¿Pupusas y chile con fresas? Conocé las exóticas delicias que ofrece La Casa de Las Fresas

Entre caminos frescos y neblina espesa, La Casa de la Fresa se alza como uno de los destinos gastronómicos y turísticos más originales del norte de El Salvador. Ubicada en Miramundo, Chalatenango, a 2 kilómetros de río Chiquito y rodeada de naturaleza, este espacio fusiona agricultura, cocina artesanal y hospitalidad para ofrecer una experiencia “full fresa”, como dicen sus creadores.

Chile, atol y pupusas con fresas, un menú donde todo sabe a fresa

El sello distintivo del lugar son sus platillos elaborados a base de esta fruta, cultivada en sus propios campos. Desde la icónica pupusa rosada de fresa —hecha con masa teñida naturalmente sin colorantes— hasta un atol artesanal, cada receta tiene un sello casero e innovador.

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“Lo que más nos costó fue encontrar la receta de la pupusa de fresa. Queríamos que fuera rosadita, pero sin usar ningún químico”, explica Esmeralda Santa María, jefa de cocina del lugar.

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El menú también incluye licuados de fresa, alfajores y pastelitos con rellenos de la fruta, y opciones para todos los gustos como desayunos típicos, almuerzos con carne a la plancha o sopas de gallina.

Pero la verdadera rareza —y orgullo de la casa— es el chile de fresa, un producto gourmet con balance entre picante y dulce, que tardó seis meses en perfeccionarse y se vende a $8 el frasco. También se puede adquirir mermelada o una cajita con más de una libra de fresas frescas.

"Ese es el reto más grande del chile de fresa, porque ese fue prueba prueba para poder tener un 50 y 50. No ha sido nada fácil, pero con orgullo decimos una misión cumplida y elaborada en la casa de la fresa, igual que la mermelada también", detalló Esmeralda.

Variedades de fresas y producción local

Francisco Fuentes, administrador del lugar, detalla que cultivan tres variedades: Sabrina (más ácida), Cristal (de mayor tamaño) y Florida Beauty. En total, hay unas 4,000 plantas activas que se cuidan con fertilización básica y agua constante.

“Todo el año tenemos cosecha, pero en verano da más porque la planta necesita mucho sol”, asegura. También, los visitantes pueden adquirir una planta de fresas desde los $3 y seguir con las recomendaciones para su cuidado.

Además de los derivados frescos, quienes visitan la pequeña tienda pueden llevarse camisetas, suéteres, tazas y otros recuerdos temáticos o una bandeja con fresas.

Atractivos para quedarse

La Casa de la Fresa también ofrece alojamiento en cómodas cabañas con paquetes de $49 por persona, que incluyen hospedaje por 24 horas y tres tiempos de comida a la carta. La entrada general al lugar tiene un costo simbólico de $1, y abre de miércoles a domingo, de 7:00 a.m. a 6:00 p.m.

Para quienes buscan actividades al aire libre, hay un área de camping equipada con baños y espacios seguros para grupos, además de un columpio panorámico con increibles vitas rodeado de pinos.

Un lugar donde se viven cumpleaños, paseos y momentos especiales

Yesenia Ortiz celebró su cumpleaños número 30 en este lugar, junto a sus amigos que viajaron desde Panchimalco, lugar donde empredieron el viaje desde las 5:00 de la mañana hasta llegar a La Casa de las Fresas a las 9:00 a.m.

“Siempre habíamos planificado una salida, y hasta hoy se dio. Estoy feliz, contenta. Queremos probar de todo”, comentó entre risas.

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Yesenia compartió su entusiasmo por disfrutar de una rica pupusa elaborada con queso y fresas, además de disfrutar del clima fresco y de las diversas actividades del resinto.

Otro grupo de visitantes llegó desde Lourdes Colón, luego de ver videos del sitio en redes sociales. “El clima está helado, pero vale la pena. Nos vinimos en moto y el acceso no está tan complicado”, contaron.

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¿Cómo llegar?

La Casa de la Fresa está ubicada en el Cerro Miramundo, Chalatenango, y puede encontrarse en todas sus redes sociales como La Casa de la Fresa. Aunque el acceso implica curvas y clima fresco, es transitable en carro o moto. La recomendación es salir temprano y llevar ropa abrigada.

Ya sea para probar una pupusa única, para llevarse un frasco de chile de fresa artesanal, o para celebrar un momento especial entre niebla, fresas y buen clima, este rincón chalateco se ha ganado un lugar entre los destinos favoritos para los que buscan experiencias con sabor local.