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menor gusano barrenador miasis san pedro perulapan (3)

Niña sobrevivió a un gusano barrenador en su cabeza tras un fallido diagnóstico inicial

Lo que parecía un simple grano terminó siendo una larva. El caso ocurre en una comunidad olvidada de San Pedro Perulapán.

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Por Miguel Lemus / Xiomara Alfaro
Publicado el 03 de agosto de 2025


Los ojos desteñidos de Dora la Exploradora se asoman entre una colcha que cuelga junto a pañales de tela y ropa de bebé, detrás de un oxidado portón de lámina, en una vivienda del Cantón San Francisco Candelaria, de San Pedro Perulapán. En su interior, una niña estuvo a punto de sufrir complicaciones serias, víctima de una afección tan grave como ignorada, una miasis causada por un gusano barrenador. 

En junio de 2025, a Salvadora y su hija, Katherine (abuela y madre), les llamó la atención un grano que la niña tenía cerca de la oreja izquierda. 

Poco a poco la lesión iba tomando forma de “chibola” o lo más parecido a un absceso. Con experiencia en el cuidado, Salvadora optó por realizar procedimientos caseros: “agüita caliente, jabón yodado, alcohol para desinfectar y cremitas para cicatrizar”, comenta.

Lee también: Primeros tres casos de gusano barrenador en humanos registrados en mayo en El Salvador

En el sistema de Salud no le brindó a la familia implementos ni indicaciones de cuidado, según comentan habitantes, mientras en una bolsa guardan medicamentos comprados por ellas. Foto EDH/ Miguel Lemus

Luego de no observar mejoras, ambas toman la decisión urgente de llevar a la menor a pasar consulta en una clínica del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS), donde la respuesta que obtuvieron fue hacerlas esperar varias jornadas para recetar ibuprofeno.

Mientras tanto, la lesión ya tenía un tamaño considerable, por eso la llevaron a la clínica parroquial de San Martín. “Ahí le hicieron un hoyito en el grano, le apretaron y no le hallaron nada, solo le salió una cosa amarillenta, como pus”, agrega Salvadora. 

Esto solo era el inicio del proceso en el que visitarían dos clínicas más, donde les recomendaron llevarla al Hospital Amatepec del ISSS. Tampoco les dieron solución y la remitieron al Hospital de Niños Benjamín Bloom. “Ahí le detectaron el gusano que tenía, ya grande, uno le sacaron, bien gordo, luego le dieron siete puntadas después de la operación”, comenta la abuela.

Una operación de emergencia

La mujer se detiene en la conversación. Al ver a la niña caminar tímidamente por el patio de tierra, reflexiona con la idea hipotética de su nieta muerta y agrega que no sabe qué hubieran hecho con toda la cabecita llena de gusanos.

Según información publicada por la Organización Mundial para la Salud (OMS), el Gusano Barrenador es una larva parasitaria, que invade tejidos vivos de animales de sangre caliente, incluidos los humanos. Su mosca transmisora, la Cochliomyia Hominivorax, es de un verde metálico brillante, deposita sus huevos en heridas abiertas o piel lesionada. Produce la enfermedad, conocida como miasis, que es común en zonas rurales, especialmente donde abunda el ganado, los animales domésticos y hay poca atención médica.

“En el Bloom nos dijeron que era un gusano de esos barrenadores, por eso en el mismo momento la operaron de emergencia porque los doctores dijeron que no se podía esperar más”, comenta con alivio la abuela, quien dice que para ese momento ya se habían quitado un peso de encima.

En este lugar es característico que las casas sean de cemento en lo que comprende los cuartos y corredor, las propiedades están divididas por cercos de alambre, para salir por bienes y servicios básicos, la única opción viable es tomar una “mototaxi” o caminar grandes distancias empinadas entre lodo y paredones de tierra.

En el cantón, las autoridades municipales del distrito de San Pedro Perulapán, no son ni por cerca conocidas, mucho menos hay presencia del gobierno, hay un centro escolar y una Unidad Comunitaria en Salud conocida como ECO-Familiar, que cuando fueron creadas tenían como fin primordial la visita de los trabajadores de la salud a las comunidades. Además, esta clínica médica que se encuentra lejos y en una zona de difícil acceso, para agravar la situación cuenta con una mala atención al usuario, según los habitantes.

También: Minsal: El gusano barrenador en humanos se ha detectado en oriente y occidente

Menor de edad atacada por el gusano barrenador en San Pedro Perulapán. Foto EDH/ Miguel Lemus

“Imagínese que aquí ni promotor de salud hay (...)"

Una vecina del sector que no quiso ser identificada comenta de manera irónica que tratan de no tener accidentes y enfermarse lo menos posible para evitar complicaciones, “imagínese que aquí ni promotor de salud hay, si uno necesita una curación o algo, debe buscar una unidad de salud de afuera, porque la de aquí parece que les enoja que uno llegue, hay que ir hasta San Pedro Perulapán, a Perulapía o Suchitoto”, comenta de manera anónima. 

Luego de salir del hospital la niña quedó con una serie de puntos que debían ser curados, los puntos fueron retirados en una dependencia del ISSS de San Martín, pero ninguno de los dos sistemas de atención médica le brindaron implementos ni indicaciones de cuidado según comentan las habitantes de la casa mientras en una bolsa con publicidad de una farmacia guardan medicamentos comprados por ellas. 

Por las calles del sector y a pesar que por los bordes de tierra brota agua, el intenso calor hace pensar que el avance del sol en este lugar es más lento, hay un constante olor a estiércol de ganado y las moscas se empecinan a realizar vuelos rasantes cerca del cuello o las orejas.

Por uno de los caminos, Candelario, corvo en mano trata de guiar a sus dos delgadas vacas buscándoles monte para comer. Sus ojos se posan en la piel de sus animales tratando de estar pendiente de cualquier insecto visitante, “yo solo he visto por la televisión que hay que cuidar a los animales, que hay que estar pendiente de ellos, hay que revisarlos, pero nadie ha venido a verme, ni mucho menos a darme consejos”, comenta el hombre que ha pasado la vida pastoreando ganado y a quien hace unos meses se le murió una vaca ataviada de gusanos.

Mateo Rendón, de la Mesa Agropecuaria Rural e Indígena, señala que el gusano barrenador fue redetectado en Sociedad, Morazán, a finales del año pasado, tras más de 30 años de haber sido erradicado. Su reaparición, dice, debería ser una llamada de atención para el Ministerio de Salud y el sector agropecuario.

Un habitante del sector menciona que la situación con el gusano se vio bastante en mayo de este año, varios pobladores del sector perdieron mascotas y ganado, “mi papá tenía una vaca llena de esos animales, de esos gusanos, se la acabaron, tuvimos que darle fuego y luego enterrarla para que no volvieran”, comenta en un tono de voz casi en secreto.

Las propiedades están divididas por cercos de alambre, pero la mayoría de familias llevan el mismo apellido. En este lugar no solo comparten el parentesco, definitivamente también las carencias. El punto central de la comunidad lo comprende una galera que es una especie de taller de costura, junto a un gran paracaídas que sirve de techo.

La niña camina por la casa y pide a cada momento los brazos de su abuela, ella es la encargada de sus cuidados mientras su madre se encuentra en horario laboral. Su estado de ánimo cambia constantemente, de la timidez a los gritos y del llanto a la risa, mientras tanto su familia cree que su reciente padecimiento es el reflejo de un sistema de salud que sigue sin llegar a quien más lo necesita.

Sobre la miasis del gusano barrenador

La miasis es la infección provocada por el gusano barrenador, esta ocurre cuando la mosca deposita sus huevos en heridas o lesiones abiertas de la piel; las larvas eclosionan y se alimentan del tejido vivo. 

Dolor intenso localizado, secreción purulenta, olor putrefacto y enrojecimiento, son síntomas que alertan sobre la presencia del gusano en humanos.

"El gusano es el resultado de los huevos que pone una mosca. Llamamos miasis cuando ya la enfermedad está en un humano. En general es  cualquier gusano en una herida, en una lesión (en la piel)", explicó en una entrevista televisiva del 17 de junio el ministro de salud, Francisco Alabí. 

El tratamiento inmediato es clave, se debe buscar asistencia médica lo antes posible. Un caso puede tornarse grave por falta de intervención sanitaria oportuna. 

El tratamiento es a través de un procedimiento de debridación a través del cual se van sacando los gusanos localizados en el tejido cutáneo. ,

Casos en humanos

De manera oficial, El Salvador ha confirmado  tres casos de gusano barrenador en humanos, los cuales fueron registrados en mayo.  

El Boletín epidemiológico del Ministerio de Salud da cuenta que fueron detectados entre el 11 y el 31 de mayo de 2025 (semanas 20 a la 22 del calendario epidemiológico). Después de esa fecha hasta  el 19 de julio (semana 29) no hay registro oficial de casos atendidos en el sistema nacional de Salud. 

El gremio médico ha señalado que existen  indicios de subregistro de casos humanos de miasis por Cochliomyia hominivorax en el país. 

El Colegio Médico de El Salvador (COLMEDES) ha advertido que, aunque solo se hayan confirmado oficialmente tres casos  realmente no se conoce "la verdadera magnitud del problema". 

Señalan que esto se debe a que, sin datos claros sobre distribución geográfica, edad, sexo o perfiles de pacientes afectados, no es posible implementar respuestas adecuadas ni comprender el alcance real de la enfermedad.

El presidente del COLMEDES, doctor Iván Solano Leiva, ha sostenido que este brote debe considerarse epidémico con tan solo un caso humano, por tratarse de una reemergencia tras más de 30 años sin la enfermedad en El Salvador, y que de esta manera se permitiría disponer de recursos para el control y educación comunitaria. 

COLMEDES ha insistido en que el Ministerio de Salud comparta información clara y completa sobre los casos en humanos como dónde se registraron, las edades y grupos de población que están afectados, entre otros. Sin esta información, sostiene, las medidas implementadas podrían ser inadecuadas. 

En animales el gusano barrenador ha afectado en gran medida al sector agropecuario y a las mascotas. Las infestaciones en estos sectores son numerosas. El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) declaró una emergencia zoosanitaria nacional el 20 de febrero de 2025, y señala que ha inspeccionado más de 117,150 animales.

 La Asociación de Médicos Veterinarios Clínicos de Pequeñas Especies (AMVEPE) también ha informado que el 49.3 % de los veterinarios han atendido casos de miasis en animales y, al menos en el 50 % de esos eventos, no se reportaron formalmente.

Factores de riesgo  

Entre los factores de riesgo está tener una herida abierta por una raspadura o un corte, una picadura de insecto o una operación reciente.

Tener el sistema inmunitario debilitado, por ejemplo, a causa del VIH, de un tratamiento contra el cáncer o de medicamentos que debilitan el sistema inmunitario.

Tener una condición médica que puede causar sangrado o llagas abiertas, como el cáncer de piel o de los senos nasales.

Dormir al aire libre.

¿Cómo prevenir?

Mantenga limpias y cubiertas heridas abiertas o lesiones en la piel.

Usar camisas con manga larga y pantalones holgados, así como medias o calcetines, para limitar las áreas donde podría ser picado.

Usar un repelente de insectos y dormir en espacios interiores o en habitaciones con mallas o telas metálicas en las ventanas. 

Solicitud de información 

Para el desarrollo de esta publicación se solicitó información al Ministerio de Salud sobre la atención de casos de miasis del gusano barrenador atendidos en el Hospital Benjamín Bloom en junio de 2025. Se envió solicitud a través de WhatsApp a personal, del área de comunicaciones de la Presidencia, y se llamó al área de comunicaciones del Ministerio al  número 2591-7518, donde se indicó volver a llamar en un lapso de media hora, momento en el que estaría la persona que atendería lo solicitud, pero las llamadas ya no fueron respondidas. Al cierre de esta nota no hubo respuesta. 

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