Mantén encendido a tu equipo

Una empresa está compuesta por directivos y colaboradores, pero no todos son iguales. El reto es congeniar todas esas ideas y actitudes en una sola línea productivamente beneficiosa.

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La adecuada gestión que realicen los directivos y jefes, de sus equipos de trabajo, generará mejores resultados. Foto EDH/Archivo.

Por Alejandro Pacas

2018-10-06 10:02:53

Una empresa sin su recurso humano es como un vehículo sin aceite y sin combustible: por más que la intentes impulsar hacia adelante, no podrá hacerlo porque no cuenta con los elementos necesarios para operar de manera eficiente.

Una empresa que no cuenta con personal entusiasta, está destinada al fracaso, ya que, a priori, se encuentra en desventaja en el mercado ya que no tiene ideas ni creatividad y carece de proactividad.

Ahora bien, tener a tantas personas en una misma compañía también implica un reto: administrarlos.

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Establecer canales de comunicación entre jefes y colaboradores en los que se hable de lo que se hace bien y lo que debe corregirse, facilita no solo la colaboración entre equipos sino que promueve el talento y el desarrollo.

Partiendo del supuesto que una organización corporativa está formada por 100 empleados o más, no significa que todos tienen las mismas ideas, se comportan de igual manera o emiten opiniones similares.

Un artículo relacionado con esta temática proveniente de especialistas de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, México, y publicado en la Revista Científica Europea destaca que la formación de equipos de trabajo no es aleatoria, sino que requiere de “habilidad” por parte de quienes lo conforman.

“El personal que conformará el equipo de trabajo deberá tener la capacidad para trabajar en conjunto, así como de manera individual, ya que esto es de mucha importancia para las empresas”, establece el documento.

Una vez que el equipo esté hecho, la publicación señala que “deben tomarse en cuenta algunos puntos” para que el conglomerado de trabajo tenga éxito.

Algunas de estas recomendaciones son: identificación de objetivos, conocer las aportaciones de todos, reforzar habilidades organizativas, mejorar el clima de motivación, selección de gente cualificada y la participación del grupo en criterios y objetivos.

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Un mal clima y una inadecuada cultura organizacional pueden propiciar efectos negativos en la salud de los colaboradores.

Además, menciona que debe enseñárseles a los empleados las técnicas que se utilizan para resolver problemas, facilitar una comunicación abierta y crear un clima de confianza entre todos.

Empero, especialistas en materia de Recursos Humanos reconocen que, a la hora de conformar un equipo de colaboradores, se debe tratar que este se mantenga motivado, se le reconozcan las metas y crezcan dentro de la empresa.

“Durante este proceso de formación se debe mantener entusiasmados a los integrantes, ya que la mayoría de las ganancias y pérdidas, son resultado del desempeño de su gente”, sostiene un fragmento de la investigación plasmada en la Revista Científica Europea.

Otro factor a considerar es el tiempo en el que los equipos han trabajado juntos. Por ejemplo, un conglomerado que lo ha hecho desde hace años, se conocerá bien e identificará los talentos de cada uno de sus miembros.

En cambio, uno que recién se han visto, desconocen la forma en la que cada uno hace sus tareas.

¿Por qué falla el equipo de trabajo?

Los expertos de la casa de  estudios mexicana detallan que los grupos, al igual que los humanos, no son perfectos y presentan múltiples fallas que, si no se solucionan a tiempo, pueden perjudicar la productividad de la empresa.

Al mismo tiempo, destacan que las fallas pueden tener diferentes orígenes, pero, la mayoría surgen cuando “existe un conflicto entre los orígenes individuales de los miembros y el objetivo general del grupo”.

Entre los problemas más comunes entre el personal destacan que el equipo no tenga metas u objetivos claros a alcanzar, así como la duda entre los roles que desempeñan cada uno.

Otro de ellos es la toma de malas decisiones y un mal liderazgo. Incluso, puede que el conjunto de colaboradores cuente con un buen líder, pero que quienes lo siguen no sean capaces de cumplir con las asignaciones establecidas.

El equipo también puede fallar debido a que se resistan a los cambios; es decir, que el recurso humano de la compañía se vea obligado a realizar tareas diferentes a las que venía haciendo antes.

Por último, los investigadores destacan que es común que la falta de comunicación repercuta en los resultados que pretende alcanzar la empresa.

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El fin y los medios

En una empresa, desde los más altos directivos hasta los trabajadores que acaban de ingresar deben estar al tanto de los objetivos, metas y valores que persigue la compañía. Acá se debe reconocer el rol de cada colaborador y que este se sienta identificado con lo que él y sus compañeros persiguen.

 


Entorno de trabajo

Muchos superiores descuidan este aspecto, pero si el espacio donde laboras es limpio, ordenado, amplio, iluminado, seguro y ofrece las mejores herramientas a sus empleados, estos se sentirán cómodos y desempeñarán de mejor forma sus funciones.

 

 


El tiempo

El tiempo es dinero y trabajo. Reconoce que cada trabajador tiene responsabilidades asignadas y que esos minutos perdidos en reuniones innecesarias y tediosas puede generar apatía con el estilo de trabajo que ha implementado la empresa.

 


Fortalezas y debilidades

A lo mejor los directivos reconocen al equipo de trabajo como un conjunto, más debe aceptarse que el grupo es un cúmulo de ideas y que tiene fortalezas y aspectos a mejorar. Conocer ambos puntos puede ayudarte a ubicar a un colaborador en un área específica.

Motivación

Ya lo hemos dicho antes: un equipo motivado y con expectativas es capaz de hacer mejor las tareas. Este aspecto debe aplicarse más con los colaboradores que llevan más tiempo en la empresa y puede que hayan caído en la rutina.

 


Orienta el talento

En tu equipo puedes tener talentos sorprendentes y más de un líder nato que quiera sobresalir. Ten mucho con cuidado y enfoca esa energía por el bien de la empresa y no para que cada uno se vuelva protagonista. Hazles entender que si gana uno, el crédito es de todos.

 


Confianza en el grupo

Algunos jefes son muy autoritarios y generan temor y antipatía, pero nunca respeto. Este tipo de acciones atan de manos al equipo que recibe órdenes de forma vertical. Para evitarlo, los superiores deben aprender a delegar y escuchar las sugerencias de sus colaboradores.


Comunicación

La comunicación con los empleados es útil porque, además de entablar una mejor relación basada en la convivencia, permite conocer ideas, asignaciones y dificultades que enfrenta uno de los miembros.
Conocer estos aspectos evitará fallos a mediano y largo plazo.