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Cuatro décadas de alfarería y enseñanza, el legado de Roberto

Roberto lleva más de 40 años dedicado a la alfarería en Acogipri, donde produce piezas artesanales y forma a nuevas generaciones de estudiantes.

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Por elsalvador.com
Publicado el 26 de diciembre de 2025

 

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Roberto tiene 61 años y más de cuatro décadas dedicadas a la alfarería. Desde Acogipri, una cooperativa ubicada en San Salvador que promueve la inclusión laboral de personas con discapacidad, continúa elaborando piezas artesanales de barro bajo la marca Chicali Artesanías. Su trabajo abarca todo el proceso productivo, desde la preparación del barro hasta el horneado final. Además de producir, Roberto comparte su conocimiento con estudiantes universitarios que realizan prácticas en el taller. Con paciencia y constancia, ha convertido su oficio en un legado que trasciende generaciones y mantiene viva una tradición artesanal.

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Desde hace más de cuatro décadas, Roberto ha dedicado su vida a la alfarería. A sus 61 años, no solo continúa produciendo piezas de barro, sino que también transmite un conocimiento que se niega a desaparecer. Su historia se entrelaza con la de Acogipri, una cooperativa fundada en 1981 en San Salvador, que promueve la inclusión y el derecho al trabajo de las personas con discapacidad.

Son las 10 de la mañana y el taller aún no está completo. La llegada de Devi, intérprete de lenguaje de señas, se retrasa unos minutos debido al tráfico propio de esta época de fin de año. Poco después, desde el interior de la casa aparece Roberto. Rosario, quien recibe a los visitantes en Acogipri, lo llama con cariño «el niño de oro».

Roberto saluda en lenguaje de señas. Su sonrisa es amplia y su entusiasmo, inmediato. Desde muy joven aprendió el oficio, cuando su tío lo llevó a Acogipri, espacio que hoy funciona en la colonia Centroamérica, en San Salvador. Desde entonces, el barro se convirtió en su lenguaje principal.

Con los años, perfeccionó su técnica hasta convertirse en un artesano experimentado. Actualmente elabora piezas únicas que se comercializan bajo la marca Chicali Artesanías. Cada plato, taza o paila que sale de su taller es el resultado de décadas de práctica, paciencia y dedicación constante.

Roberto trabaja la alfarería desde hace más de 40 años y actualmente produce piezas artesanales en el taller de Acogipri, en San Salvador. Fotografía/ elsalvador.com
Roberto trabaja la alfarería desde hace más de 40 años y actualmente produce piezas artesanales en el taller de Acogipri, en San Salvador. Fotografía/ elsalvador.com

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El barro como oficio y como escuela

Su trabajo comienza mucho antes de sentarse frente al torno. El barro pasa por un proceso cuidadoso: se convierte en polvo, se cierne, se limpia y se mezcla con agua hasta lograr la textura adecuada. Luego se seca al sol y se amasa para eliminar impurezas y aire. Solo entonces está listo para ser moldeado.

En el torno, sus manos dan forma tanto a piezas estandarizadas como a encargos especiales, muchos de ellos solicitados por clientes extranjeros. Roberto domina todas las fases del proceso productivo: el primer horneado o bizcocho; la preparación de pigmentos minerales —cuyas fórmulas guarda con rigor en un cuaderno ubicado en su área de trabajo—; el esmaltado y el segundo horneado, donde la pieza adquiere su color y acabado final.

Cada pieza de barro pasa por un proceso cuidadoso que inicia con la preparación del material y culmina con el horneado final. Fotografía/ elsalvador.com
Cada pieza de barro pasa por un proceso cuidadoso que inicia con la preparación del material y culmina con el horneado final. Fotografía/ elsalvador.com

«Es el único artesano que ha quedado de un grupo numeroso de personas con discapacidad. Después de la pandemia, muchos se fueron y ahora solo él saca la producción. Es una persona a la que queremos mucho y tratamos de cuidarlo», dice doña Rosario, con evidente admiración.

Además de producir, Roberto enseña. Parte importante de su rutina es compartir su conocimiento con estudiantes universitarios que llegan a Acogipri para realizar prácticas profesionales. Este 18 de diciembre se mueve por el taller acompañado de una decena de jóvenes, en su mayoría estudiantes de Diseño Industrial y de Productos de la Universidad Don Bosco. A lo largo de los años también ha formado a estudiantes de Artes Plásticas de la Universidad de El Salvador (UES) y de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA).

Además de producir, Roberto comparte su conocimiento con estudiantes universitarios que realizan prácticas en Acogipri. Fotografía/ elsalvador.com
Además de producir, Roberto comparte su conocimiento con estudiantes universitarios que realizan prácticas en Acogipri. Fotografía/ elsalvador.com

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Con paciencia, explica cada paso del proceso: desde la preparación del barro hasta la corrección de errores en el torno. Superando las barreras de comunicación, repite las indicaciones cuantas veces es necesario, corrige con cuidado y acompaña a cada estudiante en su aprendizaje.

Para Roberto, enseñar es parte natural de su oficio. Le motiva ver cómo otros aprenden, se equivocan y vuelven a intentarlo, comprendiendo que el barro, como el oficio mismo, requiere tiempo, respeto y constancia.

Como productor, trabaja con eficiencia incluso bajo presión. Relata que puede elaborar piezas en cuestión de minutos cuando los pedidos son grandes, sin sacrificar la calidad ni la atención a los detalles. Cada objeto conserva su carácter único, incluso cuando responde a un mismo diseño.

Las piezas elaboradas por Roberto se comercializan bajo la marca Chicali Artesanías y reflejan décadas de experiencia y dedicación. Fotografía/ elsalvador.com
Las piezas elaboradas por Roberto se comercializan bajo la marca Chicali Artesanías y reflejan décadas de experiencia y dedicación. Fotografía/ elsalvador.com

Al mirar su trayectoria, Roberto encuentra satisfacción no solo en las piezas terminadas, sino en la certeza de que su conocimiento continúa vivo en quienes aprenden de él. En cada objeto que moldea y en cada alumno que forma, deja un legado de perseverancia y compromiso.

Acogipri está ubicado en la colonia Centroamérica. Su número de teléfono es 7066 9869.

*Con reportaje de El Diario de Hoy

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