"El Salvador es equipo pequeño", periodistas deportivos panameños sobre la Selecta
Panameños lanzan confianza de cara al duelo en el Cuscatlán, aseguran que su selección no teme a la Selecta y avivan la expectativa para el duelo del 10 de octubre
Por
Roberto Montano
Publicado el 01 de octubre de 2025
Periodistas panameños encendieron la previa del partido eliminatorio entre Panamá y El Salvador, que se jugará el 10 de octubre en el estadio Cuscatlán. Voces como José Miguel Domínguez Flores aseguraron que “miedo a El Salvador, cero” y que la diferencia futbolística es amplia a favor de los canaleros. Restaron importancia al posible aforo o a sanciones de FIFA, destacando la solidez de la generación dirigida por Thomas Christiansen. Con nombres como Carrasquilla, Fajardo e Ismael, consideran que Panamá está listo para “tumbar el mito del Cuscatlán”, mientras La Selecta buscará defender su casa y reivindicarse ante su afición.
Voces del periodismo deportivo en Panamá encendieron la polémica y la rivalidad previa al partido entre Panamá y El Salvador, programado para el 10 de octubre en el estadio Cuscatlán, correspondiente a las eliminatorias rumbo al Mundial de 2026. En declaraciones recogidas en medios centroamericanos, varios comunicadores canalizaron confianza absoluta en el equipo canalero y minimizaron tanto la posible sanción de la FIFA como la presión del escenario salvadoreño.
«Yo no tengo miedo en ese partido», dijo José Ángel Rodríguez en un tono desafiante. «Pueden tener 6,000 personas, me da igual, 15, 20, 50, lo que sea. Para la mejor selección, El Salvador no representa ningún tipo de miedo». Con esas palabras buscó restar importancia al factor cancha y subrayar la convicción panameña sobre la superioridad futbolística de su equipo.
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Asi hablan en Panamá , por eso tenemos que jugar con todo !!! pic.twitter.com/zpRBQ1wq8X
— Luis Henriquez (@luis_selecta) October 1, 2025
José Miguel Domínguez Flores, periodista panameño citado por medios regionales, fue aún más contundente: «Si les suben el aforo, que lo hagan; miedo a El Salvador, cero, señores. No entiendo cuál es la algarabía… El Salvador es, a día de hoy, un equipo pequeño». Domínguez Flores enumeró a futbolistas panameños como Fajardo, Ismael, Carrasquilla y Londoño como argumentos para creer en una victoria visitante: "Ya tenemos las pólvoras preparadas, Fajardo marcando goles, Ismael teniendo minutos, Carrasquilla teniendo minutos, todo el mundo creyendo en la selección de Panamá hay que terminar con esta mentira. No es lo mismo, señores, escuchen los salvadoreños, no es lo mismo ver al tigre en el circo que ver al tigre en persona y llegar al Cuscatlán. Y esta Panamá, señores, sigue siendo su papá."y, en tono de reto, concluyó: «Vamos a tumbar el Cuscatlán, punto y pelota».
La contundencia de estas declaraciones llega en un contexto sensible: en fechas recientes la Federación Salvadoreña de Fútbol (FESFUT) y la afición local estuvieron en el ojo de la polémica por denuncias relacionadas con insultos durante un partido, asunto que derivó en la apertura de un procedimiento disciplinario por parte de la FIFA, según comunicados anteriores. Ese antecedente es mencionado por algunos analistas como factor que podría influir en el ambiente del partido y en la posible reacción de organismos internacionales, pero los periodistas panameños consultados restaron importancia a ese riesgo y apelaron a la «gallardía» de su selección.
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Desde la perspectiva futbolística, el duelo promete intensidad: Panamá, bajo la dirección técnica de Thomas Christiansen, se ha planteado con ambiciones claras en las eliminatorias y llega con jugadores de experiencia en ligas internacionales. El Salvador, anfitrión en el Cuscatlán, buscará defender su localía y responder al reto que representará un rival que llega a la capital dispuesto a disputar el partido con carácter.
Las declaraciones panameñas han elevado la temperatura mediática alrededor del encuentro, que ahora se vive no solo como una prueba deportiva sino también como un choque de orgullo regional. En los próximos días se espera mayor cobertura, análisis táctico y, sobre todo, medidas de seguridad y protocolo por parte de las autoridades y la federación para garantizar que el partido se juegue con normalidad y sin incidentes que puedan empañar la jornada futbolística.
