Histórico descenso de cruces irregulares en frontera sur de EE. UU.

Los cruces irregulares en la frontera de Estados Unidos con México registraron en octubre una caída sin precedentes del 79 % respecto al mismo mes del año anterior, alcanzando un mínimo histórico de 30.651, de acuerdo con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés). El dato marca el inicio del año fiscal 2026 con una tendencia descendente que no se veía desde hace más de medio siglo.

Según el informe oficial, los encuentros de migrantes fueron también un 29 % menores que el récord bajo previo para un mes de octubre, establecido en 2012, cuando se registraron 43.010 casos. La CBP atribuyó el descenso a las políticas migratorias impulsadas por el presidente Donald Trump durante su segunda administración, centradas en el cierre de la frontera sur y el reforzamiento del control territorial.

“Se hizo historia: los menores cruces fronterizos en octubre y el sexto mes consecutivo de cero liberaciones de migrantes. Esta es la frontera más segura que jamás haya habido”, afirmó Kristi Noem, secretaria del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).

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Políticas más estrictas y efecto inmediato

Desde enero, cuando Trump asumió su segundo mandato, las detenciones de migrantes sumaron 106.134 personas hasta octubre, cifra inferior al promedio mensual de 155.485 encuentros durante la administración de Joe Biden (2021-2025), según datos del DHS.

El mismo reporte detalla que el promedio diario de aprehensiones en la frontera sur se ubicó en 258 personas, menos de 11 por hora, una reducción del 95 % en comparación con el periodo anterior. Para el Gobierno estadounidense, el resultado refleja el impacto de una estrategia enfocada en la contención inmediata, la restricción del asilo y el despliegue militar en puntos críticos.

Rodney Scott, comisionado de la CBP, destacó que el objetivo no es solo reducir los cruces, sino mantener una frontera “operativamente estable”. “No estamos relajándonos, estamos pugnando incluso más fuerte”, aseguró.

Durante el año fiscal 2025, comprendido entre octubre de 2024 y septiembre de 2025, se registraron 237.565 encuentros de migrantes en total, el número más bajo en 55 años, lo que representa una disminución del 87 % frente al promedio de los cuatro años fiscales anteriores.

Implicaciones para la región y la diáspora

La drástica reducción de cruces puede tener efectos directos en los flujos migratorios desde América Latina, particularmente desde Centroamérica, donde muchas familias evalúan los riesgos de emprender el viaje hacia el norte. Expertos señalan que el endurecimiento de las políticas migratorias podría aumentar la presión sobre los países de tránsito, como México y Guatemala, y reconfigurar las rutas irregulares.

Para la diáspora salvadoreña y centroamericana en Estados Unidos, la situación genera sentimientos encontrados: por un lado, la expectativa de mayor orden fronterizo; por otro, la preocupación por las oportunidades de reunificación familiar y el acceso a procesos de asilo.

Aunque el Gobierno de Trump ha insistido en que su política busca “restablecer la legalidad”, organizaciones de derechos humanos han alertado sobre el impacto humanitario de las restricciones, especialmente para quienes huyen de la violencia o la pobreza extrema.

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Un nuevo capítulo en la política migratoria estadounidense

El panorama actual marca un punto de inflexión en la gestión migratoria de Estados Unidos. Las medidas adoptadas durante 2025 como el cierre parcial de pasos fronterizos, el uso ampliado de tecnología de vigilancia y la coordinación con autoridades mexicanas han reconfigurado la dinámica en la frontera sur.

Si la tendencia se mantiene, octubre podría ser recordado como el mes en que se alcanzó el nivel más bajo de cruces irregulares en la historia moderna de Estados Unidos. Sin embargo, el reto será sostener la reducción sin desatender el componente humanitario que caracteriza a los movimientos migratorios de la región.