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Pupusas de queso con loroco

Pupusas, entre los 50 mejores platillos del mundo

CNN Travel incluyó a las pupusas en su lista de los 50 mejores platillos del mundo. El reconocimiento internacional consolida a las pupusas como uno de los mayores tesoros gastronómicos del país.

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Por Leidy Puente
Publicado el 18 de octubre de 2025

 

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Las pupusas, orgullo nacional de El Salvador, fueron destacadas por CNN Travel entre los “50 breads o flatbreads más maravillosos del mundo”. Aunque no se consideran pan, el medio reconoció su valor cultural y su técnica ancestral. Este platillo, hecho con masa de maíz o arroz y rellenos como queso, frijoles o chicharrón, es símbolo de identidad y comunidad. Su inclusión refuerza el turismo gastronómico salvadoreño y proyecta al país como un destino de sabores auténticos. Más que comida, las pupusas son historia, tradición y un lazo que une a salvadoreños dentro y fuera del país.

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En el mapa global de sabores, hay platillos que trascienden fronteras y conquistan paladares sin perder su esencia. Las pupusas son uno de ellos. La reconocida cadena de medios CNN Travel las incluyó recientemente en su lista de “los 50 breads o flatbreads más maravillosos del mundo”, un recorrido culinario que rinde homenaje a las preparaciones elaboradas con masa —desde baguettes francesas hasta injera etíope— que, más allá de la definición estricta de pan, son símbolos de identidad y tradición en cada país.

Aunque para los salvadoreños las pupusas no son pan, sino un platillo típico por excelencia, CNN Travel las reconoce dentro de esta categoría global por su técnica ancestral y su profundo valor cultural. En el artículo, la periodista Jen Rose Smith describe cómo en las calles de San Salvador es imposible estar lejos del “aroma a maíz tostado” de las pupusas cocinándose en el comal, un ritual cotidiano que forma parte del paisaje urbano y del corazón de la gastronomía nacional.

“El pan es básicamente lo que tu cultura dice que es”, cita el texto al historiador William Rubel, en CNN. Bajo esa premisa, el listado explora cómo distintas sociedades han transformado granos básicos en alimentos esenciales, y en ese viaje, las pupusas representan a El Salvador como un emblema que combina sabor, historia y comunidad.

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Las pupusas de tenquique combinan tradición y sabor en una propuesta única de temporada. Foto/ Archivo

Más que un platillo, un símbolo nacional

Hechas a base de masa de maíz o arroz, las pupusas se rellenan con ingredientes como queso, frijoles, chicharrón, ayote o loroco, y se cocinan sobre el comal hasta alcanzar esa textura crujiente por fuera y suave por dentro que enamora a quien las prueba. Suelen servirse acompañadas de curtido y salsa de tomate, creando un equilibrio perfecto entre lo salado, lo ácido y lo fresco.

Su importancia va más allá de lo culinario. Las pupusas son el plato nacional de El Salvador y tienen incluso su propio día conmemorativo: el segundo domingo de noviembre. Durante esa fecha, plazas y parques del país se llenan de pupuserías, concursos, música y miles de personas que celebran este símbolo de identidad compartida.

La tradición tiene raíces profundas, en el sitio arqueológico Joya de Cerén, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, se han encontrado utensilios similares a los utilizados en la preparación de pupusas que datan del año 600 d.C., prueba del legado milenario de este platillo.

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Pupusas de calabaza, parte de las nuevas creaciones gastronómicas inspiradas en la temporada. Foto/ Cortesía

Para quienes migraron, las pupusas también se han convertido en un puente con su tierra natal. Hoy se preparan en ciudades como Los Ángeles, Nueva York, Toronto y Madrid, donde restaurantes y puestos callejeros las han hecho parte de la oferta gastronómica internacional. En muchos casos, estos negocios son emprendimientos familiares que no solo ofrecen un sabor auténtico de El Salvador, sino que también cuentan historias de esfuerzo, nostalgia y orgullo.

Este fenómeno ha impulsado su popularidad más allá de las fronteras. Para muchos extranjeros, las pupusas son su primer acercamiento a la cultura salvadoreña. Y ahora, con su inclusión en el listado de CNN Travel, es probable que más personas en el mundo sientan curiosidad por probarlas y conocer la historia detrás de cada palmeada.

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Un reconocimiento que impulsa el turismo

Este tipo de menciones no solo alimentan el orgullo nacional, sino que también tienen un impacto real en sectores como el turismo y la gastronomía. Cada vez más viajeros eligen sus destinos motivados por la comida, y el que las pupusas aparezcan junto a productos icónicos como el pan cubano, la baguette francesa o la tortilla mexicana, refuerza la imagen de El Salvador como un país con una rica tradición culinaria.

Para quienes visitan el país, una ruta pupusera es casi obligatoria. Desde los famosos pupusódromos de Olocuilta, célebres por sus pupusas de arroz, hasta las tradicionales pupuserías del Centro Histórico de San Salvador o las innovadoras versiones gourmet que incorporan ingredientes no tradicionales, la variedad es amplia y deliciosa.

Incluso se han convertido en protagonistas de festivales gastronómicos y eventos turísticos, atrayendo tanto a locales como a visitantes extranjeros.

Y es que, las pupusas no necesitan traducción. Son un lenguaje universal de sabor, tradición y encuentro. Que CNN Travel las haya destacado entre los 50 platillos más maravillosos del mundo no las vuelve importantes —ya lo eran—, pero sí amplifica su historia ante audiencias globales y les abre nuevas puertas a la cultura salvadoreña.

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