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La actriz francesa Brigitte Bardot ofrece una conferencia de prensa en Hollywood en diciembre de 1965 durante la promoción de la película “Viva María”, dirigida por Louis Malle.

¿Quién fue Brigitte Bardot, ícono mundial femenino del cine?

Brigitte Bardot fue una figura central del cine y la cultura del siglo XX, un ícono femenino global cuya imagen trascendió la pantalla y marcó a generaciones.

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Por Agencias
Publicado el 28 de diciembre de 2025

 

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Brigitte Bardot fue una de las figuras más influyentes del cine del siglo XX y un ícono femenino de alcance mundial. Con cerca de medio centenar de películas, alcanzó la fama en 1956 con “Y Dios… creó a la mujer”, que la convirtió en símbolo de una nueva feminidad. Su imagen trascendió el cine e influyó en la moda, la cultura y el turismo internacional. En 1973 se retiró de la actuación y se dedicó a la defensa de los animales, causa que impulsó desde su fundación. Su figura generó admiración, controversia y un legado cultural duradero, según AFP y EFE.

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Brigitte Bardot fue uno de los rostros más reconocibles del cine europeo y una figura que influyó decisivamente en la cultura popular del siglo XX. Su carrera, intensa y relativamente breve, la convirtió en un símbolo femenino de alcance mundial, asociado a la libertad personal, la sensualidad y una forma de estar en el mundo que rompió con los códigos establecidos. La actriz francesa falleció a los 91 años, dejando un legado que va más allá de su filmografía y que sigue despertando interés global, según reportes de AFP y EFE.

Con cerca de medio centenar de películas, Bardot no solo construyó una trayectoria cinematográfica sólida, sino que también impuso un estilo de vestir simple y natural que fue imitado por miles de jóvenes. Su imagen contribuyó a forjar la leyenda de Saint-Tropez, en el sur de Francia, y también de Buzios, en Brasil, dos lugares que quedaron asociados para siempre a su figura y al espíritu de libertad que representaba.

La actriz francesa Brigitte Bardot posa con destacados tenistas internacionales durante el rodaje de la película “Vie privée”, en el estadio Roland Garros de París, en agosto de 1961.
La actriz francesa Brigitte Bardot posa con destacados tenistas internacionales durante el rodaje de la película “Vie privée”, en el estadio Roland Garros de París, en agosto de 1961. Foto AFP.

“Estoy muy orgullosa de la primera parte de mi vida, que ha sido un éxito y que ahora me permite tener una fama mundial que me ayuda mucho en la protección de los animales”, declaró Bardot en 2024 a la agencia AFP, al reflexionar sobre el impacto de su carrera artística y la proyección internacional que alcanzó desde muy joven.

El filme que cambió su destino y el del cine

El punto de inflexión llegó en 1956 con la película “Y Dios… creó a la mujer”, dirigida por Roger Vadim, cineasta con quien estaba casada entonces. Con apenas 22 años, Bardot irrumpió en la pantalla con un personaje que desafió las convenciones morales de la época. Descalza, con el cabello suelto y una libertad corporal poco habitual, protagonizó una escena de baile que escandalizó a parte del público francés.

La reacción inicial en Francia fue fría, pero el impacto en Estados Unidos fue inmediato. Bardot se convirtió en una figura admirada y deseada, y su imagen empezó a circular como símbolo de una nueva feminidad. Según AFP, las jóvenes de la época buscaban imitar su estilo, mientras que su presencia en el cine contribuyó a la liberación sexual en una sociedad todavía marcada por fuertes rigideces.

La influencia de Bardot no pasó desapercibida para el pensamiento intelectual francés. Simone de Beauvoir, una de las principales referentes del feminismo, analizó su figura con atención. “Anda descalza, ignora deliberadamente la ropa sofisticada, las joyas, los perfumes, el maquillaje, todos los artificios (…) Hace lo que le da la gana, y eso es lo que perturba”, escribió sobre la actriz, citada por AFP.

Una referencia cultural más allá de la pantalla

Para la periodista Marie-Dominique Lelièvre, autora de una biografía sobre la actriz, Bardot fue “el ídolo de toda una generación de mujeres, una referencia importante”, de acuerdo con la misma agencia. Esa condición de referencia cultural explica por qué su impacto desbordó ampliamente el ámbito cinematográfico.

Retrato de la actriz Brigitte Bardot. EFE/Richard Avedon
Retrato de la actriz Brigitte Bardot. EFE/Richard Avedon

Su influencia también alcanzó la música. En 1960, el cantante brasileño Jorge Veiga le dedicó una samba que luego fue versionada por numerosos artistas, consolidando su estatus de musa internacional. Bardot ya no era solo una actriz: se había transformado en un fenómeno cultural global.

Esa imagen pública contrastaba con una vida privada marcada por la presión constante de los medios. En la vida real, Bardot vivía con la misma libertad que sus personajes, según relató el propio Vadim, quien la describió como “una chica de su época, liberada de todo sentimiento de culpa, de todo tabú impuesto por la sociedad”.

La fama, el acoso y el precio de la exposición

El éxito tuvo un costo alto. Perseguida de forma permanente por fotógrafos, Bardot perdió casi por completo su intimidad. Incluso el nacimiento de su hijo en 1960 estuvo rodeado de una presión mediática extrema. “La histeria que me rodeaba era una locura. La sala de partos instalada en mi casa, los fotógrafos detrás de las ventanas, los que se disfrazaban de médicos”, contó años después, en declaraciones recogidas por AFP.

Ese episodio marcó profundamente su relación con la maternidad. “Asocié el nacimiento de mi hijo con ese trauma”, confesó la actriz, al referirse a su vínculo con su único hijo, Nicolas, quien fue criado por su padre, el actor Jacques Charrier.

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Bardot se casó cuatro veces: con Roger Vadim, Jacques Charrier, el millonario Gunter Sachs y el industrial Bernard d’Ormale, quien fue su compañero hasta sus últimos días. Su vida sentimental, como su carrera, estuvo siempre bajo la mirada pública.

Saint-Tropez y el mito de una época

El vínculo de Bardot con Saint-Tropez fue clave en la construcción de su mito. Lo que era un tranquilo pueblo de pescadores se transformó en un destino obligado de la jet-set internacional. En su casa, conocida como “La Madrague”, recibió a figuras como un joven Bob Dylan, que le dedicó su primera canción, o a John Lennon, quien según relatos tomó LSD para calmar sus nervios antes de visitarla.

Con el paso del tiempo, la actriz expresó su desencanto con la transformación del lugar. En un libro reciente, lamentó que Saint-Tropez se hubiera convertido en “una ciudad de millonarios donde ya no se reconoce nada de su encanto”, según AFP.

El retiro del cine y una segunda vida pública

En 1973, con solo 38 años, Bardot decidió poner fin de manera abrupta a su carrera cinematográfica. El desgaste de la fama y la persecución constante de los paparazzis la llevaron a cerrar esa etapa. A partir de entonces, inició una segunda vida dedicada a la defensa de los animales, una causa que en ese momento era considerada marginal.

En 1986 creó su propia fundación con ese objetivo y se convirtió en una activista conocida, especialmente por su postura contra la tauromaquia. Según AFP, su fama mundial le permitió dar visibilidad a esta causa y popularizar el debate sobre el maltrato animal.

Con el paso de las décadas, su imagen pública volvió a generar controversia. Sus declaraciones sobre política, migración, homosexuales y musulmanes le valieron varias condenas judiciales en Francia por incitación al odio racial. Además, expresó su simpatía por la líder de extrema derecha Marine Le Pen, a quien calificó como “Juana de Arco del siglo XXI” durante las elecciones presidenciales de 2012.

Una figura compleja y un legado vigente

De acuerdo con EFE, Bardot tuvo una carrera “corta pero intensa” que la convirtió en una figura paradójica de la cultura francesa, al ser al mismo tiempo símbolo de emancipación sexual femenina y mujer objeto. Fue admirada por intelectuales como Marguerite Duras, Simone de Beauvoir, Jean-Luc Godard y François Truffaut, quienes valoraron su autenticidad y su desafío al patriarcado.

Su legado permanece como parte central de la historia del cine y de la cultura contemporánea. Brigitte Bardot fue más que una estrella: fue un fenómeno global que ayudó a redefinir la imagen femenina en la pantalla y que sigue siendo objeto de análisis y memoria colectiva.

TAGS:  Actriz | Cine | Francia

CATEGORIA:  Entretenimiento | Escena

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