviar centros para jugar por arriba, pero las coberturas de los belgas fueron excelentes para evitar que el balón llegara al área con riesgo. Otros centros salvadoreños ni siquiera culminaban bien debido a algún que otro resbalón. La suerte no acompañaba por ningún lado. Los esfuerzos en defensa destacaban más que en cualquier otra parte de la cancha en favor de El Salvador.
En el segundo tiempo la Selecta salió con mejores intenciones, pero siempre con un juego carente de sociedades más sólidas por el centro. La mayoría de disparos salvadoreños terminaban en el muro belga y rara vez alguno llegó a inquietar a Christian Piot, a quien bien podrían haberle lanzado un pasquín, como se dice en el caló futbolero.
Si Magaña a ojo de pájaro tuvo parte de responsabilidad en el primer gol belga, en el segundo tuvo casi la total. Un centro desde la derecha a cargo de Léon Semmeling no pudo encontrar desmarcado en primera instancia a Van Himst, quien con el amago de testa engañó a Magaña, el arquero salvadoreño quedó a medio camino, el balón le pasó por detrás y fue conectado por Van Moer a los 54 minutos. El belga todavía tuvo tiempo para acomodar el balón con el muslo izquierdo y disparar de derecha de forma violenta hacia el arco vacío. “Chamba” Mariona reclamó una posible mano por si las moscas, pero Radulescu avaló y llegó el 2-0 que botó toda esperanza cuscatleca de empate.
Ernesto Aparicio tuvo en su pie derecho la más clara en favor de la Selecta tras robar el balón a una confianzuda zaga belga. Pero Aparicio, libre de toda marca, remató suave ante el achique de Piot, quien resolvió de gran forma in extremis casi sobre el límite del área chica. “Neto” se lamentó y se arrojó al césped los segundos después. Seguramente, aún no lo cree.
La cereza al pastel llegó a los 73 minutos; Santiago Méndez, quien reemplazó a los 67 a Mauricio Manzano. Méndez bajó en el área a Léon Semmeling y Radulescu decretó penal en favor de Bélgica. Magaña adivinó el cobro de Raoul Lambert, quien de zurda y con mucha potencia sembró el balón por bajo, lejos aún de la mano izquierda de “Araña”. El 3-0 liquidó a la Selecta, que cayó sin atenuantes ante los europeos, más contundentes y más compactos en todas las líneas.
Alineaciones
El Salvador (0): Raúl Magaña; Roberto Rivas, Salvador Mariona, Saturnino Osorio, Mauricio Manzano (Santiago Cortés 64′); José Quintanilla, Jorge Vásquez, Salvador Flamenco; Mauricio Rodríguez (Genaro Sermeño 87′), Juan Ramón Martínez, Ernesto Aparicio. DT: Hernán Carrasco Vivanco
Bélgica (3): Christian Piot; Georges Heylens, Nicolas Dewalque, Jean Dockx, Jean Thissen; Léon Semmeling (Odilon Polleunis 80′), Wilfried van Moer, Johan Devrindt; Paul van Himst, Raoul Lambert, Wilfried Puis. DT: Raymond Goethals.
Goles: Van Moer (13′, 54′), Lambert (penal 80′)