Bartomeu y exdirectivos del Barcelona, bajo investigación en el fichaje de Griezmann

El Juzgado de Instrucción número 32 de Barcelona amplió la investigación contra el expresidente del FC Barcelona, Josep Maria Bartomeu, y varios de sus antiguos directivos por presuntos delitos de administración desleal y falsedad contable. La decisión se enmarca dentro del caso que analiza pagos irregulares y comisiones durante su gestión, y ahora incluye un episodio clave: el fichaje de Antoine Griezmann en 2019.

Según el auto judicial, al que tuvo acceso el diario español EL MUNDO, el juez considera que el Barça pagó 15 millones de euros al Atlético de Madrid para frenar una denuncia formal ante la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). El club rojiblanco había acusado a los azulgranas de negociar con el jugador francés cuando todavía tenía contrato en vigor, lo que violaba la normativa FIFA sobre transferencias internacionales.

Leer más: Comienzan a confirmarse las leyendas para el juego histórico Real Madrid vs Barcelona en El Salvador

Negociaciones secretas y pago encubierto

De acuerdo con los documentos del caso, el FC Barcelona mantuvo conversaciones con Griezmann entre febrero y marzo de 2019, meses antes de que pudiera hacerlo legalmente, pues el delantero aún tenía contrato vigente con el Atlético. Este tipo de contacto directo, sin informar al club propietario de los derechos, solo está permitido en los últimos seis meses de contrato, una condición que no se cumplía.

Ante las sospechas, el Atlético presentó una denuncia ante la RFEF. Sin embargo, según el juez, los entonces dirigentes azulgranas optaron por llegar a un acuerdo económico fuera del proceso disciplinario, negociando directamente con los colchoneros. El resultado fue el pago de 15 millones de euros, presuntamente a cambio de que el Atlético retirara o no presentara pruebas que podían haber derivado en una sanción para el Barcelona.

Un derecho de tanteo “simulado”

Para justificar el desembolso, los investigados simularon una operación comercial, presentando el pago como la adquisición de un derecho de tanteo prioritario sobre varios jugadores jóvenes del Atlético de Madrid. Este contrato, según la resolución judicial, sirvió para dar apariencia de legalidad a un acuerdo que, en realidad, habría tenido como propósito encubrir la compensación económica por el silencio del club madrileño.

“El Atlético de Madrid, presuntamente, desistió de aportar pruebas ante la RFEF sobre la denuncia presentada contra el FC Barcelona”, detalla el auto. De comprobarse, el hecho podría constituir un delito de administración desleal y/o falsedad contable, al reflejar en los libros del club una operación ficticia que encubría un pago irregular.

Bartomeu, otra vez en el centro de la polémica

Esta nueva línea de investigación se suma a la larga lista de casos judiciales que rodean la gestión de Bartomeu al frente del Barcelona entre 2014 y 2020. El expresidente, junto con exdirigentes como Òscar Grau y Albert Soler, ya está imputado en causas relacionadas con pagos indebidos, contratos inflados y el llamado “Barçagate”, en el que se investigan presuntos delitos de corrupción y mala administración de recursos.

El fichaje de Griezmann, procedente del Atlético en julio de 2019 por 120 millones de euros, ya había generado controversia en su momento. El club madrileño denunció que el Barça había cerrado un acuerdo con el jugador antes del 1 de julio, fecha en la que su cláusula de rescisión bajaba de 200 a 120 millones. Pese a la disputa, la operación se concretó y el delantero francés fue presentado oficialmente como refuerzo culé.

Leer más: Ronaldo supera a "Pescadito" Ruiz y bate récord de goles en eliminatorias del Mundial

Un golpe más a la imagen institucional del club

Este nuevo escándalo judicial golpea nuevamente la reputación del FC Barcelona, que todavía enfrenta procesos abiertos por los pagos al exvicepresidente arbitral José María Enríquez Negreira, así como por irregularidades financieras durante los últimos años de la directiva de Bartomeu.

El juez ahora deberá determinar si existen suficientes pruebas para abrir un juicio formal por los delitos señalados. En caso de demostrarse que el pago de 15 millones fue simulado, los implicados podrían enfrentar cargos penales y sanciones económicas.

Mientras tanto, el club catalán no ha emitido un comunicado oficial sobre esta nueva acusación, aunque fuentes cercanas a la actual directiva aseguran que cooperarán plenamente con la justicia para esclarecer los hechos.

La causa, que inicialmente se centraba en el presunto desvío de fondos por comisiones en fichajes, ahora adquiere una nueva dimensión con la inclusión del caso Griezmann, un episodio que expone cómo el Barcelona, en medio de tensiones institucionales y deportivas, pudo haber recurrido a prácticas irregulares para evitar sanciones y proteger su imagen.