Retrasos y cancelaciones en aeropuertos de EE. UU. por cierre del gobierno

Los aeropuertos de Estados Unidos enfrentan una ola de retrasos y cancelaciones debido al cierre gubernamental que mantiene a centenares de miles de funcionarios federales sin sueldo. La Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) confirmó que casi una docena de aeropuertos experimentan problemas de personal, afectando tanto las operaciones domésticas como los vuelos internacionales.

De acuerdo con el monitor de aviación FlightAware, entre el lunes y martes se registraron alrededor de 10.000 vuelos retrasados en todo el país. Aunque esta cifra no supera los picos habituales de temporada, la FAA advirtió que las demoras podrían aumentar si el cierre se prolonga.

El secretario de Transporte, Sean Duffy, reconoció el lunes que ya se observa un “leve” incremento de controladores aéreos que llaman para reportarse enfermos, una señal del agotamiento y la incertidumbre que viven los trabajadores federales sin recibir salario.

“Quiero que los vuelos no se retrasen. No quiero que se cancelen, pero nuestras prioridades son la seguridad”, señaló Duffy durante una conferencia en el aeropuerto de Newark, cerca de Nueva York. “Y si recibimos más llamadas por enfermedad, reduciremos el flujo de tráfico de acuerdo con un índice que sea seguro para el pueblo estadounidense”

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Funcionarios esenciales, pero sin pago

Los controladores de tráfico aéreo son considerados empleados públicos “esenciales”, por lo que deben continuar trabajando incluso durante los cierres del gobierno. Sin embargo, lo hacen sin recibir su sueldo mientras dure la suspensión presupuestaria.

Un memorándum preliminar de la Casa Blanca difundido esta semana advirtió que los trabajadores suspendidos no tienen garantía de compensación por el tiempo no laborado, lo que podría significar la pérdida del pago retroactivo que se otorgó en cierres anteriores.

Este escenario ha generado tensión dentro del sistema aéreo estadounidense, ya que la falta de personal capacitado puede reducir la capacidad operativa y alargar los tiempos de espera en tierra. Los sindicatos de controladores y trabajadores aeroportuarios han manifestado preocupación por la carga laboral y el impacto emocional de trabajar sin recibir compensación.

El secretario Duffy aseguró que el gobierno “está comprometido con mantener la seguridad en los cielos”, aunque admitió que las condiciones actuales limitan la capacidad de respuesta. La FAA, por su parte, implementa medidas de contingencia para mantener el flujo mínimo de operaciones, priorizando vuelos comerciales y de emergencia.

Un bloqueo político con efectos en la vida diaria

El cierre del gobierno estadounidense, que ya alcanza varias semanas, se debe al desacuerdo entre demócratas y republicanos en el Congreso sobre la aprobación del presupuesto federal. Los demócratas votaron por sexta vez este miércoles contra una propuesta republicana para extender los fondos y reabrir las agencias.

Mientras tanto, miles de empleados públicos en distintos sectores desde parques nacionales hasta servicios aduanales permanecen sin sueldo. En el caso de la aviación, la situación afecta no solo a los controladores, sino también a inspectores, técnicos de mantenimiento y personal de seguridad.

Aunque los retrasos actuales no se consideran críticos, expertos advierten que un cierre prolongado podría derivar en cancelaciones masivas y en pérdidas económicas significativas para aerolíneas y aeropuertos. Además, los viajeros internacionales podrían enfrentar tiempos de espera más largos en los puntos de ingreso al país, donde también se han reportado reducciones de personal.

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Implicaciones globales y mirada desde El Salvador

Para los viajeros salvadoreños o centroamericanos que vuelan hacia o desde Estados Unidos, se recomienda verificar constantemente el estado de los vuelos antes de dirigirse al aeropuerto. Las aerolíneas están actualizando horarios en tiempo real y ofreciendo cambios sin penalización para ciertos destinos.

El impacto del cierre gubernamental estadounidense no solo afecta su economía interna, sino también el tráfico aéreo internacional, en el que participan miles de pasajeros de la región. La conectividad aérea entre El Salvador y ciudades como Miami, Houston o Nueva York podría verse temporalmente alterada si la situación se agrava.

Mientras el Congreso busca un acuerdo presupuestario, el sistema de aviación estadounidense continúa operando bajo presión, con un personal esencial que mantiene el servicio en condiciones cada vez más desafiantes.