Dice el dicho que las comparaciones son odiosas, pero lo cierto es que esta Selecta que dirige Hugo Pérez, en poco tiempo, ha llenado la retina del aficionado salvadoreño. Hablemos claro, no es un equipo que la tendrá fácil en la octogonal. Tampoco pasó caminando. Más allá de que logró goleadas, también dejó muestras que la defensa puede complicarse ante rivales más ordenados y propositivos.
Con muy poco, equipos débiles como Antigua y Barbuda o San Cristóbal y Nieves les generaron. Sino, recordemos que "Cacho" Larín salvó dos veces al equipo nacional de goles casi cantados ante estos rivales. O que el poste le dijo que no a Antigua en el Cuscatlán cuando el juego iba aún 0-0. Al final, se pasó con una larga ventaja de la segunda etapa, un 6-0 sobre San Cristóbal y Nieves.
Y en el balance general, los números dicen que, con Hugo Pérez al mando, la Selecta ha logrado el 100% de efectividad, 16 goles a favor y ninguno en contra. ¡Vaya rachita!
Es ahí precisamente donde destaca este equipo, por una propuesta fresca, descarada si se quiere, en nombres propios como los de Joshua Pérez, Jairo Henríquez, o Walmer Martínez, que por las bandas explotan de manera particular, encaragan, proponen, no le tienen miedo al error, tiran a marco y hacen goles y los dejan servidos en bandeja. Mención aparte de David Rugamas, ungido con la varita mágica del gol en estos últimos juegos.
El esquema no es tan distinto al que usaba Carlos De los Cobos, con 4 hombres atrás, un contención, un volante mixto, un creativo, dos extremos y un único delantero. La diferencia, las piezas, el ensamblaje, y, sobre todo, el estilo. Este equipo sale a pararse a campo rival, a presionar bien arriba. ¿Cuándo veían a Marvin Monterroza marcando la salida del portero con el azteca como DT? ¿Cuándo subía el carrilero por derecha para juntarse con el volante de ese mismo lado y dejar descubierto toda la banda con tal de proponer?
Con De los Cobos no pasaba, y ojo, que cualquiera puede decir: "puesí, pero con equipos del Caribe, veamos en la octogonal". Precisamente, contra equipos del Caribe, la actual Selecta de De los Cobos (no la de 2009) no lograba encimar tanto. Se sufrió de lo lindo contra equipos caribeños con el azteca, más allá de que dejó encaminada la eliminatoria. El 25 de marzo, se le ganó por un 2-0 a una débil Granada a la que apenas se le tiró a marco, y que también desnudó, en parte, los problemas defensivos. El 28, se empató ante Montserrat por 1-1 en un partido para el olvido. Esos fueron los últimos partidos que dirigó De los Cobos, el actual, porque el anterior, en su primer arribo, llevó a la Selecta a la hexagonal final con un buen paso, con goleadas a los caribeños, como aquel 16-0 global contra Anguila. Eso sí, ya en la hexagonal, muy poco hizo el equipo, que acabó quinto. Faltará ver si lo supera Hugo Pérez.
Pero, al menos, este equipo propone más. Generó no menos de 4 ocasiones clarísimas de gol para anotar más veces ante San Cristóbal la noche del martes pasado. Fácil pudo ser un 6-0, fácil: Un penal errado de Bonilla, otro mano a mano que le ganó el arquero rival, dos que se comió de forma increíble Mayén. Y esas, hablando de las claras, clarísimas, porque de ahí, el meta le sacó una a Monterroza, otra a Larín, un cabezazo más a Rugamas, y este estuvo cerca de marcar con otro testarazo que se fue apenas desviado, igual que dos tiros de Joshua Pérez que pasaron saludando el poste.
Para muestra, un botón: esta Selecta se anima a probar de media y larga distancia, algo que se ve muy poco en el fútbol nacional y que era la excepción y no la norma con el equipo de De los Cobos, uno que esperaba atrás, que jugaba al error del rival, que quería hacer goles con muy pocos hombres adelante.
Quizás le pase factura a Hugo Pérez su estilo ante rivales de peso como Estados Unidos (que goleó a la de De los Cobos con la juvenil), México, o incluso Canadá, que tiene a jugadores velocísimos por las bandas. Quizás tenga que cambiar incluso de estilo, él sabrá. Pero lo cierto es que, contra rivales del Caribe, esta Selecta al menos lo intenta. Le abuchearon porque se come los goles, no porque no lo intenta. Y, aunque a veces juega para atrás, no lo hace sin idea, sino para abrir al rival, para protegerse con el balón de una manera inteligente, y con toques mucho más rápidos. Es más vertical. Al menos, esa ya es una ganancia.
Las quejas en los últimos partidos de la Selecta no son por aburrimiento, son porque se comieron los goles, o porque se salvaron de que no les anotaran. Con De los Cobos eran porque no se proponía nada, e igual se salvaban de encajar. Hay un avance importante, no sé si suficiente, pero genera esperanzas.
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