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El Salvador ha comprado 1,500 buses a China (Izq.); a la derecha, metrocable en Colombia, como imagen de referencia. / Fotos cortesía

El Salvador evalúa precios para nuevo metrocable y buses inteligentes

El Gobierno impulsa una transformación total del sistema de transporte colectivo con metrocable, buses modernos, GPS y cobro electrónico para reducir el caos vial.

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Por Betty Carranza
Publicado el 13 de octubre de 2025

 

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El Gobierno de El Salvador impulsa una transformación integral del transporte colectivo ante el crecimiento desmedido del parque vehicular, que ya alcanza casi 2 millones de unidades. Entre las medidas destacan la implementación del metrocable, el uso de buses inteligentes, GPS, cobro electrónico y un reordenamiento del sistema con fiscalización más estricta. El viceministro Nelson Reyes enfatizó que no basta con renovar unidades: se requiere un cambio cultural, incentivos correctos y conectividad eficiente. El metrocable ofrecerá recorridos rápidos con tarifas accesibles y busca integrarse al sistema tradicional para descongestionar la ciudad y ofrecer un servicio digno y moderno.

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El sistema de transporte colectivo en El Salvador atraviesa una transformación sin precedentes. Con casi 2 millones de vehículos circulando en el país, según cifras compartidas por el Viceministro de Transporte, Nelson Reyes, el crecimiento del parque vehicular ha desbordado la capacidad vial. Esta situación ha llevado al Gobierno a implementar medidas para modernizar el transporte colectivo, entre ellas la incorporación de buses inteligentes, metrocable, GPS en las unidades de transporte, cobro electrónico y nuevas reglas para ordenar el sistema.

Entre las acciones inmediatas se destacan la instalación de semáforos inteligentes, el refuerzo del cuerpo de gestores de tránsito y la habilitación de carriles reversibles. Estas medidas, aunque paliativas, han tenido un efecto visible en la mitigación del tráfico. "Si bien es cierto, no resuelven el problema como tal, el problema estructural, sí tienen un efecto de mitigación", dijo Reyes. Sin embargo, el objetivo final es transformar el sistema de transporte público para que sea seguro, ordenado y eficiente.

El metrocable: una alternativa de futuro

Dentro de las medidas de mediano y largo plazo, destaca el proyecto del metrocable o teleférico, una solución que busca incrementar la capacidad de movilización sin afectar las vías públicas existentes. "Es un medio de transporte que menos costo tiene en cuanto a su mantenimiento", explicó Reyes, destacando que ya se han realizado estudios técnicos y que su operación será sostenible y con pasajes accesibles.

La primera fase del metrocable está planificada para conectar la zona de la Zacamil, pasando por la Universidad de El Salvador y el Centro de Gobierno. Se espera que tenga una tarifa competitiva y un tiempo de recorrido de solo 15 minutos. Al consultarle sobre cuál será el precio de este sistema, el viceministro afirmó: “habría que verlo, realmente es algo que no tendría que representar un gasto mayor para la población". Este sistema está pensado para integrarse con las rutas tradicionales de autobuses, facilitando la conectividad de los usuarios.

"Es una alternativa, no soluciona todo, pero suma", dijo Reyes. Además de descongestionar las calles, el metrocable busca ofrecer una opción rápida, constante y accesible para estudiantes, trabajadores y residentes de zonas densamente pobladas.

Reordenamiento y fiscalización: claves de la reforma

Uno de los pilares del nuevo modelo de transporte es el reordenamiento del transporte colectivo. Esto implica una transformación en la forma en que operan las rutas actuales, así como la implementación de nuevas tecnologías de control. Reyes explicó que el sistema actual genera incentivos perversos para los motoristas y empresarios: "Los mismos incentivos hacen que los empresarios y que los motoristas se peleen pasajeros, que vayan rápido sin importar la seguridad".

El Gobierno apuesta por un sistema de transporte moderno, seguro y eficiente, con nuevas tecnologías y una flota renovada en todo el país.
El Gobierno apuesta por un sistema de transporte moderno, seguro y eficiente, con nuevas tecnologías y una flota renovada en todo el país. / Foto archivo

Por ello, se busca establecer nuevos mecanismos como el cobro electrónico, sistemas GPS en las unidades para un mayor control, cuentapasajeros y cámaras de vigilancia dentro de los vehículos colectivos. Estas herramientas permitirán conocer cuántos pasajeros transporta cada unidad, facilitando una asignación más justa de subsidios y fomentando un servicio de mayor calidad. "Una buena porción de lo que ingresa por pasajes se lo lleva el motorista, a desconocimiento del empresario", afirmó el viceministro.

También se está promoviendo el modelo de caja única, ya utilizado con éxito por rutas que conectan el occidente del país con San Salvador. Este esquema centraliza el cobro y permite una gestión más eficiente de los ingresos y del servicio al usuario.

El vehículo privado como aspiración social

Otro elemento que complica la transición hacia un transporte colectivo moderno es el valor simbólico del vehículo particular. Para muchos salvadoreños, el carro representa seguridad, independencia y estatus. "El uso del vehículo se ha vuelto un tema aspiracional", reconoció Reyes, al referirse a las razones culturales y sociales que empujan a muchas personas a preferir su propio automóvil.

Históricamente, el temor a la inseguridad y el mal estado de las unidades ha llevado a los ciudadanos a optar por comprar un vehículo, muchas veces a crédito. "Venimos de una situación de violencia complicada", señaló el viceministro. Cambiar esta mentalidad requiere no solo modernizar el transporte, sino también generar confianza en que el servicio será seguro, limpio y eficiente.

Una de las medidas regulatorias para frenar el crecimiento del parque vehicular ha sido limitar la importación de autos usados con determinada antigüedad. Aunque algunos sectores, como la diáspora, se han mostrado en desacuerdo, Reyes enfatizó que "por lo menos que tengan (carros) que no pasen de cierta antigüedad" es una acción necesaria frente a la saturación vial.

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Buses más modernos

La renovación de la flota vehicular también forma parte de la estrategia. Aunque se han adquirido unidades nuevas provenientes de diversos países, incluyendo China, Reyes aclaró que "no es que por tener buses nuevos el problema se soluciona". Subrayó que los nuevos buses deben operar bajo normas claras de fiscalización y servicio al pasajero.

Esto incluye la instalación de GPS, cámaras de vigilancia, cobro electrónico y también la capacitación del personal conductor. El objetivo es profesionalizar el servicio y garantizar que se cumpla con la ley, ofreciendo una experiencia de transporte segura y ordenada.

Transición cultural hacia un nuevo modelo

Uno de los mayores desafíos será lograr que la población confíe en el nuevo sistema de transporte y deje atrás el uso del carro privado. Reyes reconoció que "es una transición, es un proceso". No obstante, señaló experiencias recientes, como el transporte habilitado durante la emergencia en Los Chorros, que demostraron que "mucha gente se motivó a utilizar el transporte público".

La estrategia del Gobierno es integral: modernizar tecnología, renovar flotas, mejorar el servicio y generar una cultura de respeto hacia el transporte colectivo. En palabras del viceministro: "Es todo de forma muy integral para poder lograr los objetivos".

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