La Selecta busca romper dos rachas negativas históricas ante Guatemala en su último partido en el Cuscatlán
La Selecta no gana en el “Coloso de Monserrat” en Eliminatorias desde 2021 y no vence a Guatemala en territorio salvadoreño desde 1984. Esta noche podría cambiar la historia.
Por
Roberto Montano
Publicado el 14 de octubre de 2025
El Salvador enfrenta a Guatemala esta noche en el Cuscatlán con la misión de romper dos rachas históricas: seis partidos sin ganar en Rondas Finales de Eliminatoria y 40 años sin vencer a la Bicolor en casa. La última victoria en el estadio capitalino fue 1-0 ante Panamá rumbo a Qatar 2022, mientras que contra Guatemala no gana desde 1984. El duelo podría ser el último en el Cuscatlán en este proceso mundialista, por lo que la Selecta busca cerrar con una alegría ante su afición y mantener viva la esperanza en las eliminatorias rumbo al Mundial 2026.
Esta noche, el estadio Cuscatlán será testigo de un partido con tintes de final. El Salvador enfrenta a Guatemala en lo que podría ser su último juego en casa dentro de las Eliminatorias Mundialistas rumbo a 2026, y más allá de los puntos, está en juego el orgullo, la historia y la posibilidad de cerrar una etapa con una victoria que rompa viejas maldiciones.
El equipo de Hernán “Bolillo” Gómez llega urgido de un triunfo que le permita mantenerse con vida en el grupo, pero también con la oportunidad de acabar con dos rachas negativas que han marcado sus últimos años en la competición y en los clásicos centroamericanos.
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Seis partidos sin ganar en el Cuscatlán en Eliminatorias Finales
El “Coloso de Monserrat”, conocido por ser un fortín en otras épocas, ha perdido ese peso en los últimos procesos eliminatorios.
La última victoria de la Selecta en una Ronda Final de Eliminatorias jugando en casa fue el 1-0 ante Panamá rumbo al Mundial de Qatar 2022, con gol de Enrico Dueñas. Desde entonces, el equipo acumula seis partidos sin ganar en ese escenario en fases decisivas.
En ese lapso, El Salvador ha empatado y perdido duelos clave frente a selecciones como México 0-2, Jamaica 1-1, Canadá 0-2, Costa Rica 1-2, Surinam 1-2 y Panamá 0-1 lo que ha dejado una sensación de frustración entre los aficionados. Esta noche, el objetivo es claro: volver a ganar en casa y devolverle al Cuscatlán su carácter de fortaleza.

40 años sin vencer a Guatemala en casa
Si el desafío del Cuscatlán es grande, el historial ante Guatemala lo es aún más. La Selecta no derrota a la Bicolor en suelo salvadoreño desde 1984, es decir, hace 40 años.
Desde aquella victoria, los salvadoreños suman 3 empates y 2 derrotas contra los chapines en el Cuscatlán, además de otros dos partidos disputados en el estadio Jorge “Mágico” González, con un empate y una derrota más. En total, siete partidos consecutivos sin ganar a Guatemala en casa. La última vez que jugamos contra Guatemala fue en la Copa UNCAF en 2007, cuando perdimos por 0-1.
Los enfrentamientos entre ambas selecciones han sido siempre intensos y cerrados, cargados de historia y orgullo regional, pero la balanza ha estado inclinada hacia los guatemaltecos en las últimas décadas.

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Un partido de historia y esperanza
Este encuentro tiene un valor simbólico más allá de la tabla de posiciones. Si bien El Salvador llega con la urgencia de sumar tres puntos para seguir aspirando a la clasificación o, al menos, al repechaje, también busca reconciliarse con su afición y regalarle una alegría tras una serie de resultados adversos.
El estadio Cuscatlán volverá a lucir un ambiente eléctrico, con una hinchada que, pese a los tropiezos, no deja de creer. “Es matar o morir”, dijo Jairo Henríquez en la previa, consciente de lo que se juega el equipo.
El reto será mayúsculo: Guatemala llega también necesitada de puntos, pero la Selecta tendrá el empuje de su gente y la motivación de escribir un nuevo capítulo en esta rivalidad que ya supera el medio siglo.
Un cierre que puede cambiar la narrativa
De conseguir la victoria, El Salvador no solo cortaría dos largas rachas negativas, sino que además reviviría su esperanza en las eliminatorias y cerraría con un mensaje positivo su paso por el Cuscatlán, que podría no volver a recibir un partido clasificatorio en este proceso, debido que ya podría estar el listo el estadio nuevo chino.
Esta noche no solo se juega un resultado. Se juega la fe, el orgullo y la posibilidad de volver a creer.
