Trump busca aprovechar cierre del gobierno para impulsar recortes
El presidente de EE. UU. se reunirá con su jefe de presupuesto para definir recortes en agencias federales tras el inicio del “shutdown” en Washington.
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AFP
Publicado el 02 de octubre de 2025
El gobierno de Estados Unidos entró en cierre parcial tras no lograrse un acuerdo presupuestario en el Senado. El presidente Donald Trump calificó la situación como una “oportunidad sin precedentes” y anunció que se reunirá con el director de la Oficina de Presupuesto, Russell Vought, para decidir posibles recortes en agencias federales. El principal punto de fricción con los demócratas es el financiamiento de la salud, en especial el programa Obamacare. El cierre afecta a unos 750.000 empleados públicos y cuesta 400 millones de dólares semanales. El estancamiento genera preocupación internacional por su impacto económico y político.
Washington atraviesa un cierre parcial del gobierno federal, el primero desde 2019, luego de que el Congreso no lograra aprobar un financiamiento provisional. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, calificó la situación como una “oportunidad sin precedentes” y anunció que este jueves se reunirá con el director de la Oficina de Presupuesto, Russell Vought, para decidir qué agencias federales podrían sufrir recortes.
“Me reuniré hoy con Russ Vought (…) para determinar cuáles de las muchas agencias demócratas, la mayoría de las cuales son una estafa política, recomienda recortar, y si esos recortes serán temporales o permanentes”, escribió el mandatario en su red social Truth Social.
El cierre arrancó al finalizar el año fiscal sin un acuerdo en el Senado, lo que dejó a unos 750,000 empleados federales sin salario. Mientras tanto, servicios esenciales como la seguridad nacional continúan funcionando, aunque también sin remuneración inmediata para el personal.

El punto de choque: la financiación de la salud
El núcleo de la disputa entre republicanos y demócratas es el financiamiento a la salud pública. Los demócratas buscan restaurar fondos destinados al programa de seguros conocido como Obamacare, que beneficia a familias de bajos ingresos. En contraste, la administración Trump insiste en limitar el gasto y negociar un plan a más largo plazo después de extender temporalmente el financiamiento.
Los líderes demócratas Chuck Schumer y Hakeem Jeffries acusaron al oficialismo de “cerrar los servicios del Estado porque no quieren proteger la atención médica del pueblo estadounidense”.
Por su parte, el vicepresidente JD Vance declaró que el diálogo con la oposición solo podrá darse “después de ponerse en marcha de nuevo el Estado”.
La diferencia es clave: los republicanos sostienen que los demócratas buscan mantener un gasto en salud similar al de la pandemia, mientras que acusan a la oposición de incluir en ese presupuesto servicios para migrantes indocumentados.

Consecuencias inmediatas y costos económicos
El impacto ya es visible en múltiples áreas. La NASA cerró operaciones, varias embajadas limitaron sus funciones y los parques nacionales permanecen abiertos sin servicios de limpieza ni vigilancia.
Aunque beneficios como los cheques de seguridad social o el correo no se interrumpen, la paralización afecta directamente a cientos de miles de familias que dependen de sus salarios.
La Oficina de Presupuesto del Congreso estima que cada semana de cierre le cuesta a la economía unos $400 millones, con una reducción potencial de 0,2 puntos porcentuales en el crecimiento del PIB. El antecedente más cercano fue el “shutdown” de 2019, que duró 35 días y significó una pérdida de $11,000 millones .

Una disputa con eco internacional
Más allá del debate en Washington, el cierre tiene repercusiones globales. Las operaciones diplomáticas de Estados Unidos se ven limitadas y la incertidumbre genera señales de alerta en los mercados internacionales.
En América Latina, la comunidad salvadoreña residente en Estados Unidos sigue de cerca la situación, preocupada por posibles retrasos en trámites consulares y por el efecto económico que un “shutdown” prolongado podría tener en el envío de remesas.
Los inversionistas también observan con cautela. Un estancamiento presupuestario prolongado no solo retrasa servicios internos, sino que alimenta dudas sobre la estabilidad política y fiscal de la mayor economía del mundo.
El reto político para Trump
Trump ha buscado transformar el cierre en un argumento político, responsabilizando a los demócratas de la parálisis y utilizando la coyuntura para promover recortes permanentes en el aparato estatal. La reunión con su jefe de presupuesto podría marcar el inicio de una estrategia para reducir la influencia de agencias federales que considera innecesarias.
Con los republicanos controlando 53 de los 100 escaños en el Senado, pero requiriendo 60 votos para aprobar un nuevo financiamiento, el camino hacia un acuerdo luce complejo. La confrontación actual no solo determinará cuánto tiempo se extiende este cierre, sino que también perfilará la agenda fiscal y social del gobierno estadounidense en los próximos meses.
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