El Pital, la cima más alta de El Salvador donde el frío y la aventura se viven al máximo

En lo más alto de El Salvador, donde el aire es más puro y el frío más honesto, se encuentra El Pital, el cerro que semana a semana convoca a familias, parejas y grupos de amigos a vivir una experiencia distinta. A 2,730 metros sobre el nivel del mar, en la frontera con Honduras, es el punto más alto del país y uno de los destinos de naturaleza más populares.

Desde San Ignacio, recorrimos la zona, conversamos con turistas de todos los rincones del país, probamos la comida local y documentamos todo lo que necesitás saber si estás planeando subir: desde precios y alojamiento, hasta cuánto cuesta una sopa o un suéter si el frío te toma por sorpresa en esta zona de Chalatenango, al norte del país.

¿Cómo llegar a El Pital?

En transporte público:

• Desde San Salvador, tomá la ruta 119 en la Terminal de Oriente hasta San Ignacio, Chalatenango.
• En el parque de San Ignacio, abordá la ruta 509, que sube hasta el cantón Río Chiquito (pasaje: $1.35).

Desde Río Chiquito, tenés dos opciones:

• Caminar los 5.5 km de subida rodeado de pinos y densa vegetación y vistas asombrosas (entre 1.5 y 2 horas según tu condición).
• Tomar un pick-up turístico (puede costar entre $2 y $3).
• Los horarios seguros del bus 509 son: 7:00 a. m., 12:00 m. y 2:30 p. m. (el de las 9:30 a. m. no siempre sube).

En vehículo particular:

Podés llegar hasta Río Chiquito en vehículo tipo sedán, pero si vas más arriba, se recomienda 4x4 por el estado de la calle (tierra, empinada y resbaladiza en época de lluvias).

El recorrido: la crónica de una pareja desde Santa Ana

Manuel Noes y su esposa Marilyn Jacobo salieron desde Ciudad Real, Santa Ana, con una idea clara: regresar al lugar que él ya conocía y que ella solo había visto en fotos, a quienes encontramos a bordo de la ruta 509, camino a Río Chiquito, para subir a El Pital. Al subir hasta la cumbre, les encontramos nuevamente.

“Nos tardamos como dos horas en llegar al punto donde el bus nos recogió. Desde el Río Chiquito, subimos caminando. Google decía 45 minutos, pero nos tomó hora y media… con paradas para agarrar aire. Queríamos vomitar todo lo que nos habíamos desayunado”, relata Manuel, entre risas por la anécdota.

A pesar del esfuerzo, aseguran que volverían. “Bonito, el clima espectacular. Solo que la próxima sí traemos 4x4. Subir caminando otra vez… ¡difícil!”

De San Miguel a la cima: una familia que volvió encantada

Otra historia nos la cuenta Grecia Romero, quien viajó desde San Miguel con su esposo José Ernesto Gómez y su hija Mireya Bexaida para conocer El Pital por primera vez.

“Salimos desde las 8:00 a. m. de San Miguel. Es nuestra primera vez aquí y, aunque lo sentíamos lejísimos mientras subíamos, el lugar es precioso”, nos cuenta.

“Acampamos desde ayer, pero en la noche no soportamos el frío. Los árboles destilaban agua. Tuvimos que movernos, ¡pero qué experiencia más linda!”

Grecia Romero

“La comida está riquísima y económica. Nos atendieron súper bien. La cabaña donde dormimos tenía una vista increíble desde el tercer piso”, agregó sonriente.

Amigos, tiendas de campaña y clima para compartir

El Pital también es espacio para amigos. En distintos puntos vimos grupos armando tiendas de campaña, preparados para un asado de carne y fogatas al final del día. Asael y Helen llegaron desde Mejicanos y Ciudad Delgado en excursión organizada por su colegio.

“El trayecto fue largo, pero valió la pena. El clima, el paisaje… todo. Las atenciones han sido 10 de 10”, nos dijo Asael, quien empezaba un tour hacía Peña Rajada, famoso peñón ubicado en la zona.

Otros amigos, Jonathan y Claudia, originarios de Apopa y San Salvador, se dieron la cita de visitar el punto más alto del país y disfrutar del ambiente fresco rodeados de naturaleza.

“Nos encanta el frío. Esto fue idea de ella, que trabaja en la unidad de salud de Chalatenango. Nos vinimos en pick-up desde Guazapa. Una experiencia diferente y perfecta para desconectarse”, nos contaron.

¿Cuánto cuesta visitar El Pital?

Precio aproximado

• Entrada al Pital por persona a partir de los 7 años $3
• Estacionamiento $3
• Bus San Ignacio - Río Chiquito $1.35
• Pick-up de Río Chiquito a El Pital $2 – $3
• Derecho a acampar $5
• Alquiler de tienda de campaña $20 – $30
• Cabañas por persona (con comida): $30 – $49.50
• Hospedaje solo habitación: Desde $85 por grupo
• Sopa de gallina india $10 (combo completo)
• Carne asada $8
• Pupusas desde $1

En El Pital, diversos restaurantes y negocios ofrecen dichos servicios para que los visitantes puedan optar dependiendo de las necesidades o planes que desees, también, al lugar puedes llevar tu propio alimento, solo debés hacer uso responsable de los espacios y colocar la basura en los lugares establecidos.

¿Olvidaste el suéter? No te preocupés, en San Ignacio lo encontrás todo

Si llegás a San Ignacio sin ropa adecuada para el clima frío de El Pital, no estás solo ni desprotegido. A pocas cuadras del parque central, encontrarás a comerciantes que ofrecen suéteres, gorros, botas, chamarras y más artículos a precios accesibles, ideales para quienes viajan con poco equipaje o decidieron la aventura a última hora.

Doña Nora Mena, vendedora que viaja desde La Nueva Concepción, nos contó que llega todos los días a las 5:30 a. m. para ofrecer sus productos a los turistas que suben.

“Aquí tenemos suéteres desde $2 hasta $12, gorritos desde $1.50, botas desde $2 y guantes cuando hay, también a buen precio. La gente a veces viene a la carrera y se le olvida abrigarse”, comentó.

Así que si el frío te sorprende antes de subir a El Pital, pasá por San Ignacio: hay abrigo, calor humano y precios justos.

¿Qué más podés hacer en El Pital?

• Caminatas a Peña Rajada o El Mojón
• Observar amaneceres con vista al valle
• Hacer fogata y compartir una cena caliente
• Ver la vegetación congelarse en las madrugadas
• Disfrutar de la neblina, incluso al mediodía

Un lugar que vale el esfuerzo

El Pital no es solo un cerro. Es un punto de encuentro. Es el frío que une a los salvadoreños de costa, ciudad y montaña. Es la sopa que reconforta después de una subida exigente. Es ese momento en el que la neblina lo cubre todo y solo querés quedarte.

Como nos dijo Grecia Romero, antes de bajar a San Miguel:

“Este lugar es tan bonito que ya le dije a mi esposo: vamos a regresar. Porque hay momentos que se quedan en el corazón… y este fue uno de ellos.”

¿Vas a ir a El Pital pronto?
Abrigate, prepará tu mochila y andá con tiempo. Pero, sobre todo, andá con ganas de asombrarte. El Pital no decepciona. Y siempre da razones para volver.