Actitud positiva, medicina, Dios y la yoga, la fórmula que usó Marcela Argumedo para superar el cáncer

A Marcela le diagnosticaron cáncer de cérvix, una enfermedad que daña el cuello uterino y que logró superar al ser detectado a tiempo.

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Marcela Argumedo, instructora de yoga prenatal. Foto cortesía.

Por Kevin Muñoz/ Agencias

2021-10-29 3:43:31

En un día normal, Marcela se estaba realizando un chequeo regular cuando el médico le informó algo que había notado en la citología, unas células precancerosas. Los doctores le informaron que debían hacerle una biopsia para conocer lo que sucedía en su cuerpo. Fue cuando le diagnosticaron cáncer de cérvix.

“Sentí miedo, incertidumbre, tenía muchas preguntas”, menciona Marcela al enterarse de los resultados de los exámenes. “Fue bien impactante, es una noticia que nadie se espera, pensamos que le puede pasar a cualquiera menos a nosotros”.

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Según la Organización Panamericana de la Salud, la citología cervical (prueba de Papanicolau) se utiliza para la detección precoz del cáncer cervicouterino, y ha permitido la reducción del número de muertes resultantes de esta enfermedad.

Marcela se enteró que tenía principios de cáncer el 18 de agosto, una noticia que no se esperaba, por lo que inmediatamente supo que tenía que tomar una decisión, por lo que comenzó su tratamiento 12 días después de conocer el diagnóstico, el 30 de agosto. En total, Marcela tuvo que someterse a 25 radioterapias junto a otras 5 quimioterapias y 3 braquiterapias. Estos tratamientos terminaron hace un par de semanas.

Marcela en tratamiento. Foto cortesía.

Afortunadamente para ella, al detectar de forma temprana el diagnóstico, todo el tratamiento pasó sin mayor complicación, a excepción de las últimas terapias con las que requirió anestesia y se sentía un poco más cansada y con poco ardor en el estómago. Pero siempre tenía algo que la ayudaba a seguir adelante, el yoga.

“Tenía dos caminos: o deprimirme o tomar lo bueno de esta experiencia”. Para Marce la vida no podía detenerse por conocer esta nueva situación, decidió que tomaría una actitud positiva al respecto. “Me ayudó mucho mantener una actitud positiva, aferrarme a Dios, la medicina y al yoga”.

Y es esto último lo que más la ayudo a superar estos momentos de preocupación, siendo maestra de yoga prenatal logró utilizar esta actividad como combustible para seguir adelante, la forma en la que se podía sentir más fuerte y con una mayor energía.

La primera persona que supo lo que ella estaba pasando fue su hija. “Tengo una hija de 16 años, ella fue la primera en saberlo. Estando casada el apoyo de la familia fue fundamental en este proceso y también de los amigos, personas de las que quizás no esperaba apoyo me ayudaron bastante”.

Fotografía antes de un tratamiento contra el cáncer. Foto cortesía.

Para ella, lo más importante era llenarse solo de cosas positivas por eso el yoga la ayudó bastante, debido a que es un ejercicio que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico, y es una disciplina que también es su trabajo.

“El yoga es bastante importante en estos procesos de cáncer, porque ayuda desde la respiración, la relajación, libera bastante el estrés, entonces yo me aboqué bastante a esto que es mi práctica para sentirme mucho mejor”.

Esta práctica es utilizada por las mujeres embarazadas para ejercitarse cuando están esperando al bebé, debido a que ayuda mucho a prepararse para la labor de parto.

Marce Argumedo, instructora de yoga prenatal. Foto cortesía.

“En todo este proceso seguí dando mis clases de yoga prenatal” relata. Ella siguió apoyando a sus alumnas, que fueron compresivas al conocer el tratamiento que estaba realizando.

“Me decían que me admiraban mucho por seguir dándole las clases, que si en algún momento me sentía mal podíamos suspenderlas, pero no las suspendimos y seguimos con ellas”. El único momento en el que Marcela dejó de realizar sus clases fue en la parte final de su tratamiento, cuando las últimas terapias la hicieron sentir un poco mal.

La fortaleza de Marcela al momento de tener una actitud positiva ante la enfermedad, logró que superara cada obstáculo que apareciera en su camino. Siguiendo todas las direcciones que los doctores y enfermeras le brindaban, menciona que fueron muy humanos con ella y recibir apoyo de ellos es algo muy importante.

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Ahora Marce solo está esperando que le entreguen los resultados finales para informarle que está fuera de peligro. “Aunque no tenga los resultados aún, pero con mucha fe y confianza en Dios que así será”, dice con una sonrisa.

Ella se dirige a todas las mujeres para que cuiden de su salud. “Si tuviera un mensaje para todas las mujeres, sería que seamos fuertes y valientes que no tengamos miedo a chequearnos, hacernos nuestros exámenes de rutina porque eso nos puede salvar la vida”, también dice que es bueno apoyarse en las personas que nos quieren.

“La vida ahora se ve desde otra perspectiva, ya las cosas que antes nos preocupaban se vuelven triviales y cada día se vive con más gratitud disfrutando de cada detalle que Dios nos regala”, menciona.

Marcela comenzará de nuevo a dar sus clases, con una energía renovada ya que el yoga es lo que ella utilizó para sentirse mejor en todo el proceso. Sus clases de yoga prenatal que ayudan a las mujeres en el camino a ser madres ya están activas, y en su perfil de Instagram @mimardeyoga, ella compartirá más información sobre estas.

Según el Ministerio de Salud en El Salvador, el cáncer cérvico uterino es el más frecuente y con más alta mortalidad entre las mujeres. En los datos del Observatorio Global del Cáncer (GLOVOCAN) de la Organización Mundial de la Salud, en 2008 ubicó a El Salvador entre los países con altas tasas de incidencia (más de 30 casos nuevos por 100,000 mujeres) y de mortalidad (más de 16 fallecidas por 100,000 mujeres).