La historia de la diáspora salvadoreña encuentra un nuevo hogar en el libro "SalviJerseyans"

La periodista y antropóloga salvadoreña Carmen Molina-Tamacas presenta este sábado 29 de noviembre su nuevo libro SalviJerseyans, un trabajo que profundiza en las historias, desafíos y aportes de la comunidad salvadoreña asentada en New Jersey.

Con casi tres décadas de experiencia en el periodismo salvadoreño y estadounidense, la autora combina su formación antropológica y su sensibilidad narrativa para visibilizar un capítulo poco documentado de la diáspora.

Radicada en Estados Unidos desde 2011, Molina Tamacas ya había explorado la vida de los salvadoreños en Nueva York con SalviYorkers, obra galardonada con varios premios internacionales.

Ahora, cambia de escenario para mostrar que la migración salvadoreña en la costa este va más allá de Manhattan y Long Island: también late en los suburbios, en los corredores comerciales, en los comedores y en los barrios donde miles construyen un nuevo hogar.

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Antes de entrar de lleno en las historias que componen SalviJerseyans, la autora deja clara una premisa fundamental: los salvadoreños en New Jersey no solo trabajan, sino que aportan activamente al tejido cultural y social del estado.

Su investigación revela una comunidad que ha logrado hacerse un espacio a través del arte, la gastronomía, la música y el trabajo creativo.

La presencia salvadoreña también se siente en la música, en los restaurantes donde florece la gastronomía cuscatleca y en el trabajo, como el del reconocido chef Ricardo Cardona, que ha llegado hasta las celebridades.

A esto se suman expresiones folclóricas, desfiles y actividades comunitarias que refuerzan la identidad cultural en un entorno migrante.

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Las historias detrás de un libro lleno de identidad

La autora describe SalviJerseyans como la evolución natural de su primer libro. Después de una década recopilando historias en Nueva York, mudarse a New Jersey en 2020—en plena pandemia—abrió un nuevo panorama de rostros y relatos.

Aunque la zona donde vive no es una comunidad salvadoreña masiva, empezó a notar patrones: cocinas de diners (como se les conoce a los restaurantes) repletas de trabajadores salvadoreños, meseros que venían de pueblos cercanos, organizaciones comunitarias lideradas por compatriotas, artistas y académicos que conectaban sus raíces con sus nuevas vidas.

“Fue una obligación moral”, afirma. Su objetivo era claro: aportar a la memoria colectiva de una población que ha sido constantemente invisibilizada en los registros históricos de la costa este estadounidense, pese a su fuerte presencia laboral, cultural y social.

El libro reúne perfiles profundos y emotivos de salvadoreños que han echado raíces en New Jersey. Son historias de lucha y trascendencia, contadas desde la cercanía y el respeto.

Entre ellas destaca la de Patricia Campos Medina, hija de una familia campesina migueleña que hoy es una de las figuras políticas más influyentes en el área metropolitana de Nueva Jersey y New York. Su participación en la campaña de la gobernadora electa Mikie Sherrill es solo una parte del legado que está construyendo.

Al hablar de Campos Medina, la autora también recuerda a Katia Andrade, uno de los perfiles incluidos en "SalviYorkeys". Esta salvadoreña fue referente del sindicalismo latino en Nueva York y defensora incansable de los derechos laborales. Aunque falleció hace unos años, su figura sigue siendo un punto de referencia para la comunidad migrante.

Otro protagonista es Huber Ayala, archivista en la Biblioteca Pública de Nueva York, cuya labor rescata y preserva materiales sobre la presencia latina en Estados Unidos.

Junto a ellos aparece el pintor Saúl López, quien además de tener una trayectoria artística internacional, creó la portada del libro.

El diseño que creó López fusiona elementos clave de la identidad migrante: el mapa de New Jersey, la señalización de El Salvador Boulevard —una calle real nombrada en honor a la comunidad salvadoreña—, figuras humanas en movimiento, un avión que simboliza la migración constante y un tecomate que recuerda la conexión con la tierra.

Cada perfil, aunque breve, ofrece una mirada íntima hacia vidas que, con esfuerzo y perseverancia, han logrado abrirse espacio en entornos complejos.

Un viaje hacia la memoria familiar

Tamacas también cuenta que mientras investigaba para el libro, encontró algo inesperado: parte de su propia historia familiar. Algunos de sus tíos maternos vivieron en New Jersey hace más de medio siglo y accedieron a compartir recuerdos y fotografías que ahora forman parte del archivo visual del libro.

Ese descubrimiento personal le permitió entrelazar las memorias colectivas con las íntimas, reforzando el carácter emocional de la obra. A la vez, SalviJerseyans también muestra cómo la comunidad salvadoreña ha tenido que reconfigurarse a raíz de los cambios migratorios en Estados Unidos.

Las políticas endurecidas durante la administración Trump han creado un ambiente de temor palpable. Incluso personas con documentos se muestran vulnerables ante un sistema impredecible.

“Hay gente que dice que en los 20 años que tienen de vivir aquí nunca habían visto tanta tristeza e injusticia”, comenta la autora. En ese contexto, el libro funciona como un testimonio colectivo y, al mismo tiempo, como un acto de resistencia cultural.

Espero que, con el lanzamiento oficial este sábado, la gente lo lea, lo reciba y lo comente. "Agradezco profundamente a quienes valoran que este trabajo visibiliza y da voz a comunidades que actualmente sufren mucho miedo e incertidumbre", afirma.

Además, la autora subraya la importancia de que los salvadoreños continúen apoyándose mutuamente, especialmente en un momento de tanta incertidumbre migratoria. Destaca el trabajo de organizaciones como CEUS, que brindan asistencia legal y humanitaria a familias en riesgo.

“Que no pierdan la esperanza”, dice a los migrantes. “Que busquen el apoyo disponible y que sepan que sus historias importan”.