Cascadas Las Pilas y La Olomina, impresionantes destinos naturales en Morazán

En las montañas de Morazán se esconde un espectáculo natural que parece sacado de una postal: las cascadas Las Pilas y La Olomina, dos caídas de agua cristalina que, con su fuerza y pureza, sorprenden a cualquiera que las visita. Rodeadas de bosque, aves y pozas naturales, estas maravillas convierten a Arambala en un destino obligado para los amantes de la aventura y la naturaleza.

El sitio forma parte del Julia’s Natural Park, un proyecto de Cristóbal Argueta, quien desde el año 2000 soñaba con abrir este paraíso al turismo. No fue hasta 2019 cuando comenzó a construir senderos, miradores y accesos seguros hacia las cascadas.

“Ha sido un proceso de seis años y medio de trabajo constante. Todo lo que ve el visitante lo hemos construido artesanalmente, sin maquinaria que dañe el bosque. Cada vez que alguien regresa encuentra nuevas áreas. No hemos parado de innovar”, contó Argueta, emocionado.

El nombre del parque es un homenaje a su madre, Julia, fallecida en una tragedia. “Mis hermanos y sobrinos viven en Estados Unidos, y entre todos decidimos que debía llevar su nombre. Es nuestra manera de honrarla”, agregó.

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Las protagonistas

La cascada principal es Las Pilas, un salto de agua de 30 metros de altura que forma varias pozas donde los visitantes disfrutan desde un chapuzón seguro para niños hasta clavados en zonas profundas.

A pocos minutos se encuentra La Olomina, que ofrece dos caídas, una de 26 metros y otra de 9 metros. Para llegar hay que descender por un sendero de 120 gradas con pasamanos y descansos que hacen el trayecto seguro.

“El parqueo está justo en medio de ambas cascadas. A un lado está La Olomina y al otro Las Pilas. Son siete minutos caminando hacia cualquiera, pero también tenemos carritos que llevan a los turistas directamente a Las Pilas por $5”, explicó el propietario.

El agua de estas cascadas no solo deslumbra por su transparencia, también ha sido sometida a pruebas que indican un 97 % de pureza. Su origen en tierras vírgenes, libres de cultivos, garantiza un caudal limpio y saludable.

“Muchos turistas nos dicen que llegan con estrés o dolores musculares y que después de bañarse se sienten relajados. El agua helada y la fuerza de la caída funcionan como un masaje natural. Además, es rica en minerales y electrolitos que el cuerpo necesita”, detalló Argueta.

El agua alimenta al Río Sapo, considerado uno de los más limpios del país y hogar de especies únicas de anfibios, como un sapo transparente hallado en la zona.

El Julia’s Natural Park abarca 148 manzanas de terreno, con rincones aún inexplorados. En sus senderos es posible observar aves, armadillos, tepezcuintles y hasta hay relatos de pumas que, según los lugareños, merodean el bosque sin representar peligro.

Además de las cascadas, el parque ofrece:

• Miradores con vistas al río y al salto de agua.
• Área de clavados frente a Las Pilas.
• Posas naturales que funcionan como piscinas.
• Camping por un costo adicional de $3.
• Alquiler de hamacas y parrillas con leña.
• Restaurante, baños y vestidores.

Próximamente, abrirá un mirador de cristal y la primera cabaña para parejas, con un costo de $160 por noche, que incluirá desayuno y entrada al parque.

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Actualmente, el restaurante ofrece un menú corto pero auténtico: sopa de gallina india, carne asada, hamburguesas, enchiladas y quesadillas mexicanas. También hay bebidas enlatadas, café y chocolate 100 % orgánicos cultivados en la zona.

“El concepto es mantener todo lo más natural posible. El nuevo restaurante será de madera y piedra, igual que las demás estructuras, sin cemento ni hierro”, aclaró Argueta.

Precios y servicios

• Entrada: $5 adultos, $3 niños.
• Parqueo interno: $4.
• Parqueo anexo: $3, con vigilancia todo el día.
• Carrito interno a Las Pilas: $5 por viaje.
• Transporte 4x4 desde la carretera principal: $35 ida y vuelta.
• Camping: $3 por persona.

En temporada baja, el parque recibe 2,000 visitantes mensuales. En días feriados y temporada alta, la cifra puede superar las 850 personas en un solo día.

La historia detrás del emprendedor

La vida de Cristóbal es, a la vez, la de un salvadoreño que emigró durante la guerra civil y regresó para invertir en su tierra.

“Me fui en 1990. En Estados Unidos trabajé duro y siempre soñé con regresar. Muchos pensaban que estaba loco por invertir aquí, pero hoy me dicen que me admiran. Ver lo que hemos logrado a veces hasta me hace llorar”, confesó.

La inversión, que supera el medio millón de dólares, hoy es sostenible gracias al turismo. “Todo lo que ven ha sido hecho a mano, incluso sembramos más de 460 árboles frutales para atraer aves y conservar el ecosistema”, apuntó.

¿Cómo llegar?

El viaje desde San Salvador dura alrededor de cuatro horas y media. Se debe tomar la Ruta de la Paz, llegar a Arambala y luego tomar la calle hacia Joateca. Tres kilómetros después del puente sobre el Río Sapo, un rótulo señala la entrada al Julia’s Natural Park. Desde ahí, una calle empedrada de tres kilómetros conduce al parqueo.

El lugar aparece en Google Maps y Waze como Julia’s Natural Park Cascada Las Pilas. Para más información, podés llamar al 7294-5089 o escribir a la página de Facebook Cascadas Las Pilas Arambala Morazán.

La invitación final de Argueta resume lo que significa este destino para Morazán: “Este es un paraíso en la tierra. Aquí hay vegetación, aire puro y las aguas más limpias de El Salvador. Pueden venir con sus familias, niños o mascotas. La experiencia es única y quienes nos visitan siempre quieren regresar”.

Con su mezcla de historia, naturaleza y emprendimiento, las cascadas Las Pilas y La Olomina se consolidan como dos de los destinos más impresionantes y auténticos del oriente salvadoreño.