El Salvador refuerza su industria azucarera con nueva contribución para 2026

Productores de caña y azucareras aportarán a la sostenibilidad del sector con una cuota técnica que garantizará la operatividad del CONSAA

La Asamblea Legislativa de El Salvador aprobó con 57 votos una nueva contribución económica que deberán asumir los productores de caña de azúcar y las centrales azucareras durante el ejercicio fiscal 2026. Esta medida se enmarca en los esfuerzos del Estado por consolidar un modelo agroindustrial más eficiente, competitivo y sostenible, centrado en uno de los pilares históricos de la economía salvadoreña.

Según lo estipulado en el decreto legislativo, la contribución será de $0.000891 por cada libra de azúcar extraída. Este monto técnico permitirá mantener la operatividad del Consejo Salvadoreño de la Agroindustria Azucarera (CONSAA), la entidad encargada de regular, supervisar y promover la cooperación entre productores e ingenios del sector. También financiará actividades administrativas, de investigación y desarrollo en beneficio de toda la cadena productiva.

CONSAA: un actor clave para la modernización del sector

Desde su creación en 2001, el CONSAA ha desempeñado un rol clave en la aplicación de la Ley de la Producción, Industrialización y Comercialización de la Agroindustria Azucarera. Su trabajo abarca desde la promoción de tecnologías agrícolas hasta el fortalecimiento del marco institucional que permite acuerdos justos entre cañeros e ingenios.

El nuevo aporte económico no solo garantiza la sostenibilidad financiera del CONSAA, sino que también contribuirá a asegurar la continuidad de programas orientados al mejoramiento genético de la caña, la capacitación técnica de los agricultores y la investigación aplicada. Esto resulta esencial para enfrentar los desafíos del cambio climático, los costos de producción y la creciente competencia en los mercados internacionales.

Perspectivas para el desarrollo económico local y la inversión extranjera

El sector azucarero es uno de los principales motores de la economía rural salvadoreña. Genera alrededor de 50,000 empleos directos e indirectos y representa más del 3% del PIB agropecuario. Además, es una fuente importante de divisas a través de las exportaciones, especialmente hacia Estados Unidos y mercados del Caribe.

Esta nueva contribución, al ser una medida planificada y proporcional, no representa una carga excesiva para los actores productivos. Al contrario, abre oportunidades para una gestión más moderna, articulada y transparente. Para los inversionistas internacionales, representa una señal positiva de estabilidad institucional y de compromiso con el desarrollo sostenible.

Por su parte, emprendedores salvadoreños podrán encontrar nuevos espacios para innovar, ya sea en la transformación de derivados del azúcar, servicios logísticos, tecnologías limpias o biotecnología aplicada al agro. El fortalecimiento del CONSAA podría facilitar alianzas público-privadas y la atracción de fondos de cooperación internacional.

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Una industria con futuro

El artículo 16 de la Ley de la Agroindustria Azucarera establece que es competencia del Órgano Legislativo, con base en la propuesta del Ministerio de Hacienda, fijar el monto de la contribución anual. El consenso alcanzado refleja un equilibrio entre la necesidad de financiar al ente regulador y la capacidad de pago del sector.

A futuro, se espera que esta medida contribuya a consolidar una agroindustria moderna, resiliente y competitiva, capaz de seguir generando empleo, riqueza y oportunidades para las comunidades rurales. La caña de azúcar, más que un cultivo tradicional, es hoy una palanca para el desarrollo sostenible de El Salvador.