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Manuel Lapuente, ex técnico de fútbol mexicano murió a los 81 años. Foto AFP

Fallece Manuel Lapuente, histórico entrenador mexicano, a los 81 años

El exseleccionador nacional y campeón con varios clubes de la Liga MX murió este sábado dejando un legado imborrable en el fútbol mexicano. Fue símbolo de liderazgo, disciplina y amor por el deporte.

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Por Agencias
Publicado el 25 de octubre de 2025

 

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El histórico entrenador Manuel Lapuente falleció este sábado a los 81 años, dejando un legado imborrable en el fútbol mexicano. Campeón con Necaxa, Puebla y América, y recordado por dirigir a la Selección Mexicana en el Mundial de Francia 1998, Lapuente alcanzó la cúspide al ganar la Copa Confederaciones de 1999, uno de los mayores logros del Tri. Su carácter firme, visión táctica y pasión por el fútbol lo convirtieron en un referente del banquillo nacional. Su muerte deja un vacío enorme, pero su historia seguirá inspirando a generaciones dentro y fuera del campo.

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El fútbol mexicano está de luto. Este sábado se confirmó el fallecimiento de Manuel Lapuente, uno de los entrenadores más emblemáticos en la historia del balompié azteca, a los 81 años de edad, víctima de complicaciones derivadas de una neumonía, según reportes. La noticia fue confirmada por medios y exjugadores cercanos al técnico, quien dejó una huella profunda tanto en clubes como en la Selección Nacional de México.

Su partida marca el final de una era. Lapuente fue un estratega que combinó la pasión y la disciplina con una mentalidad moderna para su tiempo, y que formó a generaciones de futbolistas bajo su característico estilo exigente, táctico y humano.

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Un líder que marcó historia en la Liga MX

Nacido en Puebla en 1944, Manuel Lapuente dedicó toda su vida al fútbol. Primero como jugador —siendo delantero del Necaxa y el Puebla FC—, y posteriormente como entrenador, donde alcanzó la gloria y el reconocimiento nacional.

A lo largo de su extensa carrera como técnico, dirigió a equipos históricos de la Liga MX como Necaxa, América, Puebla, Tigres y Cruz Azul, dejando huella en cada uno de ellos. Su nombre quedó grabado con letras doradas en la historia del fútbol mexicano al conquistar tres títulos de liga y demostrar un estilo de juego pragmático pero efectivo.

Su etapa más recordada en clubes llegó al frente del Club América, donde fue campeón del Verano 2002, y con Necaxa, equipo al que llevó al título en la temporada 1994-95 y al tercer lugar en el Mundial de Clubes del año 2000, un logro sin precedentes para el fútbol mexicano en aquel entonces.

El estratega del “Tri” y el oro de 1999

Manuel Lapuente también será recordado por su etapa al frente de la Selección Mexicana, con la que alcanzó algunos de los momentos más importantes del fútbol nacional. Dirigió al Tri en dos etapas: la primera en el Mundial de Francia 1998, donde México protagonizó recordadas remontadas ante Corea del Sur, Bélgica y Países Bajos antes de caer con honor frente a Alemania en octavos de final.

Su segundo gran capítulo llegó en 1999, cuando llevó al combinado nacional a conquistar la Copa Confederaciones celebrada en México. Bajo su mando, el equipo comandado por Cuauhtémoc Blanco y Miguel Zepeda derrotó a Brasil 4-3 en una final épica disputada en el Estadio Azteca. Aquella tarde, el país entero celebró uno de los títulos más importantes en la historia del fútbol mexicano.

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Un hombre de carácter, estrategia y valores

Lapuente era conocido por su carácter fuerte, su obsesión por el orden táctico y su capacidad para sacar lo mejor de sus jugadores. Exfutbolistas que pasaron por sus manos, como Cuauhtémoc Blanco, Germán Villa, Adolfo Ríos o Luis Hernández, lo han descrito como un maestro dentro y fuera de la cancha, un técnico que enseñaba fútbol y valores por igual.

Su figura representó el equilibrio entre la vieja escuela del fútbol mexicano y la modernidad táctica. Su respeto por el deporte y su mentalidad ganadora lo convirtieron en uno de los entrenadores más respetados de América Latina.

Además de su éxito en el banquillo, Lapuente también ocupó cargos administrativos, incluyendo la dirección deportiva del Club América, donde siguió aportando su experiencia y conocimiento.

Un legado inmortal para el fútbol mexicano

Con su partida, el fútbol mexicano despide a un referente, pero su legado permanece vivo. Su estilo de liderazgo, sus enseñanzas y sus logros trascendieron generaciones. Lapuente fue más que un entrenador: fue un formador de carácter y un símbolo de profesionalismo en un deporte que siempre amó profundamente.

Clubes, jugadores y aficionados han expresado su pesar y respeto por el estratega poblano, recordándolo como un hombre que vivió con pasión cada minuto dentro del campo.

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