Así describió Albert Einstein la majestuosidad del Golfo de Fonseca en 1931
Albert Einstein navegó por el Golfo de Fonseca y dejó constancia de su asombro en su diario personal. Su paso por El Salvador fue breve y discreto, pero quedó registrado
Por
Leidy Puente
Publicado el 20 de agosto de 2025
En diciembre de 1931, Albert Einstein y su esposa cruzaron Centroamérica a bordo del buque Portland, rumbo a California. El 22 llegó a Amapala, Honduras, y el 25 hizo escala en La Libertad, El Salvador, sin ser reconocido. Según el historiador Carlos Cañas Dinarte, su paso quedó registrado en un diario y una postal a Max Born, resguardados en Jerusalén. Fascinado por el Golfo de Fonseca, lo describió como una “impresionante bahía de aguas azules”. Casi un siglo después, vos podés visitar este rincón natural, viajando hasta La Unión y explorando en lancha sus islas volcánicas.
Durante la tercera semana de diciembre de 1931, Albert Einstein y su esposa Elsa cruzaron silenciosamente Centroamérica. Lo hicieron como pasajeros del buque mercante estadounidense Portland, que navegaba rumbo a California. El 22 de diciembre, la embarcación llegó a Amapala, en la isla hondureña del Tigre, y tres días después hizo escala en el puerto de La Libertad, El Salvador.
Según el historiador Carlos Cañas Dinarte, el paso del famoso científico por estas tierras quedó documentado en su diario personal y en una postal dirigida a su amigo, el físico Max Born. Ambos documentos están resguardados en la Universidad Hebrea de Jerusalén.
En su diario de viaje, dejó su vívida impresión del paisaje:
“Impresionante bahía de aguas azules en medio de muchas islas volcánicas, verdes sobre marrón”, escribió con precisión.

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Esta descripción corresponde al Golfo de Fonseca, compartido por Honduras, El Salvador y Nicaragua, y considerada una de las bahías más pintorescas del Pacífico centroamericano.
En su estancia en Amapala, el Portland permaneció tres días descargando mercancía. De acuerdo con tradiciones orales del pueblo, recogidas por la BBC y confirmadas por Cañas Dinarte, Einstein fue hospedado en la Casa Uhler, un lugar que solía alojar a europeos.
Escala en El Salvador
El 23 de diciembre, a la 1:00 de la madrugada, el buque atracó en el puerto de La Libertad, según anotó Einstein en su diario. La visita, sin embargo, pasó completamente desapercibida.
“Ningún funcionario, periodista o intelectual supo de la llegada de Einstein. Nadie fue a recibirlo, a estrecharle la mano ni a despedirlo”, relata Cañas Dinarte, quien investigó este episodio para elsalvador.com.
Aunque el barco atracó en La Libertad, no hay evidencia de que Einstein o su esposa hayan bajado. Todo indica que permanecieron a bordo, observando desde la cubierta. La combinación del calor tropical y el escaso tiempo de permanencia en el puerto (apenas unas horas) pudo motivar la decisión de quedarse en su camarote.

A esto se suma que, 19 días antes, El Salvador había sido sacudido por un golpe de Estado que llevó al general Maximiliano Hernández Martínez al poder. En ese ambiente político tenso, el historiador sostiene que las autoridades estadounidenses probablemente optaron por proteger al ilustre pasajero, evitando cualquier exposición pública.
El movimiento del buque quedó consignado en la columna “Movimiento de vapores” del Diario Oficial: a las 8:30 de la mañana de ese mismo día, el Portland zarpó rumbo a San Pedro, California.
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Un golfo que asombró a un genio
Einstein llegó días después a Pasadena, en el territorio norteamericano, para iniciar su segunda colaboración con el Instituto de Tecnología de California (CalTech). En medio de esa travesía científica, dejó su frase breve, pero reveladora que hoy permanece como una joya testimonial.
Para Cañas Dinarte, esa línea resume la mirada de un genio sobre un rincón poco conocido de Centroamérica, que aún conserva su esencia natural casi intacta.

Hoy, casi un siglo después, podés explorar esas mismas aguas y apreciar la “impresionante bahía” que cautivó al genio alemán en 1931. Basta con asomarse desde la costa salvadoreña para contemplar ese mismo paisaje con los ojos curiosos de aquel visitante inesperado.
¿Cómo llegar al Golfo de Fonseca?
Si vas en bus desde San Salvador, tomá la Ruta 304 en la Terminal de Oriente. El viaje hasta La Unión dura unas 4 horas y 40 minutos, y el pasaje ronda entre $4 y $5. Al llegar, dirigite al puerto municipal, donde parten lanchas hacia Meanguera, Zacatillo, Conchagüita y otras islas del golfo.
También podés ir en carro particular. Desde San Salvador, tomá la carretera Panamericana (CA‑1) y luego desviate hacia la CA‑2 en dirección a oriente. El trayecto toma unas 4 horas, dependiendo del tráfico.
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