Nada está escrito cuando se conocen dos personas. Después de la atracción sexual, lo que sigue es plantearse qué va a pasar, si las citas son solo por diversión, compartir un buen momento o establecer una relación seria.
En algún punto de todo esto aparece la posibilidad de tener sexo y con ello las típicas preguntas ¿está bien? ¿aquí terminará todo? ¿vamos muy rápido? ¿seguiremos juntos?
7 cosas que nunca debes hacer después de tener sexo
Curiosamente un estudio publicado en Health Day News describe que no hay mucha diferencia entre las parejas con una relación estable o no, que hayan comenzado por una cita en la cama. Ambas son igual de felices pero aquellos que mantienen relaciones esporádicas usualmente siguen así por el resto de sus vidas, con relaciones cortas y raras veces sientan cabeza.
Así mismo los especialistas dicen que los tiempos han cambiado y hay muchos factores que dan rienda suelta a este deseo desde el primer momento en que dos se conocen.
Pedro Horvat, psiquiatra y psicoanalista recuerda que “los convencionalismos sociales de antaño decían que tener sexo sin conocer muy bien al otro era signo de virtud, ahora está siendo considerado más un problema”. Tanto así que parece que antes las personas necesitaban tiempo para superar sus barreras, ahora hay más prisa y el deseo es más urgente.
Patricia Alkolombre dice que “la mujer más que liberarse, ha cambiado su posición en el trabajo, en el ámbito social y eso también se ve reflejado en su vida sexual”. Y señala que sigue vigente el prejuicio de pensar que una mujer es fácil porque accede a un encuentro sexual sin preámbulos, y lo peor es que eso la desvaloriza ante el hombre.
Otra opinión sobre el comportamiento de las mujeres lo tiene Laura Orsi, psicoanalista. “Las mujeres se animan, tienen en cuenta sus deseos y necesidades. Ya no los reprimen, pero no todas lo dicen”, aclara.
¿Por qué el deseo sexual de los hombres disminuye con la edad?
Existe otro factor, la edad. Dicen los expertos: es diferente quitarse la ropa a los 20 que a los 50 años. A una veinteañera eso le genera placer y se siente deseada, pero una mujer de cinco décadas busca que trasciendan los cuerpos más allá de las curvas.
No faltan aquellas mujeres que creen que ir a la cama a la primera es signo de mostrarse segura de sí misma. Comenta Alkolombe que “no siempre el sexo en la primera cita va de la mano con la libertad sexual”, al contrario, puede ser vivido como una exigencia más, una indiferencia o un hábito que no se cuestiona.