Proyecto Arte y Cultura en Caricatura registra el alma creativa del país
Dos artistas salvadoreños transforman la memoria cultural de El Salvador en ilustraciones que combinan humor, historia y homenaje en más de 370 caricaturas.
Por
Marcella Palacios
Publicado el 18 de septiembre de 2025
El proyecto “Arte y Cultura en Caricatura” captura la esencia creativa de El Salvador a través de más de 370 ilustraciones realizadas por Katya Romero y Óscar González. Nacido durante la pandemia, este archivo visual rinde homenaje a figuras emblemáticas y contemporáneas del arte salvadoreño, combinando humor, historia y simbolismo en cada retrato. El objetivo es preservar la memoria cultural y mostrar la diversidad del país. Si querés descubrir este legado visual, seguí el proyecto en Instagram: @arteyculturaencaricatura y conocé a quienes construyen la identidad artística salvadoreña.
Lo que comenzó como un pasatiempo durante la pandemia, terminó convirtiéndose en uno de los registros gráficos más entrañables y auténticos del panorama artístico nacional. “Arte y cultura en caricatura” es el nombre del proyecto que lideran la artista visual Katya Romero y el arquitecto y caricaturista autodidacta Óscar González, quienes, con más de 370 retratos, están escribiendo una historia visual única sobre el arte en El Salvador.

“Caricaturizar a alguien no es solo dibujarlo: es investigar, entrevistar, pedir autorización, recopilar datos y encontrar los símbolos que lo definen.”
Óscar González
La propuesta va más allá de un simple dibujo: cada caricatura es un homenaje que recoge no solo el rostro del personaje, sino también su mundo, sus símbolos, su esencia y hasta los detalles arquitectónicos del entorno en el que habita o crea. Desde cineastas y escultores hasta gestores culturales y fotoperiodistas, esta dupla ha dado vida a un mosaico de personalidades que han moldeado la cultura salvadoreña.
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En ese mosaico, Katya y Óscar han retratado tanto a artistas consagrados como a creadores contemporáneos, todos con el mismo nivel de detalle y respeto. Entre las figuras emblemáticas destacan Carlos Cañas (pintor), Antonio García Ponce (pintor y dibujante), Camilo Minero (pintor y muralista), Julia Díaz (pintora), Rosa Mena Valenzuela (pintora) y Roque Dalton (poeta, ensayista y periodista).

Asimismo, han dado espacio a talentos actuales como Rosemberg Rivas (diseñador y director de arte), René Mauricio Bonilla (bailarín), el colectivo La Cachada Teatro, Paolo Hasbún (cineasta y director) y Arturo Menéndez (cineasta), entre decenas de más rostros e historias, mostrando así la riqueza y diversidad del arte salvadoreño a lo largo del tiempo.
Un proyecto que nació del encierro y se convirtió en legado
Durante el confinamiento, Óscar González encontró en el dibujo una forma de mantenerse creativo y conectado con su entorno. Empezó ilustrando a sus amistades del mundo del arte como un gesto espontáneo. Fue así como una caricatura lo puso en contacto con Katya Romero, quien al ver su trabajo propuso algo más ambicioso: hacer de esas ilustraciones un archivo visual que preservara la historia cultural del país.
“Cada ilustración incluye objetos personales, escenarios arquitectónicos y elementos visuales que hablan de la identidad de cada artista.”
Katya Romero
“Lo que hicimos fue también rescatar el patrimonio visual de El Salvador. Pisos, lámparas, fachadas, todo eso está presente en las ilustraciones”, explica Katya, quien además cuenta con una sólida trayectoria como gestora cultural. Su experiencia cuando fungió como directora de Artes Visuales y de la Sala Nacional de Exposiciones, junto con el trazo sensible de Óscar, dieron vida a un proyecto donde el arte se convierte en crónica.

Con el paso del tiempo, el proyecto fue ganando profundidad. Cada retrato comenzó a elaborarse con investigación previa, entrevistas personales y una intención clara: capturar no solo la apariencia, sino también el universo simbólico de cada artista. Las caricaturas se transformaron en narraciones visuales cargadas de memoria, detalles y respeto.
“Esto no es una burla. Es una forma de reconocer lo que cada artista aporta, desde lo visual hasta lo emocional”, destaca Óscar, cuya mirada va más allá del humor gráfico: busca conectar con la identidad y esencia de cada personaje cultural.
Pausas, aprendizajes y nuevas metas
Aunque entre 2022 y 2024 el proyecto se vio pausado por razones personales y económicas, la dupla regresó con más fuerza y claridad. El objetivo sigue siendo el mismo: dejar un registro visual que trascienda generaciones.

Actualmente, tienen planes de publicar un libro —tanto en formato digital como impreso— que recopile todas las caricaturas. También sueñan con una exposición que muestre el recorrido visual de estos años. Las propuestas locales e internacionales ya están sobre la mesa, pero antes quieren consolidar esta segunda etapa del proyecto.
“Esto es más que un archivo ilustrado; es un acto de amor por el arte y por el país”, dice Katya. Y para Óscar, que nunca tuvo una formación artística formal, este trabajo es prueba de que el talento y la pasión pueden abrir puertas y dejar huella.
Si querés conocer las caricaturas, podés seguir el proyecto en Instagram: @arteyculturaencaricatura o en el perfil personal de Facebook de Óscar González. Cada imagen te hará sonreír, recordar o descubrir a quienes han construido el tejido cultural salvadoreño.
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