Así se vive el rapel en la Cascada El Escuco: pura adrenalina en Sonsonate
La imponente cascada en Santo Domingo de Guzmán, de más de 80 metros, espera a quienes buscan un reto lleno de emoción y naturaleza
Por
Carlos López Vides
Publicado el 25 de septiembre de 2025
La Cascada El Escuco, en Santo Domingo de Guzmán, Sonsonate, ofrece una experiencia única de rapel con caídas de agua entre 80 y 90 metros. Ubicada a 80 km de San Salvador, se llega tras una caminata de 15 a 20 minutos desde el pueblo. Gravity Tripp, fundada por Gerson y Daniel Salazar León, dirige la actividad con más de 14 años de experiencia en rescate vertical. El recorrido incluye equipo completo, instrucciones claras y seguridad garantizada. La aventura finaliza en una poza de 3 a 5 metros. Está recomendada para mayores de 16 años con buena condición física.
Si alguna vez soñaste con desafiarte a vos mismo y lanzarte al vacío (literalmente), tenés que conocer la Cascada El Escuco, en el norte de Sonsonate. Ubicada en Santo Domingo de Guzmán, a unos 80 kilómetros de San Salvador (2 horas aproximadamente en vehículo), esta maravilla natural te espera con una caída de agua que puede alcanzar entre los 80 y 90 metros de altura, dependiendo de la estación.
La experiencia va mucho más allá de una simple excursión o solo turismo. Aquí, el protagonista sos vos, suspendido entre la montaña y el vacío, descendiendo por una pared de roca mientras el agua corre a tu lado. Y aunque suene extremo, todo se realiza con medidas de seguridad profesionales.
Con vos en cada paso: Gravity Tripp
Detrás de esta aventura están los hermanos Gerson y Daniel Salazar León, fundadores de Gravity Tripp, una empresa especializada en descenso vertical o rapel que tiene solamente cuatro meses de operar; pero tienen detrás más de 14 años de experiencia y formación técnica en rescate vertical junto a los Comandos de Salvamento.

Así, los Salazar ofrecen una experiencia segura, divertida y guiada.
Te recomendamos | Cerro El Pericón, naturaleza y vistas impresionantes en Morazán
“El lugar impone al principio, claro que sí, pero la adrenalina que se siente al lanzarte no se compara con nada”, asegura Daniel Salazar. “Los visitantes nos dicen que es una experiencia inolvidable, 100% recomendada. Yo los invito a que vengan”, añade.
Así es el recorrido
El viaje comienza en Santo Domingo de Guzmán, donde puede dejarse el auto que te transportó desde tu lugar de origen. Desde el pueblo, hay que hacer una caminata de entre 15 y 20 minutos —de dificultad baja— hasta llegar a la base de la cascada. Después, se sube por un sendero empinado hasta la parte alta del salto. Si es época de lluvias, se recomienda tener cuidado con el lodo.
Una vez arriba, recibís tu equipo: arnés, casco, chaleco salvavidas, guantes y sistema de descenso. Es bueno que llevés zapatos antideslizantes. Las instrucciones son claras y precisas: nadie está obligado a lanzarse, pero si decidís hacerlo, el equipo estará con vos en todo momento.

“Si en algún momento se sueltan, aquí estoy yo para frenarlos. No les pasa absolutamente nada. Todo está 100% garantizado”, asegura uno de los instructores al grupo antes de comenzar.
Al terminar el descenso, caés directo en una poza de agua que genera la misma cascada, la cual cubre el cuerpo justo en la caída (unos 3 a 5 metros). Podés nadar hasta la orilla o dejarte asistir por el equipo flotando con chaleco.
¿Quiénes pueden hacerlo?

La actividad está recomendada para personas mayores de 16 años, con buena condición física. No se aconseja para personas con problemas cardíacos, asma o niños menores de esa edad, ya que el nivel de adrenalina puede resultar abrumador.
Las voces de la aventura
Andrea Segura fue una de las participantes más decididas del grupo. Aunque al inicio se mostró nerviosa, logró dominar sus miedos y completó el descenso.
“Al inicio estaba nerviosa, pero como mi apellido lo dice, estaba segura. Pensé: ‘Ya estoy aquí, no me puedo echar para atrás’”, contó con una gran sonrisa. “Esto es un reto personal, si puedo con esto, puedo con todo. Lo recomiendo al 100%, hay que aprovechar la vida”.
Otro participante, Alejandro Blanco, también compartió su experiencia: “Para ser primera vez, estuvo bastante bien. Siguiendo las instrucciones del instructor se vuelve más fácil. Nervios del uno al cien… ¡mil! Pero siempre controlado”.
Lo que necesitás llevar
Para vivir esta aventura al máximo, se recomienda llevar:
- Repelente para insectos
- Bloqueador solar o gorra
- Agua en cantidad suficiente
- Un refrigerio ligero
- Ropa cómoda y que se pueda mojar
- Protector de agua para celular
- Refrigerio
¿Te animás a vivirlo? La Cascada El Escuco te espera con sus 90 metros de adrenalina pura.
TAGS: Santo Domingo de Guzmán | Sonsonate | Turismo | Turismo de aventura
CATEGORIA: Turismo | Rutas y aventuras
