Aydé de Valle manifiesta que una de las cosas que le llevó a tomar la decisión de casarse, por lo civil, con Élmer Vladimir aquel 10 de septiembre de 1999, fueron las ganas de trabajar de él, los detalles para con ella y el amor por el negocio. “Era justo como lo había pedido”, comenta.
Producto del matrimonio nacieron tres hijos.
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Abrió fuentes de empleo con restaurante y pastelería. PNC no dio detalles del crimen.
Sin embargo, De Valle comenta que había algo que faltaba y que a su esposo lo ponía inquieto: la boda por la iglesia.
Pero la boda solo pudo ser concretada luego de que regresó de Canadá, a donde fue a trabajar y obtener los ingresos para montar su negocio de comida. De igual manera para financiar el acto religioso que había planeado desde que se conocieron.
De Valle recuerda que estaba en el culto cuando su esposo le pidió vía Skype que se casaran por la iglesia, una petición que fue proyectada a toda la congregación. Tras los aplausos de los asistentes ella aceptó. En agosto de 2013 se casaron.
“Fue muy bonito porque él fue detallista, alquiló una limosina, porque el sueño de él era llevarme a la iglesia de esa forma, me compró el vestido en Houston, Estados Unidos, y se lució ese día”, comentó la señora.
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Ahora lamenta el asesinato de quien fue su compañero de vida por 19 años. “Lastimosamente ya no está más conmigo, lo que me consuela es que está en un lugar mejor”, expresó.
EDH/ Gerson Sánchez