7 curiosidades de "Chelona" Rodríguez, ícono eterno del fútbol salvadoreño

Jaime “La Chelona” Rodríguez será recordado como uno de los grandes mediocampistas de la historia del fútbol salvadoreño. Más allá de sus logros deportivos, su vida estuvo marcada por anécdotas, gestos y proyectos que lo convirtieron en un personaje entrañable y querido por la afición.

El exjugador de Alianza FC falleció el pasado 14 de septiembre; familia y amigos presentaron sus respetos en la funeraria La Auxiliadora. Habrá una misa en su memoria a las 11:30 a.m. y una ceremonia privada para su cremación este jueves.

Aquí te dejamos las mejores curiosidades del mundialista salvadoreño:

Origen de su apodo "Chelona"

El apodo de “La Chelona” lo acompañó desde joven cuando su compañero Reynaldo "la Bella" Barrera le hizo un túnel en un entrenamiento y le dijo: "Qué hermosas piernas tienes... chelona". El apodo se volvió leyenda. Con el tiempo, se convirtió en una marca propia y en una de las denominaciones más reconocidas del balompié nacional.

Kevin "Gordo" Rodríguez, periodista deportivo e hijo de Jaime, confirmó la veracidad del nacimiento del sobrenombre a nuestro portal.

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Un trotamundos

La "Chelona" es el único futbolista salvadoreño que participó en más continentes (América, Europa y Asia) y también en más países.

Rodríguez jugó en los siguientes clubes extranjeros: León y Atlas de México, Bayer Uerdingen (conocido como el KFC Uerdingen 05), en Alemania; KPV de Finlandia, NKK y Yokohama Flügels de Japón. Con el Yokohama Flügels conquistó la Copa del Emperador Hiroito en 1993.

Estuvo a punto de jugar en España con "el Mágico"

Según su hijo, el comunicador Kevin Rodríguez, ambos jugadores firmaron el 1 de julio 1982 con el Cádiz pero en el contrato de "Chelona", había una cláusula adicional que no lo dejó jugar con su compañero de selección en España.

“Como aclaración al punto sexto de este documento, la carta de libertad que el jugador deberá aportar es la de su actual club de Alemania visada por la Federación de ese país”, citaba el contrato.

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Jaime Rodríguez era jugador del club alemán Bayer Uerdingen, en ese momento, (conocido como el KFC Uerdingen 05). A pesar de los movimientos de Jaime para recibir la carta de libertad “el Uerdingen no lo quiso soltar y truncó su paso por el fútbol español”, relata Kevin.

Una academia para formar talentos

Tras su retiro, fundó la famosa Academia de Fútbol La Chelona, con la que buscó transmitir su experiencia y valores a nuevas generaciones. Decenas de niños y jóvenes encontraron en su proyecto un espacio de formación deportiva y personal.

Entre muchos jugadores, en sus filas se formaron Andrés "Ruso" Flores y Jaime Alas, quienes luego pasaron por inferiores del argentino River Plate y llegaron a ser seleccionados mayores.

También pasaron por la academia figuras como el delantero Léster Blanco, el arquero Diego Cuéllar y el volante Víctor Merino "el Pega" Dubón.

Integró Cuerpo Técnico con Carlos de los Cobos

Fue coordinador de los equipos nacionales de fútbol salvadoreños y asistente del entrenador de la Selecta Carlos De los Cobos en camino rumbo al Mundial de Sudáfrica 2010.

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Dirigente deportivo

Rodríguez también asumió cargos de liderazgo en el deporte nacional. Fue presidente del Instituto Nacional de los Deportes (INDES) durante el gobierno del ex presidente Mauricio Funes, donde impulsó proyectos para fortalecer la infraestructura y el desarrollo de atletas en distintas disciplinas.

Reconocido en las calles

Su legado fue inmortalizado con un mural en el Barrio Lourdes, en San Salvador Centro, que se inauguró apenas unos días antes de su muerte, obra del artista salvadoreño Rodolfo Díaz. Su imagen quedó plasmada como símbolo de orgullo nacional.

El mural, que se levanta junto a otro dedicado a su compañero de Selección Norberto “El Pájaro” Huezo en un edificio aledaño, se convierte en un punto de encuentro para la memoria futbolera del país. La obra de Díaz retrata la pasión, entrega y carisma de Rodríguez, recordando su participación en el Mundial de España 1982 y sus momentos gloriosos en las canchas nacionales e internacionales.