Los alrededores del estadio se convirtieron en una auténtica fiesta azul y blanco, donde cada rincón reflejaba la creatividad y el entusiasmo de los hinchas. No faltaron quienes llegaron con sombreros extravagantes, rostros pintados y mensajes llenos de aliento para la Selecta. Desde temprano, se vivió un ambiente familiar y seguro.
Para muchos, asistir al estadio no es solo ver un partido: es una tradición que se hereda y se disfruta con amigos o en familia. Entre los asistentes se podían ver desde niños con camisetas de la selección hasta adultos mayores que han acompañado a la azul y blanco por generaciones.
El colorido de las banderas, los cánticos ininterrumpidos y la emoción de los hinchas que viajaron desde diferentes puntos del país mostraron la diversidad y el cariño de la afición. Algunos aprovecharon para tomarse fotos con pancartas, mientras otros vendían recuerdos y camisetas en los alrededores, fortaleciendo el ambiente de hermandad. La alegría y la ilusión se respiraban en el aire: cada fanático, con su propia historia, formó parte de una antesala memorable.
Un fanático se pinta el rostro y luce peluca azul, mostrando su creatividad y entrega total por la Selecta en la previa al partido ante Panamá. / Foto elsalvador.comAficionados de Guaymango muestran su orgullo y apoyo incondicional a la Selecta con un mensaje claro: “Siempre con vos”, antes del partido en el Coloso de Monserrat. / Foto elsalvador.comCon una gran sonrisa y un sombrero que grita “El Salvador”, la aficionada contagia alegría y optimismo antes del partido de la Selecta. / Foto elsalvador.comUn aficionado muestra con orgullo su camiseta y la bandera azul y blanco, reflejando la pasión inquebrantable por la Selecta, sin importar los desafíos. / Foto elsalvador.comAficionados salvadoreños hacen fila para ingresar al estadio, listos para apoyar a la Selecta con orgullo azul y blanco. / Foto elsalvador.comAl menos 1 hora antes del partido, no llovió sobre el Cuscatlán. / Foto Steven Anzora, elsalvador.com Bajo la mirada atenta de la seguridad, familias y aficionados avanzan con entusiasmo para alentar a la Selecta, llenando de esperanza el Coloso de Monserrat. / Foto elsalvador.comElementos de la Policía Nacional Civil colocan banderas de El Salvador en sus escudos, sumándose al ambiente de unidad y orgullo nacional en la previa del partido. / Foto elsalvador.comCon la bandera en alto la aficionada refleja el optimismo y la fe inquebrantable de todo un país en su selección. / Foto elsalvador.comLa emoción se desborda en las gradas: aficionadas celebran y cantan al unísono, viviendo al máximo la pasión por la Selecta en el Coloso de Monserrat. / Foto elsalvador.comLa afición salvadoreña pinta de azul y blanco las gradas, alentando con banderas, tambores y cánticos que resuenan con fuerza en cada rincón del estadio. / Foto elsalvador.comCon emoción y energía, los hinchas celebran cada jugada en las gradas, dejando claro que el apoyo a la Selecta nunca falta en el Coloso de Monserrat. / Foto elsalvador.com