Carla ha salido en dos ocasiones con hombres casados, y dice que se arrepiente.
“La primera vez, todo comenzó como un juego, pero, al final, me enamoré”, recordó.
“Él me dijo que estaba separado, pero seguía casado. Al principio, no me importó si era verdad o mentira, porque yo no lo quería para algo serio”, continuó.
“Estaba lastimada y quería jugar a la chica mala, pero me salió todo mal, porque me enamoré del chavo y él, obviamente, no me quería, así que sufrí mucho cuando me dejó”, señaló.
Sin embargo, a los años conoció a otro hombre que también estaba casado y con quien optó por salir. “Él sí se estaba divorciando y ya no vivía con la esposa, pero tenían un hijo, y ella no quería que yo pasara con el niño, así que un día me habló al trabajo para reclamarme. Fue horrible porque tenía a mi jefe en frente”, indicó.
¿Sos la otra? Tienes un futuro incierto, advierte sicóloga
Existen mujeres que optan por ser la segunda en la vida de alguien porque creen que no podrán encontrar algo mejor
“La verdad, no es ganga salir con gente con compromiso. No se lo recomiendo a nadie. Es algo que espero no volver a hacer”, afirmó.
La sicóloga Érika Otero Romero tiene una explicación. “Un hombre que busca una relación extramatrimonial sólo busca sexo, no amor, este último ya lo tiene en su hogar. Él busca una mujer que esté presta a pasarla bien por el tiempo que él esté dispuesto a darle”.
Independientemente de la razón que motive a alguien a convertirse en la amante de otra persona, Otero Romero
aconseja que nunca es tarde para replantearse la situación.
“Cualquiera que sea el caso, una mujer que haga el papel de amante tiene un futuro incierto. Créanme, si un hombre fue capaz de ser infiel a su esposa, a la mujer a la que prometió respetar y amar por siempre, es muy probable que a la amante le haga lo mismo”, señala la terapeuta.