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Benjamín urge de prótesis, por hoy usa una silla prestada

Benjamín, un hombre de 42 años, tiene complicaciones por la diabetes. El vivió por 23 años en EEUU pero el covid obligó su regreso

Por Cristian Díaz | Ago 19, 2022- 21:45

Benjamín Alvarenga

Benjamín residió por 23 años en Estados Unidos; sin embargo, se vio obligado a regresar a El Salvador debido a que ya no logró trabajar lavando carros porque se enfermó de covid-19, lo que hizo que casi muriera porque apenas tenía una saturación del 5%.

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A eso se suma que desde el 2013 padece de diabetes, generando que luego de más de un año de haber regresado a su natal San Francisco Menéndez, en Ahuachapán, comenzara a presentar unas llagas en su pie izquierdo.

Los médicos le recomendaron que accediera a la amputación del miembro inferior antes de que presentara otras complicaciones en su salud.

“Por ahora no, no cuento con los recursos económicos como para estar en los médicos. Si quisiera ir al hospital también debo de pagar transporte por la situación que tengo”

Benjamín alvarenga, afectado

Ahora permanece postrado en una silla de ruedas que le han prestado; pero su deseo es que personas altruistas le ayuden a obtener una prótesis porque su intención es trabajar vendiendo dulces para su sostenimiento. En ocasiones se arrastra para movilizarse.

Benjamín Antonio Alvarenga Reyes, de 42 años, recordó que en Estados Unidos, en diciembre de 2020 estuvo hospitalizado por siete días debido a que su salud estuvo comprometida porque se contagió del nuevo coronavirus.

“Como mi situación era bastante difícil; me ayudaron con el pago del hospital”, narró.

Tras salir del hospital aún convaleciente y no tener un trabajo para cubrir los gastos, optó, por recomendación de otro familiar, regresar al país el 9 de enero de 2021.

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El ahorro económico que pensaba tener en El Salvador “desapareció”, por lo que su situación se complicó no sólo para cubrir sus gastos sino por el tema de salud.

“Llegando aquí sin ningún centavo la situación ya fue diferente; yo ya venía con mi pie débil, y ya no pude trabajar aquí”, relató.

Organizaciones sociales de Estados Unidos le ayudaban, debido a que era indocumentado, a la aplicación de insulina; pero cuando llegó a El Salvador fue hasta que le amputaron el pie, que nuevamente le recetaron dicho tratamiento, el cual compra con dificultad.

La amputación del pie ocurrió en marzo de este año en un hospital privado de Sonsonate, el cual fue pagado por benefactores.

“Me comenzó como sarpullido; no le tomé importancia y dije me voy a echar (crema) de la combinada. Me eché un poco y parecía que se secaba y no se secó. Entonces se me fue hinchando hasta el extremo que se me llagó. Me llevaron a hacer unos exámenes y me dijo el doctor que si no accedía a cortarme ese pedazo, que me iba a seguir caminando y que probablemente me quitaban hasta el encaje o me moría”, relató.

Benjamín Alvarenga

La operación está sanando; pero cada vez que se revisa los niveles de glucosa, se la encuentran entre 240 y 300 a pesar de que se aplica insulina. Se considera normal menos de 140.

En el 2015 comenzó a presentar problemas de visión; pero hace cinco meses dicha situación empeoró porque ya se le dificulta leer porque se le “nubla” la vista.

Él no está en control médico en algún hospital público debido a que no tiene quién lo ande cargando.

Para movilizarse lo hace en una silla de ruedas que es prestada; también carece de muletas.

En ocasiones se arrastra por el suelo, situación que le ha llegado a lastimar su rodilla.

“Personas de buen corazón que se apiaden porque necesito una silla (de ruedas) también porque la que tengo es prestada, y la prótesis. También se necesita dinero para comprar la comida porque es tremendo estar así. Si la prótesis saliera por lo menos saldría a vender dulces”, expresó Benjamín.

Las personas que deseen colaborar pueden contactar al ahuachapaneco al número telefónico +503 7730 7138. Él aclaró que las llamadas o mensajes únicamente entran al dispositivo a través de la aplicación de WhatsApp.

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