Latte, cappuccino, macchiato, americano son nombres de algunas preparaciones de la bebida estimulante más consumida en el mundo. Entérate cómo se diferencia una de otra.
“Bebida de los dioses”, “elixir levanta ánimos” y “energía líquida” son solo algunos de los términos utilizados para describir una de las bebidas más consumidas en el mundo: el café.
Uno de los factores más importantes que repercute en el sabor de esta suculenta bebida es la forma en que se prepara.
En muchos restaurantes y cafeterías se ofrecen variados tipos de café, la mayoría de ellos teniendo como base el espresso, que es un café molido de manera muy fina, a través del cual pasa una determinada cantidad de agua cuya temperatura es cercana al punto de ebullición.
En el ámbito gastronómico, la “Ciudad morena” tiene mucho que ofrecer a sus visitantes. Desde su delicioso sorbete de carretón hasta las suculentas pizzas artesanales elaboradas en hornos de leña.
Todas las preparaciones con base a café espresso tiene otros dos ingredientes comunes: leche al vapor y espuma; algunas tienen coberturas adicionales para completar la bebida, como el chocolate en un capuchino.
“Un espresso es una bebida intensa, con cuerpo y suave a la vez, que lleva una capa natural de ‘crema’ encima. Es muy utilizado en la preparación de varios tipos de café, como el capuchino, el latte, el americano y el moka”, expresa William Mejía, barista.
Te dejamos a continuación algunas de las distintas formas de pedir un café, las diferencias entre ellas y las distintas maneras de preparación.