Así se vivió el Festival de Bandas de Paz 2025 en Parque Balboa
El Festival de Bandas de Paz llenó el Parque Balboa de música, talento juvenil y color. Así se vivió este evento.
El Festival de Bandas de Paz 2025 transformó el Parque Natural Balboa en un escenario vibrante, lleno de ritmo, juventud y energía colectiva. Organizado por el Instituto Salvadoreño de Turismo (ISTU), este evento reunió a agrupaciones de todo el país para celebrar el arte, la cultura y la identidad nacional en el marco del Día de la Independencia de El Salvador.
Más allá de la competencia, el festival fue una muestra del esfuerzo sostenido de cientos de estudiantes e instructores, quienes dedican meses —incluso años— a perfeccionar cada paso, cada nota y cada presentación.

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Desde su primera edición en 2019, y con ediciones consecutivas en 2022, 2023 y 2024, el festival se ha consolidado como un punto de encuentro cultural que impulsa no solo la creatividad de las nuevas generaciones, sino también el sentido de pertenencia e identidad nacional.
“Es la primera vez que vengo y me ha encantado. La energía de los jóvenes, la música, los uniformes… todo está muy bien organizado. Vale la pena venir en familia.”
Carlos Menjívar, visitante de Santa Tecla.
En el Festival de Bandas de Paz participaron 12 bandas, quienes mostraron el trabajo en equipo, disciplina artística y diversidad cultural. Cada agrupación participante lleva meses de preparación detrás, ensayando no solo melodías sino también complejas secuencias de coreografía y coordinación grupal.

El festival se divide en dos categorías:
Marching band : Las bandas marchan en formación mientras ejecutan piezas musicales en vivo. El enfoque está en la sincronización, la musicalidad y la cohesión visual del grupo.
Latín band: Esta categoría da espacio a la fusión de ritmos latinoamericanos como la salsa, la samba y otros estilos tropicales. Las presentaciones se destacan por su energía, creatividad y expresividad corporal.
Además de promover la música, el evento fomenta valores como la inclusión, el respeto, la creatividad y la sana competencia, con un enfoque claro en el desarrollo juvenil a través del arte.

Entre las agrupaciones destacadas de esta edición, se encuentra: en la categoría Marching Band, el primer lugar fue para Margaritas Drum & Bugle Corps, quienes se llevaron el premio de $500 por su impecable presentación. El segundo lugar lo obtuvo la Cocodrilos Marching Band del INTI, con un premio de $400, y el tercer puesto fue para el Liceo Cristiano Central. En la categoría Latin Band, el primer lugar y premio de $500 fue para la Banda Musical Berlín, seguidos por el Instituto Nacional El Tránsito en segundo lugar con $400, y en tercer lugar, la destacada participación de la Banda Pacheco, del Complejo Educativo Ignacio Pacheco.
Preparación durante todo el año y compromiso total
Para muchas bandas, participar en este festival no es una actividad aislada: es el resultado de un trabajo continuo. Carlos Francisco Portillo, director musical de Cocodrilos Marching Band del Instituto Nacional Técnico Industrial (INTI), explicó que la banda funciona como un ciclo que se renueva anualmente:
“Prácticamente es de enero a diciembre. En diciembre cerramos con la banda actual y en enero comenzamos de nuevo. Muchos alumnos se gradúan, así que siempre hay renovación”.

La banda del INTI está compuesta por 90 músicos y 20 cachiporristas, y también incluye estudiantes de octavo y noveno grado de otros centros escolares que buscan formación musical anticipada. Este enfoque inclusivo permite detectar talento temprano y fortalecer la formación artística desde una edad temprana.
Portillo detalló que el nivel de exigencia ha aumentado en los últimos años:
“Las bandas ahora son muy exigentes: en drill, en lectura musical, en musicalidad. Eso ha hecho que todo el nivel suba, y bendito eso”.
Otra banda participante, conformada por 35 integrantes, también compartió su proceso de preparación. Jonathan Esquivel, colaborador del Complejo Educativo Las Cañas explicó que trabajan semanalmente los días martes, jueves y sábado, enfocándose en viento metal, percusiones, armonización y coreografías:
“Primero ensamblamos las canciones, trabajamos por secciones y luego unificamos. Es un proceso técnico y artístico a la vez”.
En cuanto a la selección de integrantes, esta se basa primero en el rendimiento académico. Luego se realiza una entrevista para asignar el instrumento más adecuado a cada estudiante. La elección del uniforme también refleja una dinámica participativa.
El Parque Balboa como escenario para el talento joven
El Parque Natural Balboa, ubicado en Planes de Renderos, ofrece un entorno ideal para este tipo de eventos. Con zonas verdes, espacios amplios y fácil acceso, se convierte en el lugar perfecto para que las familias disfruten del espectáculo.

Durante el festival, los asistentes pudieron apreciar coreografías complejas, secciones musicales impecables y un ambiente donde se respiraba entusiasmo, creatividad y trabajo en equipo.
El Festival de Bandas de Paz no solo celebra la música y la independencia, sino que se ha convertido en una verdadera plataforma de desarrollo juvenil. Los testimonios de los instructores dejan claro que detrás de cada presentación hay un proceso formativo profundo que trasciende la tarima.
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