María Isabel Rodríguez cumple 103 años: pionera de la salud en El Salvador

La doctora María Isabel Rodríguez, una de las figuras más influyentes en la historia de la medicina y la salud pública en El Salvador, cumple este 5 de noviembre 103 años de vida.

Su legado abarca más de siete décadas de aportes en la docencia, la investigación, la gestión pública y la lucha por una educación superior de calidad. Su historia es también la historia de un país que aprendió a escuchar la voz de una mujer científica, firme y visionaria.

Rodríguez fue una de las primeras mujeres graduadas de la carrera de Medicina en la Universidad de El Salvador (UES), en una época —década de 1940— en la que pocas mujeres accedían a estudios universitarios, y menos aún en el campo médico.

“Se enfrentó a una época donde este tipo de carreras eran estudiadas en su mayoría por hombres”, destaca el archivo histórico de la UES.

Desde sus inicios, marcó pauta. Entre 1954 y 1972 fue docente e investigadora de la Facultad de Medicina de la UES, especializada en Fisiología y Farmacología. También tuvo un paso breve pero significativo en la política nacional, al formar parte del primer grupo de diputadas en la Asamblea Legislativa en 1956.

Sin embargo, su vocación por la docencia y la ciencia la llevó a dejar ese cargo para seguir formando generaciones de médicos y médicas.

“Decidí volver a las aulas, porque ahí es donde podía aportar más al país”, comentó en entrevistas previas, reafirmando su compromiso con la educación.

Una vida dedicada a transformar la salud en América Latina

Con una especialización en cardiología realizada entre 1949 y 1951 en el Instituto Nacional de Cardiología de México, la doctora Rodríguez se convirtió en una referente regional. Durante las décadas de 1970 y 1980 trabajó en México, Cuba, República Dominicana y Haití, participando activamente en reformas educativas vinculadas a la salud pública.

Su visión integradora la llevó a impulsar modelos innovadores de formación médica adaptados a las realidades latinoamericanas.

Ha sido conferencista internacional, asesora de organismos multilaterales y autora de más de 100 publicaciones científicas. Su trabajo ha sido reconocido con 14 doctorados Honoris Causa otorgados por universidades de distintos países, un homenaje a su trayectoria y su aporte al conocimiento.

“La educación en salud debe entenderse como una herramienta para reducir desigualdades. Esa ha sido mi convicción siempre”, declaró en uno de sus discursos académicos.

Primera rectora de la UES y pionera en la gestión pública

En el año 1999, María Isabel Rodríguez hizo historia nuevamente al convertirse en la primera mujer en ocupar el cargo de rectora de la Universidad de El Salvador. Su gestión fue reconocida por su apertura al diálogo y por la modernización de la institución.

En su periodo, la UES participó en la organización de los XIX Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe en 2002, cuando habilitó sus instalaciones para alojar atletas y delegaciones internacionales.

“La universidad debe estar al servicio del país, pero sin renunciar a su pensamiento crítico”, defendía entonces.

Posteriormente, asumió como Ministra de Salud entre 2009 y 2014, liderando una de las reformas más ambiciosas del sistema nacional de salud en El Salvador. Bajo su gestión se priorizó la atención primaria, el acceso universal y el fortalecimiento de la red pública de salud, especialmente en zonas rurales.

Una vida que inspira a nuevas generaciones

Hoy, a sus 103 años, la doctora María Isabel Rodríguez no solo es una pionera, sino también un símbolo de lucha por la igualdad de oportunidades, la educación pública y el derecho a la salud. Su legado sigue presente en las aulas, hospitales y políticas públicas que ella ayudó a construir.

Quienes la conocen coinciden en describirla como una mujer de principios sólidos, incansable y profundamente comprometida con el desarrollo humano.

“Nunca he hecho nada que no creyera justo o necesario”, expresó en una entrevista al recibir uno de sus últimos reconocimientos académicos.

A lo largo de su vida, ha recibido decenas de homenajes, pero quizá el más importante sea el cariño y el respeto de miles de estudiantes, colegas y ciudadanos que han sido tocados por su ejemplo.