La lejía se convirtió en un producto infaltable en los hogares. Con la llegada del SARS-CoV-2, los rituales de limpieza se intensificaron en todo lugar, pero ¿habrá otro artículo tan fuerte y eficaz como la lavandina para erradicar bacterias y virus?
Lógicamente, la lejía es un buen desinfectante “pero no es el producto idóneo para la limpieza del hogar ya que puede ser perjudicial con el medio ambiente. Y todo esto sin contar que es un producto muy corrosivo”, explica el portal especializado en el hogar, El Mueble. Sin embargo, para muchos es el mejor desinfectante.
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Cuando estte Hipoclorito de Sodio (NaCIO) entra en contacto con la suciedad, manchas, gérmenes y olores, rompe en pequeñas unidades la cadena de moléculas, matando así las bacterias y los mohos; y cuando libera el oxígeno activo descompone las proteínas destruyendo así los microbios que habitan en tu hogar u oficina.
Aunque sea de entera confianza, también existen otros disolventes poderosos, con características muy similares y con menos impacto negativo en las superficies y en tu propio cuerpo. ¿Los conoces?
Vinagre blanco: su ácido, aunque cueste de creer, también es capaz de matar las bacterias de forma efectiva. Es un excelente limpiador para los azulejos de la pared y una buena alternativa para limpiar el baño sin lejía.
Bicarbonato: conocido por blanquear los dientes, también puede hacerlo con otros lugares, además de desengrasar y desinfectar. Sin duda alguna, uno de los productos naturales indispensables en la limpieza sin lejía.
Agua oxigenada: su uso es casi exclusivo del ámbito médico, ya que sirve para curar heridas. Pero este producto es muy adecuado para la desinfección de la vajilla o de cualquier otra superficie de una vivienda.
Limón: este alimento posee propiedades antibacterianas y, mezclado con la sal, podrías potenciar su habilidad, de acuerdo con el portal El Mueble; así que no dudes en sacar partido en términos de limpieza.
