Hernán Carrasco Vivanco lamenta cómo juega la Selecta de De Los Cobos

Leyenda viva del fútbol salvadoreño, con la sabiduría de 90 años al servicio de este deporte, gran especial de las 25 preguntas con el técnico que hizo historia con Alianza y la Selección

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Por Mario Reyes | Twitter: @MarioDR

2019-11-07 9:57:00

A sus 91 años, don Hernán Carrasco Vivanco está lejos de retirarse totalmente del fútbol. Como hace casi 55 años hizo al aterrizar en el país, aún sueña con un fútbol salvadoreño impulsado por las fuerzas básicas; un fútbol que se nutra de futbolistas bien educados y formados, de entrenadores bien capacitados y de dirigentes sobrios y aptos para liderar.

Don Hernán aún recuerda las alegrías y amarguras que le dejó el fútbol cuscatleco. De la primera vez que tuvo que renunciar al Alianza; de la vez que lo enmotelaron con toda la Selección previo al Mundial de 1970; de aquellas veces que planeó frenar a los mejores futbolistas brasileños de la historia. De muchos recuerdos vive aún este maestro.

1. Además de ser futbolista, usted es docente de profesión. ¿Cómo lo llevó esto a convertirse en entrenador?

En Chile, yo jugué con Universidad de Chile, pero muy poco, porque me dediqué más que nada a estudiar y a capacitarme y a entrenar divisiones inferiores. Me retiré como a los 24 años, porque había mucha actividad deportiva y no podía seguir estudiando. Así que ahí me buscaron para las divisiones inferiores de la U y me quedé ahí como por 10 años. La verdad es que yo era profesor normalista, estudié mucho la pedagogía, la metodología y el método científico; después, las experiencias que tuve en “la U” y en Colo Colo me ayudaron mucho para ser un director triunfante.

Hernán Carrasco
El entusiasmo de este amante del fútbol ha sido inalterable con el paso de los años.

2. Me surge la duda de con cuál equipo se identifica más, ¿con la U o con Colo Colo?

Con la U… Es que ahí hicimos una labor muy linda de divisiones inferiores, que es lo que debería hacerse aquí, guardando las distancias. Ahí formamos al mejor equipo que ha habido en Chile de todos los tiempos. Esa formación duró cinco años y después aportamos nueve jugadores a la selección chilena que salió tercera del mundo en 1962. Colo Colo fue después, pero poco tiempo: estuve tres años en divisiones inferiores y después pasé al primer equipo, porque se fue don Flávio Costa, el entrenador del “Maracanazo”. Hicimos una campaña extraordinaria, fuimos campeones.

3. ¿Cómo fue a dar con la selección chilena mundialista de 1962, la de Fernando Riera?

Con Fernando, fui uno de los ayudantes; como aportamos nueve jugadores a la selección, y yo era el jefe de las divisiones inferiores, a él lo conocía desde hace mucho tiempo. Él me buscó y creyó que yo podía influir en algún aspecto con esos nueve jugadores. Ya tenía yo un prestigio futbolístico.

4. En ese Mundial le tocó tratar de frenar por primera vez a un crack Mundial: Garrincha. ¿Cómo fue esa semifinal contra Brasil?

Yo estuve viendo a Brasil y a los equipos que jugaban en Viña del Mar, y observé que a Zagallo lo tiraban muy atrás y él era el que armaba. Pelé no jugó, sino Vavá, y atrás tenía que marcarlo el propio volante contrario. Esa indicación yo se las di y así fue… pero al final no lo marcaron bien. Pero en ese tiempo Brasil era imparable, individual, colectiva, anímica y sicológicamente… ¡Era un equipazo!

5. Tras salir de una Copa del Mundo, ¿qué lo convenció de venir a dirigir acá?

El Salvador mandó cartas a varios países de Sudamérica, según me dijeron después, porque buscaban técnico para la selección que iba al Norceca de Guatemala en 1966. El secretario me dice que había llegado esa nota de El Salvador, invitando a un entrenador que quisiera presentar su currículo. A última hora, el secretario de la federación chilena me animó a presentarme, y me llamaron a mí, de la Embajada de El Salvador en Chile, y aquí vine.

6. Ya pasó más de medio siglo de su venida al país. ¿Nos estancamos o retrocedimos?

Hemos retrocedido y no nos ponemos en el tren de que el fútbol, hoy en día, es una cosa tan importante, en todas partes, y que se le tiene que dar categoría. No porque sean jugadores pobres que van a ir a un hotel a comer bien en las concentraciones, eso es otra cosa. Aquí solo entrenan una hora diaria, y ahora que se están jugando tres partidos a la semana tendrían que entrenar más, y más duro. ¡Querían jugar allá en San Miguel a las 2:00 de la tarde! ¿Ha visto usted barbaridad así?

7. Pues… se ha visto jugadores de reserva comiendo pollo frito, pizza, y toda comida rápida tras un partido. ¿Qué le parece?

Si el pollo es lo más sano que hay, ¡pero no frito! Tiene que haber un buen consomé, un buen estofadito de pollo, un bistequito no muy grande, puré, líquido para reponerse; y siempre en las mañanas jugo de limón con miel… El directivo tiene que entender que él tiene que ir a buscar los medios para que las cosas sean bien hechas, ¡y no seamos tan miserables de darles pupusas en el almuerzo!

8. ¿Por qué al dirigente salvadoreño le cuesta tanto invertir en fuerzas básicas?

Es que no tienen idea de lo que es el fútbol. Para el dirigente ignorante, es fácil. En Chile, no crea, ahí también hay directivos malos. Yo pongo como ejemplo el Barcelona: un buen equipo debe tener buenos dirigentes, implementación, cancha para entrenar y entrenadores capacitados. Lo demás, viene solo.

9. Pero hace tiempo que tenemos divisiones inferiores, incluso ganando torneos sub 13 en Concacaf. ¿Por qué sequimos igual?

Lo que más falta hoy son entrenadores pedagogos. Para estar frente a un niño hay que aplicar los fundamentos de la enseñanza-aprendizaje, porque el fútbol, hoy día sobre todo, hay que enseñarlo bien… Después los entrenadores no enseñan, no están capacitados o no lo están con todos lo conocimientos que deben tenerse. Hoy día, más que nunca, se está enseñando el uso de las dos piernas, la velocidad de acción, de ejecución y la velocidad de la pelota. Si usted está empapado de todo esas cosas, va a tener un buen equipo. Si no, imposible.

10. Lo escucho hablar del fútbol como si se tratase de una ciencia…

¡Pero lógico! La salud, la biología, la alimentación, la vitaminación, el sicólogo… Eso es lo que ha hecho Europa: aplicar la ciencia al futbolista. Chile tuvo suerte de que al fútbol nos incorporamos varios profesores: Lucho Álamo, Pedro Morales, Hugo Tassara y Carlos Gárate y yo, cinco profesores normalistas y de educación física. Estuvimos a cargo de la formación de todos los entrenadores en todo Chile, de ahí salieron tantos buenos jugadores y el fútbol se incrementó en todo el país.

11. ¿Cómo fue la charla en el descanso del Alianza-Santos de 1966?

Perdían 0-1… Estábamos jugando bien; había que insistir en la marcación y en todo lo planificado, empeñararse más, jugar con la cabeza. Había que marcarlo más a Pelé y que cuando él pescara la pelota y la largara, que no la pescara más, porque ese es el hombre gol, y cuidarlo con Coutinho. La clave era marcarlo bien, pero sin ‘foul’, que no lo mataran, y siempre el relevo.

Pelé (espaldas) durante el partido ante el Alianza FC en el Estadio Flor Blanca

12. Hoy, un resultado así haría demasiado revuelo. ¿Cómo se dimensionó aquello?

Se supo en todas partes del mundo que le habíamos ganado a Pelé, ¡porque nadie le ganaba! Yo estaba haciendo un curso en Inglaterra y de repente me invitan a un ágape en un lindo restaurante; supieron que yo era el entrenador que le había ganado a Santos y me empiezan a saludar los 60 alumnos del curso. De Chile me mandaron felicitaciones, porque ahí no le ganaban, y uno de los refuerzos en ese partido (procedentes de Estudiantes de La Plata) dijo que nunca había visto un entrenador que se expresara tan bien en la táctica como contra el Santos -eso después me lo contó Ricardo Sepúlveda-. Aquí, teniendo todo eso, igualamos a cualquier equipo. ¿Cuál era el secreto? Cuidarse bien.

13. ¿La Orquesta Alba es el mejor equipo que hubo en toda la historia de nuestro fútbol?

¡El mejor equipo del fútbol salvadoreño!, y no es por petulancia, no. Es muy difícil que haya otro equipo como ese. La Selección del ‘82 era un buen equipo, pero la Orquesta hizo una campaña nacional e internacional muy bonita, ¡que cuesta ante todos esos equipos que le ganó! Para mí es el mejor equipo porque era muy bueno y jugábamos bien, al toque, todo bien hecho. Anticipó al fútbol moderno. Muy difícil que haya jugadores como Sepúlveda, como el Chueco Hermosilla, como Mariona , como Guido Alvarado, como todos esos jugadores y que aceptaron la idea que les di. Cuando se hacen bien las cosas, se sale arriba, aunque sea un país chico.

14. De esa camada de jugadores, ¿a cuál le gustaría volver a entrenar?

Hay varios: Chamba Mariona, Mario Monge, Sergio Méndez -que murió-; “El Patagorda” Morales, que venía lesionado de Estados Unidos, acá vino a entrenar y tenía una técnica extraordinaria. Este Cañaditas (Manuel), que fue buen periodista y ahora tiene su libro.

15. ¿Cómo fue su salida de la Orquesta?

Fue la estupidez más grande. Estaban los Sol Meza, que tenían pisto y ganaron más con los estadios llenos, y vienen y me dicen que tengo que bajarme el sueldo. “¿Cómo es posible que ustedes estén pensando en eso?”. En el Marte salimos campeones dos años y el Alianza, hasta 20 años volvió a lograrlo. ¿Cómo voy a echar yo a un entrenador que ha logrado todo esto? Yo lo mantengo e incluso lo mando a perfeccionar a Europa.

16. ¿Y su peor momento como técnico?

Tuve la mala suerte de tener un dirigente de lo más nefasto: el coronel Guerrero (presidente de Fesfut). No conseguía lo fundamental, que era cancha para entrenar; no teníamos estadio, no conseguía implementación; los jugadores, cada vez que iban fuera a jugar, les debían los viáticos. Una vez le digo que si eso sigue así, yo daba el paso al lado. Y me dice, “cómo no, ¡delo!”. ¿Qué le costaba decir “cómo no, conversémoslo”, ¡y arreglar esos problemitas chiquititos, comparados con otras cosas! Ni que le fuera a pedir el aumento de sueldo o premios de mil dólares.

17. ¿Alguna vez se le quisieron meter en una convocatoria?, ¿bajarle a alguien del avión? Me quisieron bajar a Raúl Magaña, para el Mundial del 70. Vamos a tomar el avión, en el aeropuerto, y me manda a decir Guerrero que Magaña no viaja. ¿Por qué? Porque después de que se habían robado la mitad de la implementación que dio Adidas, Magaña dijo que qué lástima que se había desaparecido todo eso. Por eso lo querían bajar. Él quería mandar, hasta ser presidente del país, y había dicho que ningún jugador de los que habían clasificado tenían que ir al Mundial. Cuando el presidente Fidel Sánchez Hernández me pidió que tomara la selección (1970), puse como condición que ese señor no tuviera nada que ver con la selección.

Parte del plantel que jugó el primer Mundial para El Salvador, en México 1970.

18. ¿Qué más pasó esa vez en México ‘70? Luego, el coronel Guerrero nos metió en un motel donde llega todo el mundo. Había unas rubias y unas negras lindas, llegaban en la tarde a buscar jugadores, ¡y nosotros concentrados 15 días en ese lugar con jugadores jóvenes! Ahí se desquitó el coronel, pero de una forma tan estúpida, perjudicando al país y a los jugadores. Ahí quise renunciar yo, pero otro dirigente que andaba me convenció para que no. Si no, iba a correr la voz en todo el mundo de que El Salvador se quedaba sin entrenador. Y por El Salvador no lo hice. Luego, como 15 mariachis nos despertaron a las 3:00 del mañana, el día que jugábamos con México; los directivos, que se quedaron con los tacos largos que había dado Adidas, que era con los que teníamos que jugar en esa cancha recién hecha. Jugamos con taquitos cortos.

19. ¿Y si le tocara dirigir a la Selección?

Si me la dieran y me pagaran 50 mil dólares, yo no la acepto. Aunque lo necesite, no la acepto, porque voy a ir a fracasar. Todo lo que yo sé es para tener otra institución, para que haya cancha, pagos al día, casa club para que se concentren los jugadores y no vayan a hoteles donde consiguen mujeres en la noche.

20. ¿Puede una persona de fútbol como usted, a su edad, retirarse completamente?

Es difícil dejarlo. Yo tendría que ser de esta gente que tiene Alianza o cualquier equipo, sin dirigir pero para decir “traigamos a este jugador, a este otro, traigamos a este técnico”, y dar ejemplos y también alguna idea futbolística. ¿Cómo puede estar jugando con un punta la Selección? ¡No, si ese equipo tendría que estar jugando de otra manera!

21. ¿Cómo tiene que jugar la Selecta?

Con dos arriba, un contención bien trabajado y un ‘10’ que también llegue a defender y a trabajar con todos cuando tienen que bajar. En bloque, todos a la media cancha, y todos salimos en bloque para allá. Para eso tendrían que estar todos preparados físicamente y bien comiditos y todo. Haría un tremendo equipo yo también con la selección. Todas las falencias de la fundamentación táctica se suplen con el amor propio e interés… ¡Y ya habrían aprendido una pared, que es tan fácil!

22. Con tanto que ha vivido Ud. en el fútbol de acá, ¿cómo tomó aquello de los amaños?

Durante los años que estuve con las divisiones inferiores y los clubes de Chile, eso no se hizo. Porque allá, en todas las charlas se les dice que el jugador tiene que ser de una honradez profesional extraordinaria; tiene que dar el ejemplo porque los niños les imitan hasta el modo de andar; tienen que ser cumplidores y responsables en todo. Si hubiera escuelas de fútbol, eso no hubiera pasado nunca aquí. Un jugador bueno, inteligente, que salió de escuela de fútbol, no puede ser así.

23. ¿Usted formó a jugadores contemporáneos de esa generación en su escuela?

Aquí llegaron Josué Hernández, Javier la Tuca Gómez, Isaac Zelaya, Kevin Carabantes, Manuel Salazar… Cinco o seis jugadores de selección, y eso que una escuela que era más que nada recreativa. ¡Pu…, si es que yo tengo tanta fe en las divisiones inferiores! Viera usted que uno se da gusto. Solo con los chiquiticos, porque a los grandes me los saca FESA. Hace poco me caí, me operaron, y ya me calmé para enseñar lo pedagógico y lo empírico.

Henry Hernández y Kevin Carabantes, porteros de la selección mayor, han trabajado junto a los porteros de la Sub 20. Foto EDH/ Josué Parada

24. ¿Cómo ve a la selección chilena de hoy?

Este equipo salió todo de divisiones inferiores. Antes costaba salir campeón porque había muy buenas selecciones, pero ha salido un buen equipo, buenos jugadores, y ganaron bien. Después se ha desvirtuado un poco con algunos jugadores que no han estado bien, se han estado peleando entre ellos y se ha desarmado un poquito el camerino.

25. ¿Qué es lo mejor que le dejó el fútbol?

La satisfacción más grande mía es que no hay ni un jugador que no venga y me salude, con respeto, y gente que no tenía nada que ver con el fútbol ni con los clubes me inviten ahí, a tomar desayunos todos los meses. Con ellos empieza uno a contar todas las historias, eso les gusta. Realmente se encuentra uno muy satisfecho, muy complacido y reconocido.