Haití y Jamaica en luto tras paso del huracán Melissa
El huracán más potente en 90 años arrasó Haití, Jamaica y Cuba. El impacto humanitario y los efectos del cambio climático preocupan a la región.
Por
AFP
Publicado el 31 de octubre de 2025
El huracán Melissa, el más potente del Atlántico en 90 años, dejó al menos 49 muertos en Haití y Jamaica, además de severos daños en Cuba, donde más de 735,000 personas fueron evacuadas. Con vientos de hasta 300 km/h, la tormenta de categoría 5 también provocó cortes de electricidad y destrucción de viviendas. Expertos vinculan su fuerza al cambio climático. La comunidad internacional, incluyendo El Salvador, ha comenzado a enviar ayuda humanitaria. Se teme por el impacto en Bermudas, donde el huracán continúa su avance. Científicos advierten que este tipo de tormentas serán cada vez más frecuentes y destructivas.
El huracán Melissa, ahora considerado el más fuerte del Atlántico en casi un siglo, ha dejado una estela de destrucción y luto a su paso por el Caribe. Con vientos que alcanzaron los 300 kilómetros por hora y categoría 5 en la escala Saffir-Simpson, la tormenta tocó tierra en Jamaica el martes 28 de octubre de 2025 y desde entonces ha cobrado al menos 49 vidas: 30 en Haití y 19 en Jamaica.
Los reportes oficiales también confirman daños severos en Cuba, donde más de 735,000 personas fueron evacuadas preventivamente. Aunque no se han registrado víctimas fatales en la isla, las pérdidas materiales son cuantiosas. Santiago de Cuba, la segunda ciudad más grande del país, quedó sin electricidad y con decenas de viviendas destruidas.
“El ciclón nos ha matado porque nos ha dejado destruidos”, expresó Felicia Correa, residente del caserío La Trampa, cerca de Santiago de Cuba. “Ya estábamos pasando tremenda necesidad. Ahora claro que estamos mucho peor”, dijo a la agencia AFP.

Impacto humano y respuesta internacional
En Haití, a pesar de que el huracán no impactó directamente, las intensas lluvias provocaron inundaciones repentinas, especialmente en el suroeste del país, donde se contabilizan 23 de las 30 muertes confirmadas, incluidos diez niños. Las autoridades reportan además 20 personas desaparecidas.
En Jamaica, el gobierno declaró “zona de desastre” nacional. El primer ministro Andrew Holness enfrenta una crisis humanitaria de gran escala tras una de las tormentas más destructivas que ha vivido la isla. Naciones Unidas ya catalogan los daños como “de niveles nunca antes vistos”.
La comunidad internacional ha comenzado a movilizar recursos. Estados Unidos envió equipos de rescate a varias naciones afectadas y ofreció asistencia a Cuba.
El presidente salvadoreño, Nayib Bukele, anunció el envío de tres aviones con ayuda humanitaria hacia Jamaica, mientras que Venezuela trasladó 26 toneladas de suministros de emergencia a Cuba. El Reino Unido, por su parte, activó fondos de respuesta rápida y gestionó vuelos para evacuar a ciudadanos británicos desde Jamaica.
Cambio climático: un factor que agrava los huracanes
Un análisis del Imperial College de Londres confirmó que la intensidad destructiva de Melissa está relacionada directamente con el cambio climático inducido por la actividad humana. “La energía acumulada en la atmósfera y los océanos está generando tormentas más violentas, rápidas y difíciles de predecir”, indica el informe.
La tormenta superó incluso al huracán Katrina (2005), en términos de velocidad del viento al momento de tocar tierra. Con 300 km/h registrados, Melissa se convierte en el huracán más potente desde el huracán del Día del Trabajo de 1935.
Además del rastro de muerte en Haití y Jamaica, otros países también se han visto afectados. República Dominicana confirmó una víctima mortal, mientras que en Panamá se registraron tres fallecimientos vinculados a los efectos indirectos del ciclón.

¿Qué sigue para la región?
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC) informó que Melissa se dirige ahora hacia Bermudas, donde se esperan condiciones climáticas severas durante las próximas horas. Bahamas, que logró evitar lo peor, ya levantó sus alertas, aunque se mantienen las recomendaciones ante posibles inundaciones residuales.
El huracán deja a su paso más que escombros: evidencia una región vulnerable no solo en términos físicos y económicos, sino también ante una crisis climática que sigue escalando.
Los científicos han advertido que el aumento de la temperatura global está provocando tormentas más fuertes y frecuentes. Para el Caribe, esto significa una temporada de huracanes cada vez más impredecible y destructiva, que pone en jaque tanto la infraestructura como los sistemas de emergencia de los países insulares.

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Lo que debés saber si vivís en la región:
Mantente informado: Seguí las alertas del servicio meteorológico de tu país. En El Salvador, el Ministerio de Medio Ambiente publica reportes actualizados.
Tené preparada una mochila de emergencia: Incluí documentos, medicamentos, agua y linterna.
Si vas a viajar al Caribe: Consultá con tu aerolínea o embajada. Algunos vuelos han sido suspendidos o reprogramados.
