El programa con más humo de las redes sociales, Los Provocadores, hizo un recordatorio, en conjunto con la afición, de los jugadores más bruscos, “chucos”, “leñeros” del fútbol en El Salvador y surgieron muchos nombres, entre ellos, el de Ramón Alfredo Fagoaga, quien no dudó en proclamarse el “número uno de los leñeros” del país.
El experimentado exmundialista afirmó que el tema de la rudeza al jugar se fortaleció con los argentinos que llegaron hace poco más de medio siglo al país. “Soy el número uno de los más leñeros, no me pongás en otro lugar. Yo comencé como centrodelantero. Jugué en ascenso con Dragón y metía goles”, dijo.
Así mismo, consideró que la forma de jugar dependía de la región del país. Por ejemplo, caracterizó al occidental como un jugador más técnico, comparado al oriental, que era más rudo y fuerte. Y recordó a Ramón “Mon” Martínez, de quien dijo que, si su rival no era listo, terminaba en el césped.
Haciendo una crítica al fútbol de la actualidad, Fagoaga explicó que “El camerino ha cambiado mucho en los años siguientes. Hemos perdido el camerino. Nos enseñaron códigos de Argentina. Hoy no hay códigos ni camerinos fuertes”.
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Así mismo, dijo que, en su visión, lo único que puede salvar al fútbol nacional es la intervención estatal. “Es un problema tan grande el de nuestro fútbol y sin invertir. Solamente que el gobierno intervenga el fútbol acá… Tenemos que hacer un cambio radical con los dirigentes, que son más de lo mismo”.
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Incluso, se animó a dar unos tips de cómo llegarle a los rivales en los partidos, “Nunca tenés que pegar de espaldas. Tenés que pegar pequeños puntapiés al pie de apoyo, luego en las costillas del lado que no puede ver el árbitro. Las manos siempre adelante, por si te meten un codazo”, explicó.
Luego hizo un análisis de cómo estuvo la participación salvadoreña en España, específicamente en la goleada 10-1 ante Hungría. Dijo que les faltó liderazgo en la cancha. Así mismo, en su perspectiva, “Paco (Francisco Jovel) y la Chelona (Rodríguez) no podían jugar juntos. Eran los mismos estilos. Paco era mil veces mejor a Jaime. Jaime fue vivo. Hizo una carrera brillante. Paco siempre tuvo falta de visión, más retraído, no quiso salir. El mejor central libre de la historia”, indicó.
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