Moody’s Ratings elevó su proyección de crecimiento económico para El Salvador en 2025
El dinamismo del turismo, la construcción y las remesas impulsa a El Salvador: Moody’s mejora su previsión de crecimiento económico a 3.3%.
Por
Evelyn Alas
Publicado el 28 de noviembre de 2025
El Salvador sorprendió con un crecimiento económico más sólido de lo esperado en 2025. La calificadora Moody’s Ratings elevó su proyección del PIB de 1.9 % a 3.3 %, gracias al impulso del turismo, la construcción, el aumento de las remesas y la mejora en seguridad. Esta cifra supera las estimaciones del Banco Mundial, FMI y Cepal, que oscilan entre 2.5 % y 2.8 %. Moody’s prevé que el ritmo se modere en 2026, aunque el país mantiene una base más fuerte. La mejora también refleja una recuperación en la liquidez del Gobierno y estabilidad macroeconómica.
La agencia calificadora Moody’s Ratings elevó su proyección de crecimiento económico para El Salvador en 2025, desde un estimado previo de 1.9 % hasta 3.3 %. Según su última evaluación periódica, esta revisión refleja un desempeño «mucho mejor de lo esperado», impulsado por el dinamismo del turismo, la construcción, el fuerte crecimiento de las remesas, mejoras en seguridad y una recuperación en la liquidez del Gobierno.
Este ajuste supera —incluso— las estimaciones de otros organismos como Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), que prevé 2.8 %, o las proyecciones de International Monetary Fund (FMI) y World Bank, ambas en torno al 2.5 %. Además, el rango estimado por el Banco Central de Reserva de El Salvador (BCR) —entre 2.5 % y 3 % para este año— queda también por debajo de la previsión de Moody’s.
Con este panorama, la agencia señala que el crecimiento podría moderarse en 2026 conforme las remesas se normalicen pero confiando en que el turismo mantenga su papel como motor de la economía.
Un entorno que empieza a rendir frutos
La revisión de Moody’s no se produce en el vacío: la agencia ya había mejorado la calificación crediticia soberana de El Salvador, subiendo su nota a B3 con perspectiva estable a fines de 2024. Este cambio reflejó una mejora en la liquidez del gobierno, fruto de recompras de deuda, refinanciamiento y una menor presión sobre vencimientos externos.
Moody’s considera que esos avances fortalecen el perfil crediticio del país, aunque advierte que la capacidad de pago de la deuda sigue siendo limitada, lo que condiciona la “solidez fiscal”.
En su informe de junio 2025, Moody’s ratificó la calificación B3, enfatizando “moderada fortaleza económica” y expectativas de crecimiento, pero insistiendo en los desafíos estructurales en materia fiscal.
Este respaldo crediticio, junto con perspectivas de crecimiento robustas, puede resultar atractivo para inversionistas, sobre todo si el Gobierno mantiene disciplina fiscal y mejora la gobernanza.

Qué representa para emprendedores, ciudadanos y posibles inversionistas
Para emprendedores y negocios locales, una economía creciendo al 3.3 % sugiere un entorno más activo: aumento del consumo, más demanda en construcción, turismo, servicios, y posibles oportunidades en exportación/importación.
Para la diáspora y familias receptoras de remesas, puede implicar una mejora en infraestructura, servicios públicos, y expectativas de empleo si la inversión en construcción y servicios continúa al alza.
Para inversionistas extranjeros, la mejora de la calificación soberana confiere mayor confianza para entrar al país, especialmente en sectores sensibles al contexto macroeconómico: turismo, vivienda, infraestructura, energía y bienes raíces.
Riesgos y qué hay que seguir de cerca
A pesar del optimismo, Moody’s advierte que la deuda sigue siendo un talón de Aquiles: la “débil capacidad de pago” limita la fortaleza fiscal del país.
Si el Gobierno no implementa con éxito las medidas de consolidación fiscal —control del gasto, eficiencia recaudatoria, disciplina presupuestaria—, la sostenibilidad podría verse comprometida.
Además, una desaceleración en remesas o un shock externo que afecte al turismo podrían moderar el crecimiento. Por eso, la diversificación económica y el fortalecimiento institucional siguen siendo claves.
Un giro alentador con desafíos por delante
La decisión de Moody’s de elevar la proyección de crecimiento para El Salvador en 2025 hasta 3.3 % reivindica un avance concreto tras años de desafíos. Es una señal clara de que políticas de seguridad, gestión de deuda y recuperación del turismo empiezan a rendir frutos.
Para emprendedores, inversionistas y familias, esta perspectiva abre ventanas de oportunidad reales. Pero el éxito dependerá de la disciplina fiscal, la estabilidad macroeconómica y la capacidad del país para consolidar estas mejoras en el mediano plazo.
En ese sentido, El Salvador tiene hoy la posibilidad de transformar expectativas en realidades, pero el mapa de ruta exige responsabilidad, estrategia y visión.
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