Vivieron diez minutos de gritos, llantos y momentos de terror. Tres hermanos de 12, 7 y 6 años, corrieron para sobrevivir a un ataque donde murió su madre y su abuela se encuentra gravemente herida, según el relato de sus vecinos.
Las víctimas viven en el último caserío del cantón Panchimalquito, del municipio de Panchimalco, al sur de San Salvador, un lugar atestado de pobreza y donde existe mucha desnutrición.
Panchimalco despide a Roseline Vega, la mujer que fue abatida a tiros por pandilleros
Esta mañana fueron enterrados en el cementerio general de Panchimalco los restos de Roseline Vega Ramírez, la joven madre que murió en un ataque armado la noche del pasado jueves en el cantón Panchimalquito, jurisdicción de Panchimalco, al sur de San Salvador.
Después de cenar, los tres niños jugaban en un patio de tierra frente a la casa de lodo y lámina que no supera los cuatro metros de frente y tres de largo. Mientras su madre terminaba de ordenar la casa, varios pandilleros irrumpieron el juego de los niños y rodearon a la familia.
Uno de ellos preguntó por un sujeto apodado “Pinocho”, a quién la Policía lo tiene identificado como integrante de la Mara Salvatrucha. Los investigadores aseguran que el sujeto es cuñado del cabecilla marero del sector.
Las mujeres no respondieron y en seguida los sujetos dispararon en la cabeza a R., de 35 años, quien murió en el lugar. Otro pandillero atacó a una anciana de 79 años, quien se recupera en un hospital. Mientras que dos más, dispararon contra los tres niños.
Dos peligrosos cabecillas que operaban en Panchimalco muertos en tiroteo de la colonia San Patricio
Marvin Enrique Deodanes era el responsable de ordenar y ejecutar los éxodos en Panchimalco, dijo el director de la PNC, Howard Cotto.
Los vecinos expresaron que después de la balacera, nadie de los habitantes que viven en la calle principal del caserío El Tamarindo, salió de sus casas por miedo.
En su angustia por sobrevivir, los niños de 7 y 6 corrieron a buscar ayuda dos cuadras arriba de sus casas donde un pariente. Iban descalzos, ensangrentados y asustados.
Al llegar a la casa de su familiar, este corrió en busca del promotor de salud que vive cerca del lugar. El enfermero no pudo hacer mucho ante la aterradora escena.
Abajo en la vivienda estaba la niña de 12 años, quien aún herida, trataba de auxiliar a su abuela y revivir a su madre.
En minutos llegó una patrulla policial y varias ambulancias de los cuerpos de socorro que trasladaron a los heridos al Hospital Bloom y Rosales.
Los dos niños más pequeños resultaron con heridas en las orejas, cuello y brazos. La abuela tiene una lesión en el cráneo y su estado de salud es grave, indicaron los testigos y policías.
Vecinos del caserío llevaron pan, azúcar y café a la familia doliente de este cantón del sur de Panchimalco.
Ayer los parientes de los niños cuidaban las pocas cosas que tienen en la humilde casa y atendían a sus vecinos que ayudaron con pan y vivieres.
R. fue velada en otra vivienda, mientras que los heridos se recuperan de las lesiones en los nosocomios.
Pandilla burla la “máxima seguridad” de Zacatraz
Según la Fiscalía, cuatro cabecillas de la MS han continuado ordenando crímenes desde el penal de Zacatecoluca. Este jueves les sumaron nuevos delitos.
El múltiple ataque hunde más en la pobreza a la familia, ya que R. era la persona que trabajaba de planchar, lavar o de cualquier cosa para sacar a delante a sus hijos.
De los responsables la Policía solo tiene pocas pistas. Ayer realizaban varias diligencias sobre el caso.
Conmoción en Panchimalquito
En el referido cantón el miedo aún se percibía en las personas. Pocos alumnos asistieron a la escuela y entre ellos, los tres niños heridos por las balas. La niña estudia cuarto grado y sus hermanos primer grado y preparatoria.
La zona remota alejada del casco urbano, es una de las más pobres del municipio, como muchos cantones del lugar al sur de San Salvador. Calles estrechas de tierra y difícil de recorrer en un territorio agreste, ha sido tomado por completo por pandilleros de la MS, quienes viven en una constante guerra con los pandilleros de la 18.
En la zona no hay seguridad, eventualmente pasa una patrulla a realizar un escueto patrullaje que no sobrepasa la hora.
La última víctima de las pandillas fue el sargento José Antonio Martínez Vega, quien fue ultimado con arma blanca en el mismo cantón el pasado 12 de agosto de 2017.